Capítulo 19: Ayúdame, señor. (Parte I)

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Shawn:

*En la universidad*

—Ésta tarde le diremos a mis padres que somos novios, Vicky.

—Está bien, pero no sé qué decir... ¿Crees que les caeré bien? —preguntó algo preocupada.

—¡Claro que sí, amor! Mis padres se parecen a mí; o sea, su personalidad es casi como la mía. Así que no te preocupes —respondí.

—Bueno... Ya vámonos a clases.

—Lo que usted diga, señorita.

     Íbamos caminando hacia el salón cuando de repente vi a la amiga de Victoria.

—¿Esa no es tu amiga?— Pregunté.

—Sí, es Allyson —respondió.

—¡Victoriaa! —gritó la amiga.

—¡Ally! —gritó Victoria.

     Todo eran gritos y gritos de emoción, también decían cosas que yo no entendía, porque, hablaban entre gritos. Así que sólo tapé mis oídos.

—Hola —fue lo que me dijo la amiga.

—Hola, ¿todo bien?

—Sí, todo bien.

—Allyson, te tengo una noticia: Shawn y yo —dijo mi novia mientras tomaba mi mano—... ¡Somos pareja!

—¡No puede ser, amiga! ¡De verdad estoy tan feliz por ti, bueno, por ustedes! Mereces ser feliz, muy, muy feliz —exclamó Allyson sorprendida.

—¡Aww, Ally! ¡Gracias! ¿Y el oficial? —preguntó Victoria.

—Bueno, ayer fuimos un rato al parque y cenamos juntos. Pero no quiero ilusionarme, no sea que vaya a ser como Christopher —respondió ella un poco decepcionada.

—Hablando de Christopher, ¿dónde está? —pregunté, si soy metiche, pero es por una buena causa.

—Pues... Christopher está en la cárcel por haberme golpeado, podré ser estúpida pero no tanto —respondió Allyson.

—Ah... Ese chico me daba mala espina, nunca me cayó bien —continué.

—Sí, al parecer yo fui la única que no lo notó. Victoria tuvo razón desde un principio...

—¡Pero no es momento de lamentarnos! Él ya está preso, está donde tiene que estar. Vámonos ya al salón porque sino no nos van a dejar pasar —dijo Vic mientras soltaba una pequeña carcajada.

—Y como dijo mi amiga Kimberly: ¡el último en llegar es una manzana podrida!

     Corrimos hacia el salón, la puerta estaba abierta; pero cuando estábamos súper cerca la profesora Meléndez comenzó a cerrarla.

—¡Esperee! —grité algo cansado mientras corría.

—¿Joven Harrison? —preguntó ella sorprendida y confundida.

—Sí, profesora, soy yo. ¡No cierre, por favor!

—Demasiado tarde.

—¿No puede hacer una excepción? —preguntó Victoria frente a la puerta del salón, también estaba cansada.

—¡No puede ser, soy la manzana podrida! —exclamó Allyson mientras se acercaba.

—¿Así que estaban jugando, eh? Pues, pensaba hacer una excepción, pero veo que andan con sus niñerías. ¿Acaso no han madurado, jóvenes?

Víctimas ✅ [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora