Víctimas ✅ [TERMINADA]

Capítulo 20: (Parte II).

Shawn:

*En la heladería*

     Ese tal Omar no me cae muy bien, le sonríe a Victoria y la mira muy raro. ¡Lo golpearía aquí mismo! Pero tengo que mantener la calma...

—¿Qué helado quieres, Victoria? —preguntó ese tal Omar.

     ¿¡POR QUÉ NO LE DICE ESO A ALLYSON!?

—Ehm... Me gustaría un BananaSplitt, gracias —respondió Vicky sin mostrar emociones.

     Por lo menos.

—¡Yo te lo traigo! —exclamé sin darle oportunidad a Omar de hablar.

—Ok, amigo —dijo Omar mirándome—... ¿Allyson?

—No lo sé, cualquiera —respondió ella.

—¡Yo quiero uno caro, Shawn! ¿Me lo puedes traer, por favor? —dijo Zoey haciendo puchero, odio cuando hace eso.

—No lo sé, Shawn traerá el mío y el suyo. Tal vez no pueda pedir el tuyo —intervino Victoria.

     La amo.

—¡Oh, bueno! Entonces iré contigo —dijo Zoey mirándome.

—¡No, no! —exclamó Victoria levantándose de la mesa—. No te molestes en ir, yo voy con Shawn. Después de todo, cambié de opinión, ya no sé qué quiero —continuó algo desesperada.

—Bueno, venga, señorita hermosa —dije sonriendo por su comportamiento.

—Tienes razón, aun sigue siendo algo manipuladora —replicó mientras caminaba conmigo al mostrador.

—Buenas noches, ¿qué sabor de helado les gustaría? —preguntó una de las chicas ahí, las que venden helados.

—Yo quiero uno de sus mejores helados —respondió Victoria.

—Bueno, el mejor es 'Volcán' —repuso la chica dándonos un poco para probar.

—¡Oh, wow! ¡Es tan parecido a un volcán! —exclamó Victoria sorprendida llevándose bastante helado a la boca—... ¡Y sabe tan rico!

—Espera... —dijo la chica sonriente.

—... ¡Y es algo picante! ¡Shawn, dame agua! ¡Muévete! —exclamó Victoria. Yo le dí la botella de agua.

—Ya veo porqué se llama 'Volcán' —añadí.

—Quiero más de ese Volcán, por favor —dijo Victoria, tenía los labios algo rojos.

—Cariño, ¿acaso no te diste cuenta que es rico y dulce y luego es picante? —pregunté.

—Amor, no puedo evitarlo, es demasiado rico. Y si tú no quieres, lleva uno de fresa, querido  —respondió.

—¿Son pareja? —preguntó la chica.

—¡Noo! —respondí sarcásticamente.

—Sí somos —respondió Victoria.

—Entonces deberían llevar el de parejas.

     Solté una carcajada y la miré.

—¿Cuál es la trampa, chica? —pregunté colocando las manos sobre el mostrador.

—¿Trampa? ¡No hay trampa! El secreto es que sale más barato que comprar dos —respondió la chica en voz baja.

—Bueno, lo llevo —dije.

—Creí que llevarías el de fresa —repuso Victoria.

—Acabo de ver que es más caro. ¿Qué cree la gente de esta heladería? ¿Que somos millonarios? ¿Quieren oro? Pues no, mi amor.