Cuando Candy regresó esa tarde al departamento, no encontró a Albert por ningún lado. Poupée feliz de ver por fin a un ser vivo, saltó sobre ella y empezó a lamerle la cara.
ーJa, ja, ja... ¡Poupée, me haces cosquillas!... ¿De verdad has estado sola todo este tiempo? Hubiera pensado que ahora que Albert empezó a trabajar en el zoológico como consultor te estaría llevando con él para que no estuvieras tan triste; pero bueno, ven, preparemos algo de cenar para cuando regrese... espero no quemar la sopa.
Candy se puso el delantal, se recogió el cabello con una bandana y empezó a preparar la cena. Para cuando terminó de cocinar y de poner la mesa, eran casi las ocho de la noche y Albert aún no regresaba, así que decidió sentarse en el sillón a leer un poco, pero por más que trató, estaba tan cansada que no pudo más y se quedó dormida.
*******
ーWilliam, acabo de recibir una llamada de Steven. El señor Neal acaba de regresar a la mansión, Steven quedó en espera de nuestras indicaciones, ¿qué quieres hacer?
ー¡Son casi las dos de la tarde!... ¿Todo ese tiempo estuvo en la villa? Se ha de haber sentido devastado el pobre ーdijo, provocando que George lo volteara a ver con mirada interroganteー. Obviamente estoy bromeando, George. Steven necesita continuar con la vigilancia, pero como bien le dijiste necesitamos a alguien más que cubra la mitad del día, porque es demasiado para uno. ¿Por qué no le pides a Víctor?, así no se hace pesado para ellos y podemos tener a Neal vigilado las veinticuatro horas, no le tengo nada de confianza.
ーPor otra parte ーcontinuó diciendoー, entrégales también una fotografía de Candy y diles que cuando sea necesario intervengan. Si Neal trata de acercarse a Candy nuevamente, que se lo impidan diciéndole que lo buscas tú, o mi tía o quien sea, ¡pero que no lo dejen por ningún motivo acercarse a ella! Sería buena idea de todas formas que también reunieras a Steven, Victor y al nuevo guardaespaldas de Candy para que se coordinaran en caso de hacerse necesario.
ーEntendido y el guardaespaldas que pediste para la señorita Candy ya está en su puesto. La va a estar siguiendo cautelosamente a distancia y se va a asegurar de que regrese bien a casa.
ー¿Y le dijiste algo de mi? No sé si quiero que se entere que vivo con ella...
ーNo te preocupes, el guardaespaldas que contraté: Patrick, aún no te conoce personalmente y solo tiene indicaciones de proteger a la señorita Candy mientras "su hermano" no esté con ella.
ー¿Su hermano?... George, y si llega a ver algo que no sea una actitud muy "de hermanos" entre nosotros, ¿qué va a pensar?
ーBueno, ese es tu problema ーle dijo levantando la ceja y sonriendo de ladoー... Si temes por su reputación no hagas nada que la pueda comprometer, o empieza a pasar menos tiempo con ella, créeme, yo me puedo encargar muy fácilmente de ello; de todas formas, tienes demasiadas cosas que hacer en el corporativo. Aparte, tú mismo me dijiste que los vecinos saben que son hermanos, me imagino que sigues cuidando esa "ilusión"...
William suspiró hondo y no contestó nada al respecto.
ーBien George, ¿por qué no pides algo de comer? No hemos comido nada y todavía hay mucho qué hacer, apuesto a que tú también tienes hambre.
El tiempo se fue sin sentir entre papeles y firmas. Con sus estudios en negocios, leyes y demás, era fácil para William ponerse al corriente de todo, pero había pasado tanto tiempo en el que no había trabajado en las empresas, desde que estuvo la última vez en Inglaterra, que eran demasiadas cosas de las que debía estar al tanto: nuevos negocios, posibles inversiones, socios, propiedades, la lista parecía interminable. Y cuando sintió que los ojos le comenzaron a pesar, levantó por fin la vista al reloj de pared que tenía justo frente a su escritorio de caoba.
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Siempre te esperé
Fanfic¿Qué pasaría si Candy le confiesa su amor a un Albert recién recuperado? Albert ha sido el salvador de Candy en más de una ocasión, aunque ella solo recuerda una de esas veces. Años después de esto, durante la Primera Guerra Mundial, Albert sufre un...