La forma en la que le pedí a Vanessa que fuera mi novia me resultó demasiado infantil viniendo de mí. Deslizar un trozo de papel en su pupitre y esperar ansioso su respuesta, no era algo que un chico de 18 años haría ¿o sí?
Fue un gran alivio el saber que su respuesta fue un sí. ¿Qué hubiera hecho si ella me hubiera respondido con un no?
Las cosas eran mejores ahora que hace tres meses. El vacío que la muerte de Rey había dejado en mí se iba llenando poco a poco gracias a la compañía de Vanessa. Vivía en una burbuja de felicidad.
Pero esa burbuja se encontraba en peligro de estallar.
Cuando los rumores de que Vanessa era mi novia salieron a la luz, muchas personas se portaron como verdaderos imbéciles. Meyling encabezaba la lista. El hostigamiento hacia ella se había multiplicado exponencialmente, lo que provocó que estuviera más tiempo protegiéndola del acoso que enfocándome en los vestigios de Rey.
Pero era imposible.
A pesar de estar casi pegado a ella, aún había lugares donde no podía acceder y que eran peligrosos para Vanessa, por ejemplo, el baño de chicas. En una ocasión le pegaron un chicle en la falda; en otra, Meyling metió su pie y Vanessa cayó en el piso del baño, provocando que se hiriera la rodilla. Pero aun con todo, ella se limitaba a decirme que no me preocupara, que había sido su culpa por no fijarse en donde caminaba o se sentaba.
Ese era uno de los peligros que acechaban mi burbuja de amor. Pero no fue hasta el día en que apareció ella que las cosas se pusieron en estado de alerta.
Era lunes, los rumores de que un nuevo alumno llegaba a la sección se corrieron rápidamente como si fuera pólvora. Todos pensamos que sería un chico por su nombre, pero cuán grande fue nuestra sorpresa cuando observamos a una chica atravesar la puerta. Y debo admitir que, desde el momento en que ella entró a esa habitación, no me agradó.
_ Alumnos déjenme presentarles a la señorita René Pandora. Ella estará acompañándonos a lo largo de este curso.- unas suaves carcajadas se escucharon por la sección.
_ Un gusto- dijo la chica de manera formal y nos dedicó una sonrisa.
Un espantoso escalofrío recorrió mi espalda. En ese mismo instante ella me observó.
Fue tan desagradable que lo hiciera. Sentía como si sus ojos hicieran una disección de mi cuerpo y pudieran observar lo más profundo de mi alma. Era tan obsceno, tan desagradable y cínico.
Intenté convencerme a mí mismo de que todo era parte de mi imaginación, que la chica nueva solo me intimidaba; pero había algo en ella que me era contrario y deseaba por todos los medios no cruzarme con René, de ser posible, nunca.
El salón siguió con sus cuchicheos mientras ella se acomodaba en el asiento donde antes estaba Rey. Luego de eso, nadie dijo nada. La clase inició y todos comenzamos a poner atención, pero en lo único que ponía cuidado era en la chica nueva.
_ No parece que fuera una estudiante- susurré.
_ ¿Dijiste algo Iván?- preguntó Vanessa.
_ No… nada.
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Ignis (Abigail N.K.)
Teen FictionUna serie de accidentes perturban la paz de una ciudad, siendo el único elemento en común el fuego. De forma involuntaria, un joven llamado Ivan quedará atrapado en medio de estos sucesos, sin tener la menor idea de que las cosas no son tan simples...