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CAPÍTULO 13 | La pura verdad

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CAPÍTULO 13 | La pura verdad


Cuando giro sobre mis talones veo como Cristian cerraba la puerta a espaldas mía entonces tomo aire tratando de despejar todas las opciones que se me venían a la cabeza que podía pasar acá dentro.

—Lo único que quiero decir es que sea lo que te dijo Victoria es mentira. —me apresuró en defenderme. En realidad no sabía bien que dijo Victoria, pero mejor prevenir.

Pavón frunce su ceño y vuelve a mirarme rápidamente de pies a cabeza o mejor dicho creo que las tetas, por dios más pajero no había.

—¿Qué crees que me dijo? No me dijo nada. —suelta confundido negando con la cabeza—. Solo quiero saber porque fuiste. Y más cuando te dije que me esperes.

—¿No es obvio? —me hago la ofendida para reírme giro en mi lugar nerviosa para volver a mirarlo—. Cris, en serio, todo bien. Era obvio que estaba con alguien no iba a molestarte en ese momento.

Pavón no dice nada y solo me está mirando parado con la máscara en una mano así que continuo porque sé que me está dando espacio a qué hablé o simplemente sabe que tengo toda la razón.

—¿O me equivoco? —lo presionó con palabras arqueando una ceja viéndolo—. Y si era así... ¡Está bien! ¡Está súper! No tiene nada de malo, ni para mí, ni para vos. Yo solo fui a disculparme por haberme ido de tu departamento así sin más y haberle pedido a tu hermano que no diga algo y solo agradecerte porque me sacaste del boliche, listo eso es todo.

Inhaló y exhaló suavemente después porque solté todo bruscamente y tal cual pensaba.

—¿Solo por eso fuiste? —pregunta en un tono de no creerlo y sabía que por ese mismo tono dónde querría llegar.

Así que me río para negar con la mano, cortar su imaginación.

—No sé, que estás empezando a flashear pero no amigo. No me interesas.

El pone los ojos blanco para sonreír mordiéndose los labios y me da mucha bronca, si mucha. Más porque vuelve a mirarme de esa forma descarada y colma mi paciencia.

—¡Por dios, deja de mirarme así! —estallo y Pavón se ríe bajo divertido para acercarse rápido, agarrarme con una mano los cachetes y besarme.

Si, así como así. Sin previo aviso, sin verla venir.

Me sorprende mucho que lo haya hecho porque siendo sincera acá entre nos, pensé que yo iba a ser la que lo vuelva a besar después de tanto y solo estoy ahí terminando de cerrar mis ojos y me aflojó.

Cristian saca su apriete de mi cachete para llevarlo a mi nuca y comenzar a besarnos con intensidad pero lentamente. No me niego a mis impulsos y mis deseos así que subo mis manos a su cuerpo, primero los dejo sobre su abdomen para después subir a su nuca cuando las manos de Cristian se habían posicionado en mi cintura baja. No podía creer que lo estaba besando, que me estaba dejando besar por él, caigo cuando retrocediendo tocó el colchón con mis piernas y las manos de el suben por casi mi mitad de espalda descubierta, solo tenía el sostén lleno de brillos y un intento de pollera que tenía tajos a ambos lados y que la tela era transparente.

Ángel | Cristian Pavón [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora