Ángel | Cristian Pavón [2]

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CAPÍTULO 41 | Malentendidos.

Emma.

Esto paso así: pasando las doce del 7 de septiembre osea 8/09 Luana estaba cumpliendo años y con Victoria y Ámbar decidimos prepararle un cumpleaños sorpresa. Yo pensé ¿A quién quiere más Luana, después de mí? La mente se me aclaró: Valentín o como ella lo conoció... Wos.

Así que dije que a él lo llevaría a un cumpleaños, le conté como venía la cosa y el estuvo chocho en ir al cumpleaños de Lu, mi amiga obviamente adoró. Ya tenía una anécdota de por vida para contar cómo Wos fue a su cumpleaños.

Invitamos a sus amigos más cercano más familia que se copo, su madre que ayudó en la casa y Ámbar que se llevó lejos unas horas para que preparemos todo.

A todo esto, Victoria, Valentín y yo armamos los cartelitos de feliz cumpleaños y algunos adornos más en el patio de su casa. Era una hermosa noche, fresquita, pero que no se sentía tanto.

Valentín y yo nos veníamos hablando más de seguido con confianza, pero ya no nos veíamos como antes, yo le dejé de buscar porque el estaba muy metido en sus dos canciones nuevas que salió y medio que no quería molestarlo, es más no nos veíamos desde antes de lanzó Melón Vino, que sinceramente era un temon y que muchos pensaron que él lo había escrito para mí. Obvio que no, yo tenía conocimiento de que el escribió eso ni bien nos estábamos presentando así que sería imposible tal teoría.

Mientras preparamos la fiesta yo tenía que hacer algo para subir así si Luana lo veía no se iría a esperar nada de lo que estaba pasando. Y así fue entonces como subí esa historia con la música de Melon Vino y tomando el vino en botella que había traído para Lu, aunque traje una cajita, sabía que era su favorito como el mío. Ella cayó totalmente, me deseo suerte y que la pasé bomba con el rapero pero que no me olvidé que mañana era su cumpleaños.

Me rei y le mostré a Victoria, entonces fue la señal, se aproximaba las doce así que Ámbar la trajo a la casa, me dijo que ya bajarían del auto. Deje un momento a Valentín para ir a buscar la torta que le había comprado con las velitas de su número, al abrir la puerta de su casa empezamos a cantarle el feliz cumpleaños mientras ella casi se desmayaba, obvio, el rapero ni lerdo ni perezoso le llevó la torta.

En ese mismo momento pensé: soy la mejor amiga del mundo. ¿Y Valentín? La persona más linda.

La noche paso entre saludos y regalitos, tomar y picar algo en su patio, a pesar que la noche estaba comenzando a hacer más fría.

—¡Gracias por todo! —sentí unas manos alrededor de mi cuello y el olor a frutilla de mi amiga me hizo saber quién era—. Te amo mucho, Emma.

—Yo a vos Luanita. 

Nos balanceamos así abrazadas mientras que yo estoy sentada y ella casi que me saca el cuello, pero no importaba, era su cumpleaños.

—Lo único que yo espero ahora es que vos, maldita trola, seas feliz. —me dice al oído.