Todos se nos quedaron mirando como si estuviesen analizando punto por punto los pros y los contras de creernos, y yo jugueteé con los dedos sobre el artefacto de Régar con nerviosismo.
–Bien, y ¿cuál es el plan? –soltó Tai mirando a Jake.
–Espera, Tai, ¿vas a confiar en él tan fácilmente?
Matt apoyó con fuerza una mano en el hombro de Davis y este hundió el hombro.
–Ha dejado que le pegaras cuando podría haberte partido el cuello –le dijo Matt–. Deberías darle las gracias por dejar que te desahogaras.
Davis se quedó mirando a Jake con la cara arrugada, supongo que dudando de si fiarse o no del chico con el que había ido a clases de Historia durante un año. Y era normal. Al final, Tai le hizo un gesto a Jake para que hablara.
–A nuestro alrededor hay una cúpula que nos cubre, pero solo Ari puede verla –explicó Jake, y todos miramos a nuestro alrededor. ¿Nadie más la veía?–, y nadie más que ella puede decidir quién entra y quién sale de aquí. Régar y sus hombres ahora mismo deben estar buscándonos y no tardarán mucho en llegar –me miró. Ah, qué serio–. Cuando lleguen, Ari les dejará entrar, pero no les dejará salir bajo ninguna circunstancia, porque puede resultar peligroso para el resto del mundo.
–¿Y por qué los hemos traído a nuestro mundo si es tan peligroso? –preguntó Yolei.
–Porque todos nosotros tenemos ventaja si estamos en nuestro mundo. En aquella dimensión, la ventaja es de ellos.
–Tú también eres uno de ellos, ¿no? –Izzy parecía que se había dado cuenta de que Jake tenía más bien poco de humano–. Pierdes ventaja en nuestro mundo.
–A medias –matizó–. Yo también soy medio humano, y me he criado aquí. Ellos están demasiado acostumbrados a moverse entre dimensiones, así que en realidad poco les importa estar aquí o allí.
Izzy se llevó una mano a la barbilla.
–¿Vienes de otra dimensión? –le preguntó TK desde el suelo.
–No exactamente. Pero no podemos hablar de eso ahora porque no tenemos tiempo.
–Jake quiere que su mundo atrape a esos hombres –les dije.
–Quiero que Ofiuco, el mundo del que vienen, los atrape y los condene como deben. Y para ello necesito que Ari los retenga aquí –añadió él–. Desde este lugar, ni siquiera ellos podrán escapar ni teletransportarse a otro mundo si Ari no quiere. Dentro de esta cúpula, ni siquiera podemos teletransportarnos de un lugar de la cúpula al otro –todos parecían prestarle mucha atención de pronto, y yo no pude culparles por ello–. Las autoridades de Ofiuco ya están avisadas de que hay sombras llevando a cabo trabajos ilegales fuera de su dimensión, y no deberían tardar demasiado en dar con nuestro paradero... si es que vienen.
–¿Si es que vienen? ¿No sabes si van a venir? –interrumpió Sora.
–No sé hasta qué punto mi aviso puede haberlos alarmado... Es una historia larga, pero tuve que avisarlos muy rápido porque tenía poco tiempo y no podía mostrarme del todo ante ellos. Pero están avisados. La cuestión es si se tomarán ese aviso del todo en serio o no. No conozco exactamente cuáles son sus métodos y cómo de seria se toman la justicia.
–Te criaste aquí, en nuestro mundo –recordé.
–Y también nací aquí. De sombra solo tengo parte de mi ADN.
–¿Y qué pasará si no vienen? –Izzy entrecerró los ojos.
Noté cómo Jake tragaba saliva y se lo pensaba antes de responder.
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Mi historia Digimon
FanfictionAño 2005. Me llamo Ari Kitori y soy amiga de TK y Matt desde que éramos muy pequeños. Hace ya tiempo que me contaron las historias de sus aventuras con los digimon y con el Mundo Digital... y ahora seré yo la que viva mi propia historia junto a ello...