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— Creí que no volverías a teñírtelo, te quedaba lindo el marrón. — Decía su madre en tono triste, mientras picaba zanahorias.

— Ah, vamos, mamá. — Jadeó el de cabellos claros puchereando. — Llevas diciendo eso desde que llegaste, ya pasaron tres días y estás por irte, ¿no te cansas?

— Lo siento, lo siento. — Alzó los brazos y cejas. — Aunque, debo admitir, que el rubio te queda muy bien.

— Gracias. — Le ofreció una sonrisita avergonzada.

— Pero el marrón está en un nivel más alto...

— ¡Mamá!

La mencionada comenzó a reír escandalosamente, Han rodó los ojos y fue un momento el baño para lavarse las manos. El timbre sonó.

— ¿Puedes ir? — Preguntó JiSung. — ¡Recién estoy enjabonando mis manitas!

— Claro, cielo.

La mujer limpió sus dígitos con una servilleta y se retiró el delantal. Abrió la puerta, se encontró a un chico que sostenía un pequeño muñeco de peluche entre sus manos, sus cabellos eran de color... ¿Naranja? ¿Rojo? La señora Han no lograba identificarlo.

— Eh... ¿Buenas tardes?

— ¡Buenas tardes! ¿Aquí vive Han JiSung? — La madre del nombrado asintió con algo de confusión. — ¿Se encuentra?

— Está algo ocupado, ¿por qu-...

— Oh, ¿usted tiene alguna relación con él?

— Sí, soy su madre. ¿Podría responderm-... — Nuevamente, el apuesto joven la interrumpió.

— Por favor, firme aquí. — Con un suspiro, la madre de JiSung aceptó el lapicero y comenzó a firmar los documentos que se le entregaban.

— ¿Otra vez anda comprando en línea? ¿Qué pidió esta vez?

— A mí.

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Han tarareaba una canción mientras lavaba sus manitas, contando los veinte segundos correspondientes, porque él era un chico obediente y de buena higiene... Bueno, solo ahora por el tema de la pandemia. Incluso se bañaba dos veces al día, ¡eso es, JiSung!

— ¡HAN JISUNG!

El grito espantado de su progenitora lo hizo brincar en su sitio.

— ¿Qué sucede, mamá...? — Secó sus manos y, frunciendo el ceño, salió del baño.

— ¡JiSung! ¡¿Por qué te llegó este chico por correo?!

¿Chico? ¿Qué?

— Uhm, yo no recuerdo haber pedido ningún chico... Por... Correo. — Casi se cae sobre su propia saliva y se atraganta con el mismo suelo al observar al muchacho en la puerta, así de aturdido estaba.

Cabellos rojizos, piel blanca, ojitos oscuros, sonrisa preciosa, cuerpo trabajado, labios rosas y... Endemoniadamente caliente.

¡Tal como lo describió en aquella página!

¡Oh no, JiSung! ¡¿Es que acaso contrataste un striper?!

— Y-Yo... — Tragó saliva, de repente sintiendo toda su boca seca. — Mamá, yo no...

— ¡Hola, Han JiSung! — Movió sus dedos en forma de saludo, enseñando una sonrisa angelical. — Soy Lee MinHo, tu muñeco sexual.

El grito indignado de su madre se escuchó, y JiSung solo quiso enterrar su cabeza en la tierra, mudarse al Antártida... O lo que sea.

SEX DOLL ♡ minsung / hanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora