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La noche llegó rápido y el joven Jones no era tonto, sabía que si Ainhoa no se iba a dormir era porque no tenía de otra que dormir en su casa, algo que le incomodaba bastante aunque sabía que dentro de unas horas tendría que ir de viaje con él. Miraba a la ventana, estaba lloviendo e Indy con una sonrisa pícara se fue acercando poco a poco.
–El cielo está desenladrillado –contestó suavemente dando por hecho que se sabía el trabalenguas, pero Neferet se llevó un susto enorme por el mero hecho de que no sabía que él estaba detrás suyo.
–¡Joder! –exclamó la historiadora. –Junior, es usted imbécil, no se sabe el trabalenguas. No es “el cielo está desenladrillado” sino “el cielo está enladrillado, ¿quién lo desenladrillará? El desenladrillador que lo desenladrille buen desenladrillador será”.
    Fue tanto su arrogancia que hasta se apartó de ella.
–Vale, vale, lo he entendido. ¿No puedes ser una chica normal? –protestó el arqueólogo.
–¿¡Chica normal!? ¿¡Qué quiere decir con eso Indiana Imbécil Jones!?
–Que deje de ser tan arrogante, ¡eso digo! Indiana Imbécil Jones, vaya, se ha tenido que herniar Ahí No Hay Nada Neferet –le chinchó pensando que le iba a doler, pero no fue el caso.
–Dios, qué inteligente, nunca me lo habían dicho. Renueve sus chistes señor Junior, ¿vale?
–Así lo tengo claro… –resopló mientras se dirigía a su cuarto.
–¿¡Qué tienes claro aparte de que no quiero nada contigo!?
–Eh eh señorita, aún no hemos zarpado, pero en Kowloon me dirá usted si me ama o no –contestó arrogante señalándose a sí mismo muy cerca de ella.
–Entonces en Kowloon le recordaré la poca falta que me hace salir con usted, entendido Jonsy.
–¿Jonsy? ¿Qué coño es eso?
–Tu nombre en modo tierno.
–Dirá mi apellido.
    Ainhoa cambió la cara y él se empezó a reír, desvelando a su padre a quien no le hizo ni puñetera gracia.

–Vosotros dos qué hacéis rondando por la casa, ¡a dormir de una vez!
–Papá –miró el reloj– son las once de la noche, sólo vagos como tú se van a la cama tan temprano.
–Pues yo también voy a la cama, que mañana tenemos un viaje larguito –comentó Ainhoa, algo que hizo sonreír al veterano historiador mientras el arqueólogo no daba crédito de lo que acababa de decir.
–¿Ves Junior?
–Venga, buenas noches –dijo Ainhoa.
    Sin aún dar crédito, se enfadó y señaló a la joven al ver que iba a dormir con su padre antes que con él.
–Eh, ¡que vas a viajar conmigo!”.
–Venga, a la cama Junior, que eres pequeño y tienes que descansar –contestó su padre mientras le llevaba a su cuarto y Ainhoa se reía al ver lo mimado que le tenía.

En el cuarto, Indy se enfadó mientras su padre le metía en la cama haciendo caso omiso a todo lo que decía.
–Que sí Junior, venga, tranquilo pequeñín, que mañana te tienes que levantar bien prontito –le recordó el viaje mientras Ainhoa se reía levemente viendo a ambos desde el marco de la puerta.
–Sólo te falta ponerme el chupete, joder…
–Oh, sí, aquí.
    Nada más metérselo en la boca, Indiana se empezó a mover bruscamente para quitárselo.
–¡¡¡Papá!!! –gritó muy enfadado.
–Venga, que tienes sueño, duerme bien Junior.
    A punto de quejarse, al notar la mano de su padre acariciándole la cabeza se acurrucó entre las sábanas y feliz le dio las buenas noches.
–Buenas noches papá.
–Buenas noches Henry Jones Junior.
–Ay… –suspiró.

Una vez apagarle la luz y salir de la habitación, Ainhoa con la sonrisa en la boca entró y le puso el chupete cuando no se lo esperaba. Esa fue la gota que colmó el vaso.
–¿¡Acaso quiere comerse el chupete Neferet!?
–Venga duerme, y llévate el chupete al viaje que estás monísimo.
–En serio… ¿Hay alguien que no se burle de mí? –preguntó refunfuñando.
–Yo Junior,
–¡Tú mejor cierras el pico papá! –exclamó señalando a su padre.
–¡Jajajajajajajaja!, ¡amo vuestras peleas!
–Yo no.
    Malhumorado, se puso el sombrero bruscamente y se durmió, Ainhoa suspiró y Henry entró.
  Ambos se quedaron mirándole.
–Déjale Ainhoa, Junior es así, no se quita el sombrero ni queriendo.
–¿Lo lleva al colegio donde trabaja? –preguntó curiosa.
–No, pero lleva las gafas.
–Si no es una cosa es otra, ¡jajajajajaja!

Indiana Jones y Las Ruinas De Kowloon (The Walled City)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora