Capítulo 29

3.2K 194 102
                                    


ーWilliam, te felicito. Creo que conseguiste tu objetivo de desviar la mala crítica y el escándalo del compromiso fallido; todos los invitados y por supuesto la prensa, estaban casi vueltos locos con tu presentación en sociedad.

ーGracias, George.

ー¿Cómo te sientes?

ーA decir verdad, todo esto me ha dejado exhausto.

ーNo es para menos, y de aquí en adelante debes de acostumbrarte porque esto apenas empieza. La prensa está pidiendo entrevistas exclusivas y estoy seguro de que empezarán a lloverte invitaciones para fiestas de sociedad, funciones de beneficencia y demás. No me extrañaría tampoco si el consejo y la señora Elroy empiezan a querer presentarte a ricas herederas, con miras a un matrimonio...

ーSí, bueno... ya veré como me zafo de los compromisos y demás.

ー¿Tú crees que te podrás zafar así de fácil?... Necesitas cimentar tu recién adquirida popularidad, tú sabes que esto traerá oportunidades de negocios e inversiones y la firma lo necesita ahora con los Estados Unidos también en guerra.

ーEs verdad, pero no quiero que me empiecen a inventar historias que no son, y creo que ante todo debo de cuidar mi figura pública. No quiero que me inventen escándalos o romances, siento que necesito seguir presentándome de alguna forma como el millonario excéntrico y misántropo que siempre se ha dicho que soy.

ーMillonario excéntrico tal vez, ¿pero misántropo? Lo siento, acabas de demostrar lo contrario con esa excelente presentación en sociedad. De lo único que todos en el salón hablaban era de lo atractivo, joven y simpático que es el "tío William", así que pienso que será difícil borrar esa primera impresión. Y en cuanto a romances, bueno... ¿Ya leíste el New York Times?

ーNo, ¿por qué?

ーLos demás diarios del país parece que han sido bastante mesurados en sus publicaciones, pero el reportero del New York Times, bueno... ¿Por qué no mejor lo ves tú mismo? ーle dijo George, mientras le extendía el diario.

William abrió los ojos al ver la foto de primera plana, ¿cómo era que el fotógrafo había podido captar exactamente el momento en que Candy se había recargado por unos segundos sobre su pecho, y él se había inclinado a decirle algo al oído?!... ¡Si había una foto que capturara los verdaderos sentimientos de ambos, era esa!... ¡No cabía duda de que los reporteros conocían su trabajo y sabían bien qué era lo que vendía; y pensar que él había creído que estaba siendo cuidadoso!

Pero la foto no era lo único. Toda la nota, aunque no amarillista, era un tanto atrevida, pero no por eso falsa, ¿qué esperanzas tenía de poder evitar a la prensa, o manejarla a su antojo, si esto era en lo que habían desencadenado unos segundos de "descuido" de su parte? No sería nada fácil mantenerlos al margen, eso era obvio.

ー¿Y bien, qué dices?

ー¿Qué quieres que diga? Aquí no hay nada que pueda considerarse sin fundamento o erróneo, George.

ーLo sé, pero me imagino que tal como yo, nunca pensaste que alguien se atreviera a publicar semejante nota.

ーPues no, la verdad nunca lo pensé. Estaba preparado para notas enfocadas en el escándalo de la ruptura del compromiso; y obviamente esperaba que la prensa se enfocara en mi presentación en sociedad y que lo otro lo mencionaran como un simple acontecimiento secundario, pero...

ー¿Quieres hacer algo al respecto?... ¿Quieres que te comunique con el editor?

ー¿Comunicarme con Adolph Ochs [2], para qué, para censurarlo?... George, ¿qué hay de la libertad de prensa?!... 

Siempre te esperéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora