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Han suspiró, habían pasado dos días desde su discusión con MinHo. El reloj marcaba las nueve de la mañana de un lunes muy tranquilo, no tendría clases debido a las vacaciones.

No iba a negar que extrañaba a Lee, porque el mayor realmente le hacía falta. Quería tenerlo cerca para besarlo, abrazarlo y mimarlo, decirle lo mucho que le gusta y pedirle perdón por lo último que le dijo antes de no volver a verse. Pero continuaba tan molesto, con MinHo y consigo mismo, sabía que él había actuado mal pero eso no justificaba que Lee continuara ocultándole todo... No eran pareja, pero estaban en algo serio, ¿no?

Pasó el dorso de su diestra por sus ojos con frustración, limpiando las lágrimas que amenazaban con resbalar en gran cantidad. SeungMin vino hace dos noches a hacerle compañía, aunque el menor estaba igual o peor que él en medio de un conflicto amoroso con dos (o tres) personas, Felix también apareció la tarde del día anterior. Bufó y se tumbó de cara contra el colchón de su cama, cansado y harto de toda la situación.

El timbre sonó, pero Han no tenía ni la más mínima intención de ir a abrir la puerta o si quiera fijarse de quién se trataba. 

Pasaron unos minutos para que su teléfono empezara a vibrar sobre el mueble al costado de la lámpara, ignoró las dos o tres llamadas, luego el teléfono fijo fue el que lo molesto en su aura nostálgica. Se contuvo de gritar y se dirigió a la entrada a insultar a cualquiera que se haya atrevido a molestarle.


— ¡¿Qué demonios quieres?! — Gritó apenas abrió la puerta, encontrándose a una mujer mayor en frente. — L-Lo siento, señora Koh...

— No te preocupes. — Su vecina esbozó una sonrisita dulce, entregándole un plato repleto de galletas. — Siempre le digo a tu novio y a SeungMinnie que estás invitado a pasar por galletitas cuando quieras, Hannie.

— Lo lamento mucho. — Volvió a disculparse, recibiendo el objeto con una pequeña sonrisa. — Recién estoy libre desde hace unos días y... No han sido los mejores.

— ¿Problemas con tu novio?

— N-No es mi novio, — Rió algo nervioso, jugando con sus propios dedos sobre el plato. — es complicado. Quiero arreglar las cosas, pero a la vez no, además, él ni si quiera vino a verme o si quiera llamó.

— ¿Entonces quién es el sujeto que tocó mi puerta hace unos segundos?

— ¿Qué?

— Muchas gracias, señora Koh.


JiSung abrió los ojos como platos al tener a MinHo al frente, su vecina se fue y el mayor cerró la puerta con una sonrisita tímida. Han enmudeció completamente, relamió sus labios y desvió la mirada, rogando para que el mayor no escuche sus latidos desenfrenados.

Seguía enfadado, pero era imposible ocultar la alegría que hormigueaba bajo su piel por tener a MinHo delante suyo una vez más.

Pero no podía perdonar simplemente, todo era tan complejo y Han no tenía idea de lo que sucedía exactamente.

Sacudió la cabeza, aún tenía miedo de hablar acerca de lo ocurrido hace mucho tiempo.


— Sung... — MinHo acarició su mejilla con sus nudillos, sonriendo ante la piel suave bajo su tacto. — Te extrañé mucho, JiSung.

— ¿Qué es lo que quieres? — Preguntó casi en un susurro, acercando involuntariamente su rostro hacia los dedos del más alto. — ¿Qué haces aquí?

— Deberíamos hablar sobre todo lo que pasó. — Prácticamente le rogó con un tono lastimero. — Aclaremos las cosas, ¿quieres?


El rubio negó, lanzándose a los brazos del mayor para tomar sus labios e iniciar un beso desordenado y húmedo. Mordió los belfos ajenos, queriendo transmitirle sus sentimientos de tristeza, impotencia e incluso felicidad de tenerlo cerca.

MinHo sabía cuál era la intención del más bajo, lo tomó de los muslos y lo alzó con cuidado, continuaron besándose y avanzaron torpemente hasta la habitación de Han. Lo recostó y se posicionó entre sus piernas, besando y chupando de su cuello, simuló una embestida que consiguió sacarles un par de gemidos a ambos.

Comenzó a desvestirlo, quitándole con delicadeza el suéter que llevaba encima, se concentró en los botones rosas, lamiendo para escuchar los suspiros bajos que Han dejaba escapar, acariciando su cabello pidiendo mucho más.

Volvió a rozar sus entrepiernas aún con los pantalones encima, sus dientes y lenguas se sentían el uno al otro en un ósculo necesitado hasta que ambos estuvieron completamente desnudos. 

No hablaban, los únicos sonidos que se escuchaban en la habitación eran sus bocas chocando en chasquidos fuertes, sus suspiros y gemidos o los jadeos en busca de más contacto entre sus pieles expuestas.

Estaban siendo muy rudos uno con el otro, lo sabían, pero era una forma de quitarse todo el peso que cargaban sobre sus hombros; O al menos, eso era lo que pensaban nuestros protagonistas.

Sin embargo, MinHo se detuvo, sosteniendo las muñecas del menor a cada lado de su cabeza. Exhaló y besó con cuidado al rubio, escuchando los sollozos casi inaudibles, besó una y otra vez hasta que las lágrimas del contrario se sintieron contra sus mismas mejillas.


— Lo siento, JiSung... — Murmuró con sus rostros cerca, su voz quebrándose a mitad de la oración. — No puedo hacerlo, bebé.

— ¿P-Por qué no? — Preguntó como si no fuese obvio, cerró sus ojitos cuando el llanto se intensificó. — ¿Es porque no soy suficiente para ti, MinHo?

— Eres más que suficiente. — Acarició el rostro ajeno y se permitió llorar junto a Han. — Lo siento, cariño, quiero confesarlo todo ahora, o no podré hacerlo nunca.


Se acomodaron bajo las sábanas, observándose por unos segundos antes de abrazarse un momento.


— ¿Puedo intentar solucionarlo, Hannie? — Preguntó el mayor en un susurro, con cierto miedo en su voz.

— Lo haremos juntos. — Susurró de vuelta.



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n.a

¡Doble actualización! <3.

No me resistí a publicarlo, ashakjs.

Informo que el siguiente será el capítulo "00", no crean que estoy volviendo a publicar la historia o algo así uwu.


¡Tengan bonita semana!

SEX DOLL ♡ minsung / hanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora