Víctimas ✅ [TERMINADA]

Capítulo 11: Falso color rosa.

Allyson:

*En casa*

     Mi vida está basada en una tragedia, excepto cuando estoy con Christopher, es muy lindo conmigo, me trata bien, hasta los momentos.

     Me siento muy bien por haber perdonado a Vicky; estuve mal, pero aunque haya sido culpa de Chris... No importa.

—¡Hija! —llamó mi madre.

—¿Sí, madre?

—Iré a un viaje de negocios con Alan, no me esperes en la noche ni por toda la semana. Tampoco me llames ni nada de eso, a menos que sea una emergencia.

—Ok, pero, ¿quién es Alan? —pregunté confundida.

—Mi pareja... —dijo algo insegura.

—¡Oh, wow! Hace unas semanas divorciada y ahora enamorada, ojalá así fuera yo de guapa —dije, y no de forma sarcástica.

—Sí, sí... Bueno adiós, te quiero mucho hija.

—Yo también, madre. ¡Disfruta tu viaje!

     Mi madre se fué con el tal 'Alan', así que llamé a Victoria para que viniera a mi casa. Su respuesta fue:

—Ally, disculpa, pero, estoy haciendo un trabajo con Shawn. Tal vez mañana u otro día.

—Ah, bueno, no te preocupes... Que todo salga bien.

—Gracias por entenderme, Ally. Te quiero.

—Tranquila —colgué

     Estaba haciendo unas tareas cuando de repente sonó el celular... Era Christopher.

—Hola, preciosa —muero.

—Hola, Chris.

—¿Cómo andas?

—Bien, bien, ¿y tú?

—Bien.

—Me alegro.

—¿Qué haces? ¿Cómo está mi suegra? —¿'Suegra'? ¡Estoy que muero, prácticamente!

—No hago nada. Mi mamá está divorciada y de viaje con su tal Alan; estoy completamente sola en casa, ¡ah! Y no es tu suegra...

—Tranquila, mi amor. Pronto lo será.

—¿Quieres venir?

—Oh —se quedó pensando un rato—... ¡Sí, sí, claro que iré!

—¿Como a qué hora vienes, Chris?

—Ahorita mismo voy para allá, preciosa.

Christopher:

*Caminando hacia la casa de Allyson*

  ¡Ay, Allyson! ¡Qué idiota eres, de verdad que sí! Me invitas a tu casa y llevas muy poco tiempo conociéndome, bueno, conociendo al Christopher Grey falso.

     Sé dónde vives, reinita, a dos calles de mi casa. Lo bueno es que mientras tu vas caminando a tu casa, yo voy en carro a la mía; todos los días te veo pasar como la estúpida que eres.

     No mereces que te lleven, eres de lo peor...

—¡Hola, Don Grey Cooper! —dijo la nieta del director.

     Sí, gracias al destino me encontré a ésta obra de arte fuera del museo.

—Dios me libre de ser Cooper. Quiero ser Glassmarn.