🥀 Capítulo 5🥀

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DASHA
Después de varios días en altamar al fin podía ver un pedazo de la tierra en la que crecí. Estaba en cubierta, esperando ansiosamente que al fin desembarcáramos a tierra. Sentí como unos grandes brazos me abrazan por la espalda.

—Mi reina, ya llegamos —murmuró mi esposo, mordiendo mi cuello haciéndome cosquillas.

—Sí, mi familia está tan cerca. La emoción que tengo en mi pecho es inmensa. Gracias Drakk—giré para mirar los grises ojos de mi marido.

—Solo cumplí con mi promesa como siempre haré mientras viva. Mis promesas hacia ti las cumpliré todas y cada una, tus caprichos, tus deseos, me tienes en tus manos Dasha. —acaricié su mejilla algo rasposa por la incipiente barba.

—Mi único capricho y deseo, es tenerte a mi lado una eternidad.

—Entonces considérame tuyo para siempre, Dasha Reyn. —besó mis labios con profunda pasión, haciendo que el corazón se me acelerara. Este era Drakk, el hombre que adoraba y hacia que mi corazón volviera a latir, mi hombre. Separó nuestros labios —Es momento de que vayamos a tierra, tu hermana te espera mi reina.

—Sí, mi rey —dije con una sonrisa llena de felicidad…

GEMMA
Me movía de un lado a otro, organizaba a los sirvientes, asegurándome de que la bienvenida de Dasha no tuviera ningún imprevisto.

— ¿Sir Arnal, ya todo está listo?

—Sí, mi señora. Solo hay que esperar que lleguen para abrir las puertas. —sonreí satisfecha.

—Las manos me tiemblan, me siento tan nerviosa. Dasha pronto estará aquí.

—Con un marido noruego que trae consigo un pequeño séquito de vikingos —respondió receloso el viejo caballero.

—Sir Arnal, ya habíamos tenido esta discusión.

—Lo sé mi señora. Pero sin importar cuantas veces me lo diga, esto no me tranquiliza, me pone más alerta y no estaré tranquilo hasta que esos hombres se larguen y nunca más regresen a estas tierras.

—Ellos no importan, la que importa es mi hermana. Me llevó días organizar todo el castillo para su bienvenida, el banquete, las habitaciones. Por favor sir Arnal, estoy tan emocionada, no me amargue esta felicidad con sus sospechas, Dasha es la mujer del líder y eso nos protege mucho más de lo que estábamos antes.

—Perdóneme por angustiarla mi señora, usted tiene razón. ¿Su padre piensa estar cuando recibamos a lady Dasha y a su esposo? —mi sonrisa se hizo mueca rápidamente.

—No lo sé, tal vez por fin salga de su prisión personal pero lo dudo mucho. He visto con mis propios ojos que mi padre es un cobarde, no tiene la suficiente fuerza para enfrentarse a sus errores, si se presenta y pide disculpas a Dasha puede que ella pueda concederle su perdón…

— ¿Puede?

—Dasha fue de nosotras dos la que más amó a nuestro padre. Era su hija predilecta, la futura señora de este castillo y ese amor que sentía la hizo siempre obediente pero después de la traición que él mismo le propinó, no sé si ella pueda ser capaz de perdonarlo o siquiera mirarlo a los ojos nuevamente. —sir Arnal se puso pensativo y algo serio. —Pero dejemos esos temas a un lado, quiero que Dasha nos vea felices.

—Discúlpeme mi señora pero eso será difícil. Los vikingos no serán recibidos precisamente con los brazos abiertos y sonrisas felices, nuestra gente les escupiría en la cara antes que darles una sonrisa de bienvenida.

—Procure que eso no pase sir Arnal, no quiero ocasionar una disputa. La idea es que todos estemos en paz el tiempo que Dasha y su marido se queden aquí.

©𝕯𝖆𝖘𝖍𝖆. PARTE I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora