Capítulo 13: Memoria distorsionada

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(Domingo en la tarde)

Sinceramente no recuerdo con claridad lo que sucedió ese día, pero siempre que me pongo a pensar en ello, lo que pasó comienza a dibujarse más visiblemente en mi mente, o quizás, es solo producto de la agonía de mis neuronas.

_ ¿En verdad no quieres que te prepare una sopa?- preguntó nuevamente Vanessa.

_ No… tranquila, estoy bien. De todos modos, ya lo peor pasó. Solo que la fiebre aún no se me pasa.- Sonreí.

_ Te traje algunas pastillas para la gripe. Tómatelas y así te sentirás mejor.- Vanessa colocó dos blíster de comprimidos frente a mí.

_ Gracias Vanessa pero…

_ ¿Pero qué?- inquirió ella.

_ Pero tú viniste a visitarme y esas pastillas me dan mucho sueño, ¿Es normal eso?

_ Si- contestó ella- Son píldoras para la gripe y la fiebre, es lógico que te den sueño.

Vanessa se puso a reír. Fue directo a la cocina y buscó un vaso para llenarlo de agua.

Volvió hasta donde yo estaba y me entregó las dos capsulas y el vaso con agua fresca.

_ Vine a cuidarte, eso es lo único que me importante en estos momentos.

_ Gracias.- respondí y me tragué ambas pastillas.- Ya veo que llevas en la sangre eso de cuidar a los demás.

Ella me regaló una amplia sonrisa.

Pensaba en la fabulosa enfermera que podría llegar a ser mi novia, cuando un súbito mareo me invadió.

_ ¿Estás bien Iván?- preguntó Vanessa.

_ Sí, es solo que esas pastillas… he mejorado, pero son muy pesadas.

_ Ven, te ayudaré a ir a tu cuarto.

_ Okey.

Vanessa me ayudó a ponerme en pie y dejó que me apoyara sobre ella para ir hacia mi cuarto. Recuerdo que tropecé con algo.

_ ¿Y esa mochila?- señalé al objeto que descansaba al lado del sofá.

_ Es mía-  respondió Vanessa- Traje un capote y unas botas en caso de que lloviera.- asentí.

Seguí avanzando a regañadientes hacia mi habitación ¿Era normal que esas pastillas hicieran efecto así de rápido? Eso mismo me había pasado la noche anterior y era por ese motivo que no las quería volver a tomar.

_ ¿Tienes sueño Iván?- preguntó Vanessa, y aunque estaba a mi lado, su voz se escuchaba muy distante.

_ Solo un poco.

_ Anda…- dijo mientras me ayudaba a acostarme- Te sentirás mejor dentro de poco.

_ Gracias Vanessa.- respondí mientras la cabeza me daba vueltas.

_ Duérmete Iván, yo estaré cuidando de ti.- susurró Vanessa mientras acariciaba mi cabello.

_ Vanessa… no sabes cuánto te quiero.- dije en un murmullo. Ella sonrío.

Ignis (Abigail N.K.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora