Capítulo 19: (Parte IV).

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Zoey:

*Caminando a casa de Melody*

     Cielo nublado, el olor a tierra mojada, neblina por todas partes; definitivamente este clima se vuelve mi favorito. Por lo menos, voy a la heladería con mis amigos... Es tan raro que diga esto: mis amigos.

     »Tuve a mi lado a Sofía, una chica de gran corazón y carácter; sólo que, mi maldad y mi duro corazón preferían hacerla a un lado e ignorar su bondad, para desquitarme con Soledad; me retracto: Victoria. Ni siquiera sé por qué motivo quise hacerle la vida imposible, si ella nunca me hizo nada malo, siempre estuvo distante conmigo y fue una buena muchacha, y aún lo es.

     ¡Agh! Le tenía envidia, por su belleza y su intelecto superior al mío y al de cualquier persona en esa universidad.

     Aunque, siempre la traté mal, ella aun me aceptó cuando me disculpé de mentiras, ¡hasta en ese momento estaba siendo malvada con ella!

    Porque pensaba hacerle algo peor para acabar con su vida; sin saber que yo estaba acabando con la mía al hacer lo malo, cada una de mis maldades eran mil años de condena en el infierno, quemándome porque quise.

     Y también tuve a Santiago, bisexual, pero buen muchacho, siempre me fue un fiel servidor, porque así era como lo trataba. 

     Mi maldad no me llevó a nada, ahora estoy sin familia y saliendo de un hospital a causa de un accidente que tuve, casi muero, pero Dios me dió otra oportunidad para hacer las cosas bien, para arrepentirme y pedir perdón y perdonar.

—¡Hola, Zoey! —dijo alguien mientras caminaba, la voz se me hacía familiar, así que levanté mi rostro... Era Santiago.

—Hola, Santiago —dije acercandome a él para abrazarlo.

—¿Cómo estás, amiga?

—No tan bien... ¡Perdóname! He recapacitado: sé que fui muy, muy mala contigo y te traté como a un mayordomo, como un sirviente mío; y tú siempre estuviste allí para mí sin importar cuán mala era.

     »Te maltraté demasiado, te usaba para hacer mis asquerosas maldades con gente que no lo merecía. Nunca debiste estar allí para soportar eso, era mejor que me hubieses rechazado de una vez, ¡porque también te usaba en contra de tu voluntad!

     »Fuiste el único amigo que tuve, al igual que Sofia, y yo nunca los consideré mis amigos, nunca les dije que los quería, porque en el fondo sí los quería. Y, cuando ya no los tenía a mi lado, me di cuenta de la falta que me hacen, de verdad, me arrepiento de todo el mal que te hice; eres libre de juzgarme, Santiago —algunas lágrimas corrían por mis mejillas.

—Oye, Zoey, sé que cada una de tus maldades las hiciste inconscientemente, estabas cegada por el odio, el dolor que tenías en tu corazón era muy grande. Pero, yo te quería, y aun te quiero.

     »Tal vez no lo recuerdes pero en algunos momentos eras más buena que mala, disfrutamos muchos momentos juntos. Yo también traté muy mal a Sofia, pero luego le pedí perdón. 

     »Eso es lo que tienes que hacer tú con ella ahora, y también con cada una de las personas que dañaste. No hacía falta que me pidieras perdón, ya yo te había perdonado desde un principio. Y siempre serás la mejor amiga que he tenido —dijo él, llorando un poco. La gente nos miraba raro.

—¿¡Y ustedes qué ven!? —dije en tono amenazador a la gente que nos miraba. Ellos se asustaron y voltearon a otro lado.

—¡Ay, Zoey-Zoey! De verdad que llevas el apellido Glassmarn en las venas —añadió Santiago.

Víctimas ✅ [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora