Capítulo 12: Nefelibatas.

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Victoria:

*Haciendo un trabajo en casa de Shawn*

     Es completamente increíble, bueno, no sé si es increíble; sólo que no sé cómo expresarme. Simplemente es... Algo inefable.

      Sólo sé que Shawn se parece a mí: un alma alejada del exterior, centrado en encontrarse a sí mismo y algún día encontrar a su alma gemela; la cual tal vez no exista en éste mundo lleno de malévolas personas, que tal vez no sean personas en realidad. Y si algún día llegase a encontrar a su alma gemela, seguro sería un ángel... O producto de su imaginación. 

     No puedo dejar de pensar en eso que me contó ayer, sólo trato de analizar y de encajar en sus gustos. Dijo que quería estar conmigo, pero no así como estamos ahora... Tal vez quiera ser mi pareja, o no lo sé.

—Oye, Ross. ¿Me escuchas? —noté cómo su rostro reflejaba un poco de tristeza y dolor. Parecía que lloró toda la noche.

     Pero trataba de ocultarlo con su sonrisa.

—Sí, sí. Claro que te escucho.

—¿Ah, sí? A ver... ¿Qué dije? —preguntó cruzado de brazos, con una mirada fría.

—Ehm, pues... La verdad no te escuché muy bien, estaba analizando lo que me contaste ayer: que tu pasado no es tan lindo, que los animales que llamamos personas hoy en día, se han encargado de destruir tu autoestima.
    
     »Shawn, te pareces a mí: un ser alejado del exterior centrado en encontrarse a sí mismo y algún día encontrar a su alma gemela. Pero, te aseguro que la vas a encontrar y, tu vida mejorará. 

     »Siempre llega alguien mejor. Lo confirmé cuando llegaste a mi vida, no sólo tú, también Allyson. Ustedes son mis verdaderos amigos.

—Mmm, ok, pero... Si escuchaste lo que te dije del trabajo, ¿no? —dijo.

     La verdad no sabía qué decir, mi mente estaba en blanco. Sólo lo miré a los ojos.

—¡Agh! Perdóname, ¿sí? Es que después que me contaste eso me sumergí en mis pensamientos y, no logré escucharte. De verdad lo siento.

—Me di cuenta; por eso te pregunté si me habías escuchado, sólo era para salvarte de ese sumergimiento en tus pensamientos. ¡No agradezcas, lindura!

—Ah, ok. ¿Te gustaría repetir lo que me dijiste? —pregunté.

—¿Te gustaría decirme por qué te sumergiste en tus pensamientos?

      No puede responderme con otra pregunta, ¿qué le pasa?

—... parecías una... ¿Cuál es la palabra adecuada?... ¡Ah, sí! Nefelibata.

—¡Hey! No me respondas con otra pregunta, Shawn. Y no soy una nefelibata.

—Hermosa, ¡soy irresistible! Sé que no puedes dejar de pensar en mí. ¡Ni yo mismo dejo de pensar en mí! —me guiñó y se acercó a mí, estaba realmente incómoda.

    Ya no me gustaba eso.

—No, no y no —negué con mi cabeza.

—¡No te preocupes, chica! No te preocupes. Tarde o temprano me enteraría, señorita. Y, pues, ¡tranquilízate! Porque nefelibata e histérica, no funciona —la verdad me dió risa lo que dijo.

—¿Acaso te crees muy gracioso, Shawn? ¿Quién te crees para decirme eso? —

—Ehm, pues... ¡Soy Shawn Harrison! ¿O no?

Víctimas ✅ [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora