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–¿Indy? Indy, venga, ¡arriba que ya hemos llegado! –exclamó Neferet, algo que hizo que Henry se levantara de golpe.
–¿¡Ya estamos en Kowloon!?
–Exacto, venga, ¡vamos!
    Neferet fue agarrando los folletos que se había robado mientras él le miraba adormilado.
–¿Te has robado los folletos? Qué malota.
–Déjate de Indymbeciladas y bajemos de una puta vez –contestó seria. El profesor estaba tan dormido que no se dio cuenta de la palabra inventada.
–Ay vale, tranquila, tampoco es para ponerse así... –bostezó.
–Me pongo como quiero ¿¡vale!?
–¡Vale! –exclamó él enfadado.

Ainhoa seguía frustrada y cabreada con él por sus comentarios machistas, pero todos los males se le fueron al verle dormido en un asiento. Le hizo gracia ver lo perezoso que era y dejó sus cosas en otro asiento para levantarle.
–¡He dicho que arriba vago!
–Huele a humo...
–No huele a nada,
    El castaño le puso el dedo índice en la boca para que se callara mientras lentamente se levantaba.
–Huele a humo... ¡Hay que salir de aquí pero ya!

Mientras Indy salió corriendo, Ainhoa antes de nada agarró los folletos y, parada en el sitio, se quejó.
–Joder con este, sale escopetado...

Al oler humo, salió del avión corriendo tras ver que ni el piloto ni la copiloto estaban. Una vez salió, Indiana le empezó a tocar el cuerpo muy preocupado una vez lejos del transporte aéreo.
–¿¡Estás bien!? ¿¡Te has caído al salir!? ¿¡Te has mareado por el humo!?
    De lo preocupado que estaba, Ainhoa sonrió.
–No Indy, tranquilo, estoy bien.
    Dejó de hablar al notar lentamente la mano de Henry en su estómago.
–¿Y nuestro bebé qué tal está?...
–No sabemos ni si al final va a ser verdad...
–Tampoco sabías que yo estaba dispuesto a cuidarlo si hiciese falta.

Fue el silencio que hubo tras esas suaves y preciosas palabras lo que hizo que ambos se fueran juntando lentamente hasta escuchar una voz gritona.
–¡Hombre! Soy Sinara, y estaré encantada de acompañaros en este viaje.
What do you mean?...– Su pregunta fue ignorada con éxito.
–¡Hala! ¡Hablas castellano!
–Aunque soy japonesa se me da mejor el castellano que el inglés, así que os hablaré en castellano.

Indiana, sin entender nada, no paraba de tirarle de la camiseta a Neferet para que le traduciese; lo que le molestó mucho a la historiadora.
–Ay, ¿quieres parar? ¡Me vas a anchar la sudadera!
–Kowloon era un sitio muy especial, su aire, su gente y su luz no era la misma en ningún otro lugar.
From what I have been able to read, Kowloon was known to be the place of the big mafias.
–Por lo que os recomiendo que tengáis cuidado –dijo.
    Al darse cuenta de que le estaban ignorando, Indy le dio un leve codazo a Ainhoa.
–¡Ay! ¿¡Qué!?
–¡Tradúcelo! –exclamó en bajo.
–Oh, vale. Dice el petardo de Indy que por lo que ha podido leer, Kowloon era conocido por ser el lugar de las grandes mafias –añadió el despectivo hacia el hombre que tenía al lado al saber que no lo iba a entender, y tenía razón.
–Oh sí, por eso y los dentistas: aquí las ortodoncias, todas las cosas que tienen que ver con la dentadura, eran muy baratas y la gente aprovechaba para venir a que le atendiesen de forma más barata.
    Esto sorprendió mucho a Ainhoa, que enseñó su impresión.
–¡Hala!, ¿¡en serio!?
Seriously what?
–De veras, pero yo no hubiese recomendado mucho venir, porque si eran más baratas era porque la gente de aquí no tenía estudios.

En ese momento, Neferet cambió la cara e imaginándoselo pensando en lo asqueroso; poco seguro y nada higiénico que había sido siguieron caminando por las ruinas del lugar.

Hey, hi, and me?preguntó mientras las dos andaban sin hacerle ni caso– I think I'm going to hate this trip...

Indiana Jones y Las Ruinas De Kowloon (The Walled City)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora