Pov Dabi
- ¡Dabi! - me irritaba la voz de esa mujer, su voz no era parecida y ni siquiera se acercaba a la de Shoto, solo quería terminar y que se largara.
Por más mujeres que estuvieran en mi cama ninguna se comparaba a Shoto. Su piel clara, su tono de voz al gemir y gritar mi nombre, sus ojos heterocromaticos, su cabello bicolor, el sabor de labios, su cuerpo e incluso su aroma, nadie podría reemplazarlo ni si quiera la mujer más experimentada en el sexo debido a que el cuerpo de Shoto se había acostumbrado al mío, sabiendo el cómo me gustaba, el cómo debería moverse e incluso las posiciones, él sabía todo eso, su cuerpo respondía al mío como uno solo, congeniamos tan bien en el sexo que incluso no sabía si era por el hecho de compartir lazos familiares o era por el hecho de que ambos nos deseábamos de la misma forma.
- ¿Cuándo repetiremos? -
-Nunca, quizás para otros hombres eres suficiente, pero para mí no, sabes dónde está la puerta- dije a lo que ella solo se vistió y se fue del lugar cerrando la puerta con fuerza maldiciéndome.
Odiaba esta situación, pero pronto desaparecería, ya que tenía todo planeado para regresar con Shoto. No me importaba tener que llevarlo lejos de aquí y encerrarlo, pero prefería que fuera por su propia voluntad así que lo mejor era tener todo un plan respaldándome.
Por más que culpara a Shoto de la situación eso no era verdad, quien tenía la culpa de todo era Enji Todoroki, pero debía agradecerle algo. Ahora tenía motivos para hacerle desaparecer, no me sumiría en la tristeza de estar sin la persona que, aunque me doliera admitirlo lo quería más que cualquier persona. No, esa no era mi forma de ser ¿Caer en la locura? Una completa estupidez, debía pensar correctamente, si quería algo lo conseguía sin importar la causa o la consecuencia, lo tendría conmigo sin importar que.
"Shoto Todoroki solo es mío"
Esta no era una jodida historia de un amor imposible. No, esta era la realidad y no esperaría un maldito final trágico, Shoto estaría conmigo sin que me importara lo que dijeran todos, la sociedad podría joderse, pero él y yo estaríamos juntos.
"No te preocupes Shoto, estaremos juntos más pronto de lo que te esperas, ya que a final de cuentas soy yo quien te ama, de manera tan enfermiza que duele no tenerte conmigo"
Jamás creí que el amor seria de esta forma, no pensé jamás sentir algo de tal forma, el odio no se compara, la venganza tampoco y eso es solo si no procede del amor ya que...
"¿Estar dispuesto a matar? No sabes lo que soy capaz de hacer por ti"
No debes odiarme a causa de lo que haré, no debes pensar en eso, jamás lo sabrás, no tienes que saber, debes permanecer ingenuo, yo te protegeré de todo, yo estaré para ti.
"Eres mío y yo soy tuyo"
.
.
.
El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos, tenía que esconder todo lo que había conseguido, era imposible que fuera Shoto así que ¿Quién podría ser?
Abrí la puerta encontrándome con alguien que conocía bien, por él es que Shoto se había acercado a mí en busca de ayuda, de cierta forma debía agradecerlo o quizás culparlo de lo que había crecido en mi interior.
- ¿Qué sucede? - le pregunte, jamás me intereso su nombre y ahora menos, pero parecía nervioso y un poco indeciso. - ¿Le sucedió algo a Shoto? - su forma de actuar me hacía preocupar. -Habla mocoso- le tome de su ramera acercándolo a mí. Podían quitarme lo que quisiera, pero no a Shoto.
-No es nada malo, pero...creo que deberías saberlo, lastime a Shoto con mis palabras sabiendo lo que siente por ti- no sabía de qué hablaba, pero el hecho de que Shoto estuviera bien me había tranquilizado mucho. -Y por lo visto te sientes de igual forma hacia el...así que creo que ambos deberían estar juntos, Shoto está mal y no creo que sea correcto lo que está haciendo-
- ¿De qué hablas? -
-Shoto comenzó a salir con un chico hace unas semanas-
- ¿Qué? - eso no podía ser, él había dicho que yo le gustaba, él sonreía por mí, tenía que ser un maldito error, pero ¿Si no lo era? ¿Qué debía hacer?
"Matar al maldito que le toco. Eso suena tentador"
-Sé que solo lo hace porque no quiere que nadie le juzgue de nuevo, así como yo lo hice...-
- ¿Dónde está? -
- ¿Shoto? Él está...con ese chico en su casa, se la pasa ahí-
-Dirección-
-Yo te llevare, no quiero que lastimes a ese chico, él no sabe nada- entre de nuevo a casa tomando las llaves y saliendo del lugar apresurando a aquel chico, si él estaba en casa de ese bastardo no quería imaginar lo que estarían haciendo, pero algo tenía claro, si le había tocado incluso un solo cabello lo mataría, quizás no frente a Shoto, pero en algún momento se encontraría solo.
Esperaba que supiera rezar porque no le perdonaría el pecado de tocar lo que es mío, después me las arreglaría con Shoto ya que también era culpable, aunque el pagaría de otra forma.
- ¿Es verdad que son hermanos? - pregunto aquel chico pecoso una vez estuvimos dentro de aquel taxi, suponía que Shoto le había contado al respecto así que no tenía por qué ocultar el tema.
-Lo es-
- ¿Y aun te gusta después de saberlo? -
-No espero que lo comprendas, pero cuando empecé una relación con Shoto no sabía nada al respecto y cuando lo supe ya era demasiado tarde, me había enamorado del así que por más que ambos quisiéramos no podemos dejar de sentirnos de esta forma-
- ¿No lastimaras a Katsuki? – suponía que ese el nombre del bastardo con el que estaba saliendo Shoto.
-Eso depende de lo que haya tocado- presentía que además de querer ayudarnos había un motivo personal de porque me había avisado ¿Le gustaba aquel chico? Si era así de cierta forma me estaba usando, pero ahora mismo no me importaba ser utilizado ya que podría evitar lo que Shoto quería lograr que sería hacerme a un lado.
Un gran error, nadie se desharía de mi de nuevo, porque, aunque Shoto lo negara mil veces estaba consciente de lo que sentía por mí.
"Amar es el crimen más grande del ser humano"
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OBSESSION [Finalizada]
FanfictionYaoi Boku no hero academia/My hero academia Dabi x Shoto Todoroki Existe una delgada línea entre el amor y la obsesión sin embargo, sigue siendo amor ¿No es así? Nadie lo comprende. El amor debería ser considerado un pecado, el pecado más grande...