Capítulo 22: Quemaduras

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El juicio continuó a la mañana siguiente.

El abogado de Martha se dedicó a hablar con ella por un plazo de unos 15 minutos, y le informó que las evidencias en contra de Vanessa significaban un peso demasiado grande en la balanza de la culpabilidad.

Estaba ansioso por saber que sucedería en el juicio de aquí en adelante, y como era de suponer, los padres de Meyling hicieron la pregunta clave que muchas personas, incluyéndome, no se atrevían a hacer.

_ ¿Por qué ella no está aquí?- había dicho la señora Padilla.

_ Yo sugerí que ella no estuviera aquí- dijo René con la tranquilidad que la caracterizaba.

_ ¡Pero si ella es la culpable!- dijo la señora Padilla en un acceso de ira- ¡¿Qué más necesitan para que la condenen?! ¡¿Quieren que haga una hoguera en este maldito tribunal para que le den cadena perpetua?! ¡¿Qué acaso tú no eres la policía buena aquí?!

_ Podría cerrar la maldita boca señora. Yo aquí no soy ni el policía bueno, ni el malo. Métase eso en la cabeza. Lo único por lo que aun sigo aguantando sus alaridos, es porque es parte de mi trabajo. Así que deje de joderme la vida, siéntese en su maldita silla y no juzgue las decisiones que mis superiores orientaron. ¿Entendido?

La señora Padilla se quedó perpleja, pero fue directo a su asiento y no dijo nada más.

_ El ser molesto estaba en la familia.- dijo René mientras se sentaba a mi lado.

_ Ella tiene razón. Es extraño que Vanessa no esté aquí.

_ Y aquí vamos con la misma mierda de nuevo.- resopló mientras ponía en blanco los ojos.

_ No necesito que respondas, es solo que te hicieron una pregunta bastante lógica, además… muchos están pensando lo mismo.

_ Renato lo decidió así.- sentenció René.

Comencé a hacer memoria. Recordaba el nombre de esa persona de algún lado y súbitamente supe de quien hablaba.

_ Es él ¿verdad?- René asintió.

_ Wow, me gustaría conocer a ese tal Renato. Si lo admiras tanto, ha de ser por algo bueno.  Pero lo que aun no entiendo es ¿Qué tiene que ver él en todo este asunto?

René disimuló una carcajada y me observó fijamente con aquellos ojos de serpiente a punto de atacar.

_ Solo observa niño. En estos momentos viene lo mejor de este circo.- y poniéndose en pie, fue directo a los asientos de la esquina derecha.

Que comience el siguiente round.

_ Llamamos al doctor Salazar.

_ ¿Doctor?- dije con extrañeza.

¿Qué acaso ya no había pasado el doctor y el forense para presentar las evidencias en el caso?

Entonces me di cuenta que se trataba del sujeto con anteojos que apoyaba a la esquina izquierda. La verdad, no le había dado importancia a su presencia, la cual no era muy notable debo mencionar; pero ahora que lo observaba, me resultaba más fuera de lugar que nunca.

_ Tome asiento doctor- dijo cordialmente el abogado de Martha- Díganos por favor el problema de su paciente.- él asintió.

_ Tal vez debería presentarme antes, para que la audiencia tenga una idea de lo que sucederá más adelante.- el doctor se levantó e hizo una pequeña inclinación de cabeza- Mucho gusto, soy el doctor Gideon Salazar, psiquiatra especialista en trastornos mentales.

La audiencia del tribunal estalló en murmullos. Ahora podía entender porque el tipo me parecía tan raro. Era lógico que siendo un loquero ya se le había pegado una que otra manía de sus pacientes, como el temblor en sus manos, los ojos alertas, el nerviosismo que su imagen denotaba. Era evidente su naturaleza ahora que sabía la razón detrás de ello.

_ Guarden silencio- sentenció el Juez.

Observé de reojo a René y noté como me miraba con una cara divertida y llena de satisfacción. “Viene lo mejor de este circo”… ahora entendía a que se refería.

_ El motivo por el que estoy aquí es para decirles que la señorita Vanessa Solís no es otra cosa más que una persona aquejada por una deficiencia mental. Y puesto que no es consciente de sus acciones debido a esta enfermedad, no puede ser juzgada por el crimen que se le imputa.

_ ¿Podría explicar un poco más lo que acaba de afirmar?- preguntó el Juez.

_ Por supuesto- afirmó el doctor- Cuando mi paciente fue atrapada, su madre le informó a los investigadores acerca de la posible condición que la señorita Solís podría padecer, por lo que se me asignó como médico de cabecera. Y debo admitir que lo que averigüé es fascinante.

_ Continúe- le animó el Juez.

_ Gracias. Verán, la primera vez que estuve en contacto con la señorita Solís, pude observar a simple vista que estaba con una persona fuera de sus cabales mentales. La actitud hostil, la constante agresividad ante quienes intentaban tocarle, incluso las expresiones, dialectos y recuerdos, todo estaba distorsionado, por lo que, en primera instancia, sugerí que estaba frente a una persona posiblemente esquizofrénica.

Otra ola de murmullos en la sala. Los presentes no podían creer hacia donde se diría este caso, e incluso, yo no podía salir de mi asombro. El doctor continuó.

_ Estuve interactuando una temporada con la paciente y debo informar que me equivoqué con el primer diagnostico.- el doctor sacudió su cabeza- O tal vez, debería decir que me equivoqué en quedarme con un diagnostico tan superficial que, aunque haya iniciado ahí, se transformó en algo más. La señorita Solís no es esquizofrénica, la enfermedad que padece se conoce como TID.- señaló el doctor Salazar mientras escribía las siglas en una pizarra- Es decir, Trastorno de Identidad Disociativo o, para que ustedes entiendan mejor, es un trastorno de personalidad múltiple.

El doctor Salazar continuó.

_ Este trastorno se caracteriza por la presencia de dos o más identidades dentro de un individuo. Estos “entes”, toman el control de las acciones de la persona de forma recurrente, principalmente en momentos de estrés. También cabe la particularidad de que cada una de las personalidades tiene un carácter único, además de poseer recuerdos y costumbres propias de cada una de ellas.

_ Comprendo su interés en educarnos acerca de esto doctor Salazar, pero se nos hace tarde y necesito que aterrice en el caso de la señorita Solís- sentenció el Juez.

_ Mil disculpas señor, creo que comencé a divagar un poco. Permitan que les comparta parte de lo que averigüé en estas sesiones de terapia con la señorita Solís. Verán, Vanessa Solís es lo que se conoce como la personalidad primaria o real. Ella es la portadora de las demás personalidades. Como sabrán, Vanessa es una joven estudiante de 18 años que vive con su madre y cursa el último año de escuela secundaria. Todos estamos al tanto de eso.

La sala entera asintió.

_ Ahora viene lo que está fuera de lugar. La siguiente persona que entra en juego en esta discusión es la personalidad a la cual denominé “PyM” lo que significa “Papá y Mamá”. Mientras discutía con mi paciente, PyM apareció y pude rescatar algunos datos de ella. En la actualidad tiene 50 años, es una mujer de clase media alta, a la cual le gusta la lectura. No es muy sociable, procura tener un perfil bajo y según lo que me informa, esto le trajo consecuencias a su portadora. Esta personalidad es la que usualmente veían en Vanessa a diario.

El asombro se hizo notar en el rostro de los presentes.

_ Por otra parte, tenemos a la personalidad denominada “F”, y debo advertirles que ella si es alguien de mucho cuidado. Le asigné el nombre de F ya que es la letra inicial de la palabra “Fuego”.- el doctor Salazar se detuvo un momento y observó a la audiencia- Estoy seguro que está de más decir el porqué de esa asociación. Como todos saben,el fuego es un elemento peligroso y destructivo, al igual que ella.- Salazar esbozó una sonrisa torcida y continuó con su charla-Esta personalidad es hostil y violenta. Fue con ella que tuve el primer encuentro. Como parte de sus características puedo puntualizar que es una mujer de unos 20 años, completamente narcisista y presumido. Es impulsiva y escabrosa al momento de referirse a algunos temas. Lo peligroso de esta personalidad es su falta de empática, por lo que el hecho de lastimar a los demás no le resulta desagradable o inmoral.

El doctor Salazar hizo una pausa antes de continuar.

_ Sin embargo, puedo afirmar que esta persona, al igual que PyM, es un elemento protector de su portadora, de ahí su carácter hostil ante los demás. Estos tres seres han coexistido en la misma mente durante muchos años, pero lo que no pude identificar con claridad es si estos entes son conscientes de la existencia de sus otras dos partes. Así mismo, me resultó difícil saber los episodios en los cuales surgieron.

La sala quedó en silencio al mismo tiempo que el doctor. Incluso en la cara del Juez se podía notar la forma en que se procesaba esta nueva información. Fue el abogado de Vanessa quien habló.

_ Y dígame doctor Salazar, ¿la persona que padece este tipo de enfermedad es consciente de sus acciones? Es decir, ¿Puede cometer un crimen y no darse cuenta?

_ ¡¿CÓMO PUEDEN SALIR CON ESO?!- la señora Padilla estalló en medio de la audiencia- ¡¿CÓMO SE LE PUEDE OCURRIR QUE ESA MUCHACHA NO FUE CONSCIENTE DE LA FORMA EN QUE MASACRÓ A MI HIJA?!

_ Señora Padilla, por favor, manténgase en silencio o tendré que pedirle que salga de la sala.- dijo el Juez.

La madre de Meyling observó al Juez con ojos llenos de odio. Tomó unas cuantas bocanadas de aire y volvió a tomar asiento.

_ ¿Me decía doctor?

_ Absolutamente. La personalidad principal, en este caso la señorita Solís, puede no darse cuenta de lo que alguna de sus personalidades pudo haber hecho. Recuerde que estos son entes independientes viviendo en un mismo individuo.

_ ¿Y alguna de estas personalidades aceptó haber cometido el asesinato de la joven Padilla?

_ No… sin embargo, si pudiera señalar a alguna de ellas como la responsable, no dudaría en mencionar a la personalidad "F".

_ Eso sería todo por mi parte.- dijo el abogado antes de tomar asiento.

_ Debido a las nuevas evidencias que se han presentado en el caso, el veredicto se pospondrá unos días. Les pido a los presentes tomar un descanso y en la tarde continuaremos.- dijo el Juez antes de ponerse en pie.

Esperé hasta que todos salieran de la sala para acercarme a Martha, sin embargo, ella ya se había retirado junto a su abogado.

_ Interesante ¿no crees?

_ ¿Te parece divertido todo esto René?- pregunté con un hilo de voz.

_ Más o menos. Pero ahora entiendo perfectamente porque Renato no quiere que se presente aquí.

_ Lo que aun no entiendo es qué tiene que ver Renato en todo esto.

_ Pronto te darás cuenta.- contestó René mientras salía por la puerta.

_ ¿René?

_ ¿Sí?

_ ¿Por qué no quieres dejar que la vea?- René me observó directamente a los ojos y contestó.

_ Escuchaste lo que dijo el loquero ¿Verdad?- asentí- Debo darte la mala noticia que, desde el día que la capturamos, la personalidad que el doctor llamó F ha tenido el control de tu novia.

Ignis (Abigail N.K.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora