| 3 | Piénsalo.

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*Narra Alina*

Cuando entré al salón, iba a saludar a mamá pero hice silencio porque estaba hablando por teléfono.
Dejé el bolso y las llaves en la habitación, me quité las zapatillas y me puse las pantunflas.
Fuí a la cocina, llené un vaso de agua y fuí hasta el salón.
Me senté en el sofá que estaba en frente de ella.

─ sí, entiendo -la miré unos segundos y luego cogí mi móvil.- sé que es complicado porque estamos en el tercer trimestre, pero...-hizo silencio.- vale, sí, veré qué hago. Gracias.

Colgó y suspiró.

─ hola cariño, ¿qué tal Aurora?

─ muy bien, dijo que mañana vendrá a visitarte.

─ que bien.

Se hizo un silencio. Las dos nos estábamos mirando.

─ suéltalo ya -dije.-

─ sé que no quieres, pero te lo pido cómo un gran favor -la interrumpí.-

─ mamá -me interrumpió.-

─ estoy hablando yo, Alina -rodé los ojos.- han intentado buscar sustituta, pero no encuentran. Sabes que el tercer trimestre siempre es difícil que quede algún profesor suelto por ahí. Así que me han dicho que si no aparece un sustituto, se verán en la obligación de contratar a un nuevo profesor, ¿sabes que significa eso? que me despedirán cuando termine mi baja médica.

Froté mi frente varias veces.

─ acepta, ¿sí? nadie te mandó a estudiar la misma carrera que hice yo, si hubieses hecho otra, no te estaría molestando. A parte, te servirá de distracción para que no estés pensando tanto en el idiota de Grayson.

─ ¿no tengo elección?

─ no quiero que te sientas obligada cariño, sólo quiero que pienses en que perderé mi trabajo.

─ ¡wow! y no quieres que me sienta obligada.

Ella suspiró.

─ está bien, sabes que no te obligaré. Llamaré y diré que contraten a otro profesor -cogió el móvil. Mordí mi labio y cerré los ojos muy fuerte.-

─ de acuerdo mamá -suspiré.- iré a sustituirte.

─ ¡gracias mi amor! llamaré en seguida y avisaré.

Llamó a la universidad. Habló muy emocionada diciendo que yo iría.

─ bien, tienes este fin de semana para ponerte al corriente. Los alumnos ya han perdido esta semana. Necesito que entres a mi despacho y me traigas mi maletín.

Le hice caso.

El resto de la tarde estuvo hablándome de los trabajos que harán las personas que tienen algunos trimestres suspensos, los exámenes que tendría que hacerles, y de los trabajos que tendrán que presentar para subir más nota. Me enseñó los listados de los alumnos y me habló un poco de ellos.

─ ¿podemos seguir mañana? tengo que hacer la cena.

─ por supuesto cariño.

Recogí todo y lo llevé a su despacho.

                                     •••

Al día siguiente, continuó explicándome cosas.
Cuando Aurora vino, la saludó y se sentó en frente de nosotras.

─ ¿qué hacen?

─ Alina me sustituirá.

─ ¡wow! eso es increíble Alina, ¿no te da emoción? volverás a dar clases después de siete años sin pisar una universidad.

─ bueno... si tú estuvieras dando clases en esa universidad, a lo mejor no me importaba tanto, pero cómo no es el caso, ni me va ni me viene.

─ a mí también me gustaría que estuviésemos juntas otra vez. Sabes que echo de menos nuestros descansos juntas -sonreí.- pero míralo por el lado bueno, te distraerás un poco.

─ eso le digo yo -dijo mamá.-

─ señora Charlotte, tenemos que hacer algo, parece que su hija tiene la cabeza hueca, no entiende que su matrimonio está irremediablemente roto.

─ ¡ay hija! yo estoy cansada de luchar con ella, por más que le demos consejos, terminaré haciendo lo que se le pegue en gana.

─ ¡oigan! ¡que estoy aquí!

─ ¿y estás escuchando lo que decimos? -preguntó Aurora.- porque espero que se te quede algo en esa cabezita hueca que tienes.

Rodé los ojos sonriendo. 

─ ¿pueden dejarme en paz?

─ muy bien, tú sabrás lo que haces con tu vida -dijo mamá.-

                                    •••

Al día siguiente fuí a casa a buscar más ropa.
Para mi sorpresa, Grayson estaba ahí.
Se paró del sofá y me siguió hasta la habitación.

─ no quiero que te vayas.

─ cómo si te importara.

─ Alina, por favor...

─ ajá Grayson.

─ puedo buscar una enfermera para tu madre -lo miré.-

─ no gracias, es mi madre, prefiero estar mil veces con ella, a estar aquí.

─ Alina -lo interrumpí.-

─ estoy pensando en el divorcio.

─ ¿qué? -se acercó más a mi.- Alina, sé que estamos pasando un mal momento -me tomó de la mano.- pero yo te amo, estoy mucho tiempo fuera por el trabajo. Te prometo que arreglaré todo para que estemos cómo antes.

─ me has prometido eso muchas veces.

─ lo sé, y perdóname -acarició mi mejilla.- cariño, sabes que eres la mujer de mi vida. Te pido perdón por no estar atento a ti este tiempo.

─ Grayson -me interrumpió.-

─ piénsalo, ¿sí? no te agobiaré, te dejaré tu espacio. Sólo quiero que sepas que te amo.

Nos quedamos mirando un momento en silencio.

─ lo pensaré -dije al fin.-

─ bien -dijo sonriendo.-

─ sustituiré a mamá en la universidad.

─ ¿volverás a dar clases?

─ sólo hasta que mamá se recupere.

─ de acuerdo, sabes que no me gusta que te dediques a eso.

Fruncí el ceño.

─ sabes que amo la carrera que elegí.

─ no discutiremos por eso. Si es tu decisión, te apoyaré.

Asentí no muy convencida.

Terminé de coger ropa y bajamos.

─ ¿te llevo?

─ no, le pediré a Taylor que me lleve. Nos vemos pronto, Grayson.

─ cariño -me giré a verlo. Tomó mi cara con sus manos y me dió un beso pequeño.- te quiero -susurró.-

No dije nada y me separé.

─ chao.

Salí y me monté en el coche.

No quiero ilusionarme, no es la primera vez que me hace esto. Ya lo conozco, y sé que en cuento vea que me tiene comiendo de su mano, volverá a lo de antes.

Mi sexi profesora //TERMINADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora