Capítulo 8: Juego.

51 7 0
                                    

—Oye, Christopher. ¿No crees que fuí muy dura con Vicky? —preguntó la estúpida de Allyson.

—¡No! ¡Para nada! Ella se lo merece, después de todo... ¿No viste cómo me trató?

     Esa tal Victoria no me cae bien, tarde o temprano se dará cuenta de mis intenciones con Allyson; así que debo sacarla de mi camino.

—Sí, fue un poco grosera. Además, eres nuevo en ésta universidad. Pero, aun creo que no debí tratarla así; es mi única amiga... Bueno, tú también eres mi amigo —¡Muchacha, Dios me libre de serlo!

—Si en realidad fuese tu amiga; se habría disculpado conmigo cuando se lo pediste. ¿No crees, Allyson? —dije mientras acariciaba su espalda—. Aparte, tú y yo somos amigos, ella no te necesita y tú a ella tampoco. ¡Me tienes a mí! —continué diciendo. Tocaba su rostro; tan suave...

     ¡Mis ganas de jugar con ella eran aún más fuertes!

—¿Tú crees? Creo que exageras un poco, Christopher.

—¿Yo exagerando? ¡Para nada! Ella no te necesita. Si en verdad te necesitara, se hubiese quedado contigo. ¡Vaya amiga! ¿No? Además me tienes a mí, te apoyaré en todo lo que necesites, preciosa —guiñé y le sonreí, se sonrojó y me devolvió la sonrisa. 

     ¡Todo está saliendo perrfecto!

—Gracias, Christopher.

—De nada. ¡Ah! Dime 'Chris' —volví a guiñar, haciéndole pensar que siento algo por ella, pero no es así. Todo es un juego.

—Ok... Chris.

—¿Quieres ir a las gradas, preciosa? —dije tratando de seducirla.

—¿Por y para qué?

—Para... Pasar un ratito a solas. Sin que nadie nos vea ni nos moleste.

—Bueno... Está bien.

     Nos levantamos de nuestros asientos y nos dirigimos hacia las gradas. Todo fué para continuar mi juego y para conquistar a la nieta del director.

     Allyson Cooper, no me caes muy bien, pero, si quiero a la nieta del director, debo usarte... Todos ganamos, menos tú.

Allyson:

     ¡Christopher es tan lindo! ¡Me encanta! Todo él. Núnca me sentí así.
     Las cosas van bien, espero que siga así hasta que sea mío. No quiero perder tanta perfección. Será mío, eso lo tendré por seguro.

     Zoey, ya verás; la 'amiguita' de Victoria tendrá novio. Me dice preciosa y, quiere estar a solas conmigo un rato...

Victoria:

*En las gradas*

    ¿Quién diría que el chico de la cafetería me trataría tan bien? Se ve medio rarito, me miró muy raro aquella vez. Aunque, es muy atento en lo que va de día, nos tomamos una foto; me sentí incómoda, se acercó mucho a mí, pero por lo menos fué rápido. Y es muy lindo.

     ¿Qué me pasa? No puedo enamorarme, no ahora.

     Bueno... ¡Nunca!

    Eso de enamorarse nunca sale bien, y a mí mucho menos me saldrá bien. Soy vulnerable y, él mismo lo sabe. Creo que es por eso que me trata así, se aprovecha de mí, voy a tratar de no encariñarme, ni con él... Ni con nadie.

—Oye, Vic. Estás muy callada. ¿Pasa algo? ¿Cometí un error? —preguntó.

—No, nada. Sólo estaba pensando —suspiré—, aparte, estoy comiendo. ¿Qué no ves?

—Mmm, ¿segura, señorita? —preguntó sonriendo... Con una hermosa sonrisa...

    En serio, ¿Qué me pasa?

—Sí, segura.

—Bueno, entonces dígame. ¿En qué pensabas? —¡Uy, Dios mío qué insistencia! Por favor sigue así.

—En cosas...

     No dije más para que siguiera preguntando con su melodiosa voz...

     ¡Ok, mis hormonas se deben calmar!

—¿Cómo cuáles? —y dio resultado.

—Nada, no te importaría. Son cosas... Personales —respondí.

—Oye, si no me importaras, no estaría aquí contigo. ¿No crees?—dijo mientras acariciaba mi cabello.

—¿Qué? —pregunté con una sonrisa. Quería ver su reacción.

—So jajaja.

—Idiota. ¿Te crees muy gracioso?

—No, para nada. ¡Debiste ver tu cara! Jajaja.

     Eres un mongólico, pero no me dejaré llevar por tus encantos.

—¿En serio dijiste que te importo? —pregunté... Se quedó paralizado un rato.

—¿Qué? ¡Yo nunca dije eso! ¿Cuándo lo dije? ¡No, nada que ver!

—Ah... Entonces, no te importo. Bueno... —dije con cara triste y de decepción.

     Puro teatro.

—¡No, no, no! No dije eso. ¡Es que, agh! Es complicado, ¿Sí?

     ¿Así que es complicado, eh? Ya veo a qué juegas, niño.

—¡Claro que lo dijiste, acabas de decirlo! —imité una voz quebrada y un nudo en mi garganta.

     Todo para ver su expresión; si él juega, también yo.

—¡No quise decir eso! Perdóname. Tú si me importas —¿Qué rayos?

—Bueno... Está bien.

—Tranquila —mientras dijo eso, se acercó a mí y me abrazó.

—¿Qué rayos? Shawn, ¿qué haces? —pregunté.

—¡Te demuestro que me importas!

     ¡Vaya, vaya, vaya! Pero... ¿Qué tenemos aquí? ¿Un 'enamorado'? No creo.

—Bueno —también lo abracé, nos quedamos allí un rato, abrazados.

     Me gustó el abrazo, fué acogedor, me sentí bien. Necesitaba a alguien con quien hablar.

     Aunque un simple abrazo no significa nada, yo misma puedo abrazarme.

     Pudo haber dicho que le importo, pero, tendrá que seguir demostrándolo, ésto pudo haber sido puro show. No debo creer, puede ser un juego.

Shawn:

     ¡Es increíble, increíble! Le dije que me importa y luego lo negué, soy un completo tonto. Pero... Ella de verdad me importa, desde ese día que la ví en la cafetería no puedo evitar pensar en ella. Se ha ganado mi cariño.

      ¡Aunque es dura la mujer! Y eso la hace especial...

Víctimas ✅ [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora