Ángel | Cristian Pavón [2]

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CAPÍTULO 2 | España o volver.

Emma.

—Emma, Emma. —escuchó a lo lejos, cierro más mis ojos con fuerza para girarme y continuar durmiendo.

No lo logro, no cuando la característica voz de Gastón me llamaba a susurros. Abro mis ojos y me acostumbro a la luz del sol que entraba sin problemas a la habitación para iluminar la completamente.

En cuclillas el rubio estaba mirándome con una sonrisa torcida, animando a levantarme.

—Quiero ir a un lugar, pero solos. —dice y logra sacarme una sonrisa al instante.

—Di cualquier cosa y te sigo —murmuro dormida aún y el me mira con una sonrisa para asentir.

—Te espero abajo —susurra y dicho eso sale de mi habitación.

Largo un suspiro para sacarme de encima las sábanas y sentarme en la cama, mi celular está en la mesita de noche así que lo tomo para ver la hora pero no prendía. Ahí es donde me acuerdo que no lo cargue y la verdad era que no sabía dónde carajos estaba entre todo el desastre de la casa.

Me toma unos minutos, lavarme la cara, peinarme y tomar algo de ropa para llevar en una mochila nunca sabías bien si podías necesitar o donde quería llevarme Gastón. Me pongo una malla enteriza, un shorts y un top-croc y dejar cargando mi celular, no me importaba mucho.

Además, si mis amigas querían saber dónde estaba, si es que se levantaban, bien sabrían que deberían hablar a Gastón.

La casa es un absoluto silencio, solo estábamos las chicas, Gastón y un bailarín más, Lucas que trabajo en unos de los vídeos. Gente cercana, las demás se habían ido ayer por la noche, digamos que desde que llegué a Ibiza había hecho varios amigos y amigas para que estás vacaciones sean aún más lindas y olvidar todo lo que no me dejaba dormir a veces por la noche.

Fuimos en una camioneta sin saber yo bien dónde iríamos, Gastón solo me dijo que no podría decirme sino no sería una sorpresa. Amaba estar acá, podía ir con él donde quisiera sin tener que cuidarnos si alguien o no, nos veía. No era conocida por estos lados así que no había paparazzi detrás, podía hacer la mía. Por esa misma razón quería venir a vivir acá, alejada de todo y comenzar a escribir mi nuevo álbum, que no sabía muy bien la fecha de lanzar pero supongo que no pasaba de junio o julio, aunque todavía faltaba decidir con que disquera lo haría y con que productores.

Finalmente llegamos a una bajada donde llevaba al mar, su sorpresa era que andemos en lancha hacía un arrecife y nadar, bucear allí, buena idea.

Era la mismísima paz, un chico nos ayudó a armar todo ya que era coordinado y con su ayuda llegamos hacía el lugar o mejor dicho solo con Gastón porque yo había remado poco y nada, aún estaba débil y el me había levantado sobre las nueve de la madrugada, para mí. Al llegar a la cueva, sin dudar me saque la remera y shorts para tirarme a nadar, bucear junto a él y reírnos un poco más de lo que duró el camino. Éramos nosotros dos y una pareja más joven que nosotros, ajenos a todos así que era muy privado para nosotros.