Chapter XXXIII: Invierno

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Pov Dabi

Navidad estaba casi a la vuelta de la esquina y aun así no me emocionaba la fecha como tal y creo que para Shoto era de igual forma, suponía que ninguno de los dos tendría buenos recuerdos de esa fecha.

¿Celebrar? No estaba en mis planes algo como eso, pero si otras cosas que me parecían más interesantes que una cena además de que gracias a Rei ahora sabía algo más de Shoto.

- ¿Salir de viaje? - pregunto Shoto mientras acomodaba su ropa ya limpia.

- Así es, lo prefiero a quedarme aquí en estas fechas-

- ¿El señor Keigo? - bien él no estaba en mis planes.

- ¿Qué tiene? -

-Se quedará solo en esta enorme casa-

-No tienes que resaltar lo de "enorme"- suspire. –Puede venir con nosotros si así lo quieres-

-Sí, eso me gustaría. ¿A dónde iremos? -

- Tohoku-

- ¿Podemos ir a los baños termales? - pregunto con emoción, Shoto estaba más expresivo que de costumbre, me agradaba ese hecho exceptuando el hecho de que cualquiera pudiera verlo de esa forma.

- No soy fan, pero lo pensé por ti- debido a las vacaciones Shoto pasaba todo el tiempo aquí, molestándome si era sincero, aunque cuando no estaba cerca de mí no me gustaba, verlo hacer sus cosas me agradaba ya que sabía que él estaba ahí. Sin alejarse de mí.

. . .

- ¿Tienes todo listo? - el asintió, al final solo habíamos sido nosotros dos debido a que Keigo tenía planes, lo prefería de esa forma ya que habíamos sido interrumpidos en varias ocasiones por Keigo quien parecía no saber tocar la puerta o darnos privacidad. La última vez fue la más vergonzosa para Shoto debido a que esa vez él se encontraba encima de mi montándome y diciéndome mi nombre o más bien gimiéndolo por esa bonita boca que tenía, igual no pare por el hecho de que Keigo entrara, fue vergonzoso para Shoto, pero a mí me dio igual.

Debía dejar recordar momentos íntimos con Shoto, me estaba excitando de solo recordarlo.

- Dabi- la voz de Shoto me saco de mis recuerdos. - ¿Vamos? – comencé a besarlo introduciendo mi lengua en aquella húmeda cavidad, el dulzor de sus labios no se perdía o no sabía si era yo quien imaginaba que todo de Shoto era dulce y adictivo. Poco me importo que se nos hiciera tarde, quería hacerlo mío otra vez y daba igual que estuviéramos en puerta de entrada. Hacerlo en el suelo, creo que jamás lo habíamos hecho de esa forma. –Vamos a perder el...-

-Shh...es tu culpa- coloque su mano encima de mi pantalón sintiendo el bulto que yacía ahí. –Así que hasta cargo-

-Llegaremos tarde y tú no te tardas quince minutos precisamente- creo que no lo sabía, pero ese era todo un halago para mí.

-Hazlo con tu boca y será más rápido- no dijo nada solo se puso en cuclillas, bajo la bragueta del pantalón, aunque le ayude un poco bajando mis pantalones y mi ropa interior, me gustaba esa mirada inocente que hacia mientras comenzaba a tocar mi miembro, como me excitaba ese niño.

Metió mi miembro en su boca y comenzó a mover su cabeza de manera lenta, tome su cabello y marque un ritmo, la humedad de su lengua se sentía increíble, quería venirme en su boca de una vez, el me miro con aquellos bellos ojos bicolor y no pude evitar jalarlo más hacia mi metiéndome a profundidad en su cavidad bucal, me aparto con brusquedad comenzando a toser.

-Eres un bruto-

-Pero te gusta- cuando se calmó un poco volvió con su trabajo aumentando el ritmo mientras me veía a los ojos, sabía que me excitaba que me viera de esa forma así que hacerme correrme fue cuestión de minutos, quiso apartarse, pero lo tome con brusquedad del cabello impidiendo que saliera mi líquido de su boca o que intentara escupirlo. –Trágatelo- me miro con duda, pero obedeció y así lo solté.

-Te odio-

-Eso dices- Shoto se levantó del suelo y se fue a su habitación de nuevo, suponía que se enjuagaría la boca debido a lo que le había hecho hacer, tenía que probar hacer más cosas con él.

. . .

- ¿Estas enfadado? - el negó, habíamos llegado antes de perder el transporte así que no le veía el problema y él me estaba evitando, no me veía directamente, así que podía afirmar que lo estaba. –Si no me vas a hablar, cuando lleguemos no te dejare salir de la habitación en todo el día- y aun ante esta advertencia siguió ignorándome, debía saber que no estaba jugando cuando hacia ese tipo de amenazas ¿Acaso quería que le tuviera amarrado a la cama mientras me divertía con su cuerpo? Si eso era lo deseaba lo obtendría.

. . .

Llegamos en la tarde, Shoto parecía tener un poco de hambre debido al sonido de su estómago que intentaba ocultar en vano. Era mi obligación alimentar a mi gatito.

-Dejemos las cosas en el hotel y vayamos a comer afuera- al menos esta vez sí me miro y asintió, si le ofrecía soba fría es obvio que me perdonaría.

- ¿Cuándo es tu cumpleaños? - pregunto mientras caminábamos buscando un lugar para comer.

- ¿A qué viene la pregunta? -

-Quiero saber-

-Si me darás un regalo será mejor que te desnudes y te ates con un moño-

-No te daré nada-

- 18 de enero-

- Eso es...-

- El tuyo es antes- para dar sorpresas era pésimo, este viaje no era por "Navidad" era más bien el regalo de Shoto, aunque eso no se lo diría directamente, le dejaría creer lo que él quisiera.

- ¿Cómo lo sabes? -

-Rei me lo dijo- Debido a la muerte de Enji, Rei había dejado el hospital, aunque debía ir a sus chequeos médicos con frecuencia, ella también tenía parte de la herencia y de hecho la casa principal se encontraba a su nombre y es en la que actualmente vive teniendo frecuentes visitas de Shoto y mías, ignorando el hecho de que ninguno le había dicho el tipo de relación que teníamos, aun no era el momento para hablar del tema.

Fuyumi y Natsuo no estuvieron de acuerdo con esos hechos, pero después de tener una muy amena y amistosa conversación con Natsuo en un callejón cambio de opinión.

- Podríamos celebrar juntos nuestro cumpleaños-

-No es necesario-

-Pero...-

-Que estés conmigo ese día es suficiente- no era cursi y sin embargo ese comentario había sonado como algo así. –Y si te pones el moño seria el regalo deseado-

-No lo haré-

- Entonces...solo quédate conmigo- me acerque a el y le susurré eso último al oido para después seguir con mi camino.

- No tenías que pedirlo- susurro, aunque si había escuchado eso último, de verdad que Shoto era la persona que me hacía feliz con tan solo unas simples palabras aunque no se lo demostraría.

Mientras caminábamos la nieve se hizo presente debido a las fechas en las que estábamos, creo que el mayor recuerdo que conservaré hasta el final seria el de aquel chico de cabello raro, piel blanca y ojos bicolor bajo los copos de nieve. 

-Esta nevando- dijo. Era aquella vista la que podía considerar la mas hermosa de todas. Rodeado de aquella fría y blanca nieve estaba la persona a la cual aunque no se lo dijera con frecuencia era a quien amaba aunque se tratara de mi propio hermano.

OBSESSION [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora