Ignis (Abigail N.K.)

Capítulo 2: Invitación

(Una semana después)

_ Espera Meyling, no hagas eso.

_ ¿Por qué no Iván? ¿No te gusta que te tomen fotos tus admiradoras?

Esta de aquí es Meyling, una de las chicas más sobresalientes de la escuela por su capacidad de engatusar a cualquier chico que elija como su próxima presa. En pocas palabras, ella es la golfa de la clase. Nadie sabe cuántos ligues ha tenido hasta el momento pero, según sus antecedentes, son tantas como la cantidad de chicos que estudian en la sección.

_ La verdad es que no, más cuando me toman desprevenido.- me sentía incómodo siempre que estaba cerca de ella, no por el hecho de que no me pareciera atractiva, sino que la última conquista de Meyling fue Rey.

_ ¡Oh vamos! si siempre sales guapo, sea cual sea la pose.- Meyling guardó la foto instantánea dentro de su blusa, dejándome sin posibilidades de recuperarla. -El sábado tendré una fiesta en mi casa y toda la sección está invitada, así que no faltes.

_ Veré si voy.

Me levanté de la banca donde estaba y comencé a alejarme del lugar, entonces, llamó mi atención el hecho de que Rey estuviera hablando con Vanessa en su modo conquista activo.

Perturbado por esa situación, me acerqué a Rey luego de que sonara la campana de salida. Sinceramente, no estaba de buen humor. Sabía de antemano sus intenciones y, aun sin conocer mucho a Vanessa, me parecía deshumano lo que él planeaba hacer.

_ ¿Qué sucede Iván? Tienes una cara de pocos amigos. – una característica muy conocida de Rey era que nunca se tomaba las cosas a pecho.

_ Te vi hablando con Vanessa. No sé qué pretendes, pero eso no te va a llevar a nada.

_ Deja de bromear Iván.- se acercó a mi oído y susurró - Solo la estaba invitando a la fiesta de Meyling. Ya sabes, para que pase un buen rato y logre integrarse al grupo.

Mientras Rey decía estas palabras, divisé que Vanessa se encontraba en el siguiente pasillo, y por un breve, casi fugaz momento, noté que nos miraba a ambos. Me di cuenta de esto porque, en ese instante, nuestros ojos se encontraron.

Vanessa siguió su camino tal como si no hubiera visto o escuchado nada de lo que Rey decía. Como si ese acontecimiento nunca hubiera pasado.

Faltaban dos días para la fiesta de Meyling. Este evento era la habladuría de la sección, pero lo raro es que nadie incluía en sus charlas la asistencia de Vanessa.