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CAPITULO 27 | Pruebas

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CAPITULO 27 | Pruebas.


7 de julio.


Los jueves de karaoke de tradición podían ser muy buenos o a veces muy mal, depende de cómo terminamos.

Era una tradición que comenzamos desde que nos hicimos amigas y que se vio muy interrumpida cuando yo comencé a levantar más en esta vida de supuesta artista, no tenía tiempo o no podía hacerlo hasta tarde, así que como la última vez lo hicimos el año pasado, como unos cinco meses sin exagerar pensaba que le debía algo a mis amigas, así que para recompensar me decidí hacerlo está noche.

Lo venía preparando hace una semana, en mi cabeza, sabía que quería devolver un poco el aguante que me hicieron durante la gira, perdiéndose cosas o simplemente faltando a la facultad, así que para esta especial noche, alquile un local, no tan grande, pero lo suficiente, contraté a un mini barcito que preparada tragos cosa de no salir en toda la noche para hacer nuestro jueves de karaoke acá.

A diferencia de las demás veces, invite a las chicas que de mi gira, y chicos también, porque no decirlo. Así que teníamos adentro unas veinte personas en este local con las ventanas cerradas y puerta abierta solo para el que estaría en la lista, a esto, dato importante, Germán no sabía, no porque no quiera sino porque no pensé que sería importante.

Victoria, invito a dos amigas de su facultad, igual que Ámbar pero solo a un amigo, que sabía que de amigo no tenía nada porque ya la escuché hablar muchas veces de él. Y Luana, se vino ella sola con las ganas de emborrachar después de haber aprobado un final.

Los temas que solíamos elegir eran totalmente random, para el karaoke porque literalmente era para reírnos, casi me morí cuando escuché a Victoria desafinar con corazón con agujeritos y las demás obviamente estallaban a risas mientras que no paraban de grabar para tener de memoria esto para siempre.

Y no creía que la burra de Victoria no se supiera la letra, ni leyendola, porque se equivocó como unas cinco veces y yo casi me caí del banco por reírme.

—¡Emma, te toca a vos, me cansé de tu risa poronga! —me expone al micrófono para tirarlo como si fuera que estábamos en unas competencias de freestyle estilo estadounidense.

Me levanto con ganas, obvio, sería mi tercera canción en la noche y obvio como cantante que soy todo me salía bien a pesar que me ponga el pollito pio. Las encargadas de elegir la música está noche era Florencia y Ámbar, así que mientras subo a la tarima vacía solo veo las caras de mis amigas y los chicos del grupo esperando con que se reían.

En la pantalla me aparece una canción que creo que lo hicieron al propósito, miro a Victoria porque se que ella lo eligió porque se está riendo, era una de Rebelde.

La odia, sabía que estos temas me hacían llorar porque me hacían acordar a mi adolescencia, puta.

Tomo todo lo que tenía mi vaso de vodka con Sprite para dejar el vaso arriba del monitor dónde iban a pasar la música y comenzar a mentalizarme. Dios, se me iba a cagar de risa hasta el chico que estaba sirviendo en el bar, bueno digamos que de todo se rió.

Ángel | Cristian Pavón [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora