Tenía los informes de Torrente y Horacio, declarando más como víctimas que como agentes; Gustabo se había negado a cualquier participación con esto y tampoco quería comunicarse ni verlo, según le habían dicho. Eso era un problema que tendría que solucionar, ya que era evidente que Gustabo y Horacio eran blancos también, por razones obvias.
El resto de sus agentes tenían órdenes precisas de procurar por sus propias vidas. No se permitían patrullajes en unión, no se irían a casa solos, tampoco podían desconectarse de la radio durante su servicio por nada, y muchas otras medidas que solo serían de prevención.
Su investigación mientras tanto, seguía en pie.
- Le pusieron un precio a los policías –dijo Freddy, al otro lado de la línea.
- Eso está claro. El punto es, ¿Qué idiota entrará en esa jugada, conociendo los riesgos de meterse con un poli?
- Los más imbéciles –respondió el Trucazo-. Los demás están pensando en que hacer, no quieren buscarse problemas aunque les odien o la cifra sea grande.
Lo tenía todo, toda la información que necesitaba para proceder con cualquiera de esas bandas o criminales, pero no había pistas sobre el psicópata que estaba detrás de él. Era como si no existiera. Estaba la posibilidad de que no perteneciera a ninguna mafia, pero recordaba que le habían secuestrado varias personas, no podía estar solo del todo. Quizás era el tipo de jefes apartado de sus hombres, manteniendo una relación de orden y cumplimiento, y eso era bueno...
Tenía su notebook en la esquina de la mesa donde había desparramado toda su investigación. Seis cámaras en comisaria enviaban imagen directamente al dispositivo, mostrándole y transmitiendo el audio también. Conway vio a Volkov en aquellos videos, quien llamó su atención enseguida.
- Tu puta madre, Volkov.
Diego y Yuu salían cuando el entró al vestuario. Les vio susurrarse cosas por lo bajo y darse la vuelta hacia él. Usualmente, ambos eran muy tímidos con sus superiores, y Volkov esperó a que se decidieran quien era el que iba a hablarle.
- ¿Comisario? –acabó por obligarse Yuu-. Diego va a llevarme a casa, ¿Quiere que lo llevemos?
- No, está bien –denegó la oferta-. Tengo mi auto en el garaje central.
- ¿Está seguro? No nos costará nada llevarlo allá –intervinó Diego, con su sonrisa amable de siempre.
- Además, el Superintendente dijo... -añadió Yuu.
- Lo sé. Pero no se preocupen por mí, se cuidarme –aseguró.
Los chicos acabaron por aceptarlo y marcharse, volviendo a bromear entre ellos. Dejó el tema aparte y prosiguió a tomar sus cosas del casillero, incluyendo las llaves del Audi. Era cierto que podía haberlo dejado en el garaje de la comisaria, pero se había cruzado con Greco cerca de la plaza por la mañana, ayudándolo a detener a varios sujetos que estaban generando disturbios allí. En aquel momento, no había pensado en que tendría que caminar de comisaria hasta el garaje para recuperar el auto.
Se colocó su chaqueta de cuero y se adentró en la fría noche, saludando a los agentes que recién llegaban para cumplir su turno nocturno. Las calles parecían tranquilas y la luna iluminaba sin problemas.
Dos autos pasaron a toda velocidad, pero no era relevante. Lo que sí resaltaba, era el auto negro que estaba esperando a que el semáforo cambiará. Trato de tranquilizarse y pensar que tan solo eran dos cuadras, que podría llegar hasta su destino sin problemas.
Entonces escuchó pasos detrás de él y notó que la calle se volvía más oscura, alguien le acorralaba hacía el auto en la esquina. Estaba en el lugar perfecto. Su celular le asustó.
- ¿Tienes armas encima? –interrogó Conway, sin permitirle saludar.
- No. ¿Qué esta...?
- Toma el arma y sube a la moto –ordenó el mayor.
No entendía que estaba pasando, pero pronto escuchó una motocicleta acelerar a lo lejos y dirigirse hacia allí. Conway. Siguió caminando con normalidad, hasta que vio a la moto frenar en la esquina. En cuanto comenzó a correr, el sujeto a sus espaldas le siguió.
Los tipos del auto bajaron las ventanillas para disparar en el preciso momento en que sujetó la Ak-47 y se subió a la motocicleta. Devolvió los disparos, evitando que pincharán sus ruedas. Jack aceleró en sentido contrario, tratando de perderse en curvas y adentrándose en el primer callejón que encontró. El resto fue despistar siguiendo caminos sin sentido y lugares a los que el auto no podía llegar.
Los perdieron luego de un par de minutos y se alejaron del centro de la ciudad, Volkov supuso que hacía la casa del Superintendente. Todo está mierda desbordó un millón de preguntas, y el silencio de Conway durante todo el camino, solo lo ponía más nervioso.
Subieron al departamento del mayor en ese mismo silencio, ambos consumiéndose por dentro. La puerta se abrió y Jack le dio espacio para que pasara, quitándose el pasamontañas que cubría su rostro.
- ¿Me explicas que mierda hacías caminando solo? ¡Di órdenes claras, Volkov! –le empujó Conway.
- ¿Desde cuándo sabes esto?
- ¿El qué?
- Que vienen a por mí, ¿Desde cuándo? ¿Por qué no me dijiste? –necesitaba saber.
- No me jodas, ¡Pudo haber sido cualquier policía! ¡Para eso se los advertí!
- ¡Pero no estas cuidando a los demás! ¡Solo a mí! ¡Ese sujeto me quiere a mí, ¿Por qué no medijiste?!
Conway se tomó un momento para quitarse la sudadera, tirarla sobre el sofá y encenderse un cigarrillo.
- ¿Qué ibas a hacer si te decía? ¡¿Eh?! Nada.
- Al menos tendría claro a que me enfrento. Pero para ti es más fácil ocultarme cosas.
- Cosas de las que no tienes control.
- ¿Y tú sí? ¿Tú tienes control de la situación, Conway? –vio su silencio y tomó la palabra de nuevo-. Estas en una investigación que podía costarte la vida pero no era capaz de confiar en el CNP, aún sabiendo que caeremos contigo de todas formas.
- Son unos ineptos y de seguro, hay un sapo. No confió en nadie.
- ¿Y en mí?
Espero una respuesta, cuando Jack solo se dio la vuelta, dando una calada profunda a su cigarrillo e ignorándole.
- Años a su servicio, sacrificándolo todo por usted, sin miramientos cuando se trata de usted. Sería capaz de cualquier cosa, y lo sabe. ¿Aún no confía en mí? –insistió-. Quiero ayudar, pero no me deja, ¡Y he vivido con eso desde que le conozco! ¡Ya no quiero ser solo un observador!
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The Game
FanficLa vida de Conway no ha sido fácil jamás. Tiene un secreto, una debilidad. Nunca se ha llevado bien con los monstruos allá afuera, vendrán a por él y sabrán como romperlo. Ellos saben como hacer caer al Rey, ellos saben cuan frágil es. Volkway (C...