🥀 Capítulo 17🥀

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DASHA
Pude escaparme de sir Barr y salir del castillo. El día estaba nubloso y algo frio, miraba más allá del horizonte, imaginaba un día feliz y soleado en mi aldea, corría junto a mi hermana, quería enseñarle a cazar y ser buena luchadora pero Gemma se inclinaba más a ser una dama y ama de su casa.

El recuerdo se disolvió en cuanto escuché el rugido, miré a cielo y cuando la bestia de grandes alas descendió y se acercó tanto a mí, no me moví, no iban a doblegarme. Él tenía ejército, su dragón, pero no me doblegaría. Podría comerme viva si así lo prefería.

Estiré mi mano y para mi sorpresa el dragón me dejó tocarlo.

—Es hermoso —dijo el rey al bajarse del dragón y dejarlo desplegar sus alas libremente para volver elevarse en los cielos.

—Es una bestia capaz de destruir ciudades enteras y dejar a oscuras una ciudad con su sombra, “hermosa” no es la palabra que usaría.

— ¿Y cuál sería la palabra miladi? —preguntó con una ceja levantada.

—Magnifico —Él sonrió.

—No te atacó, dejó que le tocaras, jamás lo había hecho con nadie más que conmigo.

— ¿Entonces debería sentirme halagada, excelencia?

—Sí, deberías.

—Soy demasiado orgullosa para admitir mis errores.

—Igual que tu anterior esposo. ¿Y cuántos hombres murieron por ese orgullo? —mi mirada se endureció.

—Mi padre me vendió y ofreció como una yegua de cambio al padre de Drakk, luego Drakk me liberó, él no era igual a su padre, era gentil, me cuidó y nunca me forzó.  No dejaré que nadie más insulte su memoria, fue orgulloso, testarudo, sí, pero era un guerrero que solo buscaba la gloria para él y su pueblo, no diré que fue lo más sensato pero aun así llegué a tenerle aprecio y cariño.

— ¿Y amor?

—El amor no fue hecho para una mujer como yo, todos los hombres que me han importado, me decepcionaron o ya murieron.

—Siempre es tan dura con las palabras lady Dasha, usted es el tipo de mujer que gusta guardar rencores, los cuida en una pequeña caja como si de una joya se tratara.

— ¿Se está burlando de mí, majestad? —pregunté con una ceja levantada.

—Para nada miladi —dijo con una sonrisa que correspondí.

—Debo volver al castillo, la princesa se preguntará por mí.

—Vayamos —él me acompañó de regreso al castillo.

Muchos se inclinaron al ver llegar a su rey. El rey Aitor, siempre inspirando respeto. Me alejé de él y me fui a buscar a la princesa. Una de las sirvientas me dijo que se había resguardado en la biblioteca.

— ¡¿En dónde estuviste!? —preguntó un serio sir Barr en cuanto entre por la puertas de la biblioteca.

—Oh, vamos caballero. ¿Por qué tan serio? Dame una sonrisa —dije con diversión.

— ¡Dasha! —Aura vino corriendo hacia mí.

—Mi pequeña princesa —la envolví en mis brazos  y la cargué.

— ¿Dónde estuviste?  —me preguntó con esa tierna mirada de ojos azules.

—Salí a tomar aire princesa, además que pude ver el dragón del rey.

— ¿En serio?

—Sí, esta muchísimo más grande y aterrador. —ella rio.

—Padre no nos deja acercarnos al dragón.

©𝕯𝖆𝖘𝖍𝖆. PARTE I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora