Mi sexi profesora //TERMINADA//

| 11 | Un regalo.

*Narra Alina*

Entre los dos preparamos la comida. Dejé la de mamá en la mesa que ella come y nosotros nos sentamos en la mesa.

── me gustaría que conocieras a Aurora, es mi mejor amiga.

Él sonrió.

── yo encantado.

── ¿puedes quedar el sábado?

── sí.

── de acuerdo, hablaré con ella.

Asintió.

── ¿y tú familia?

── en New York, estoy aquí porque la beca me la dieron para la universidad de aquí.

── debes sentirte sólo sin ellos.

── me siento sólo todos los días -los dos nos miramos.-

── ahora me tienes a mí -dije. Sonrió.-

── y eso me hace muy feliz, preciosa -sonreí.-

Cuando terminamos de comer, recogimos.

Sonreí cuando me abrazó por detrás.

── gracias por invitarme a comer.

── ¿ya te vas?

── sí, tengo que ir a trabajar.

Solté la esponja y me giré a verlo, pasé los brazos por su cuello.

── eres muy guapo, ¿sabías?

── fué a hablar la mujer más preciosa del mundo entero.

Mordí mi labio sonriendo.

── no nos veremos hasta mañana, ¿verdad?

── exacto. Salgo muy tarde del trabajo y luego me pongo a estudiar.

── está bien, ¿quieres llevarte mi coche?

── no, preciosa.

── llévatelo, así vienes a buscarme mañana y nos vamos juntos.

── mmm, me lo llevaré porque me gusta esa idea.

Sonreí.

Se acercó a mi boca y rozó nuestros labios.

── me encantas -susurró aún rozando nuestros labios.-

── bésame ya -sonrió para luego besarme. Por sus besos, noto que de verdad le encanto. Me besa con mucho deseo y pasión. Grayson nunca me besó así. Vince hace que vuelva a sentirme deseada y sexi.-

── si no fuera por el trabajo, me quedaría pegado a ti todo el día.

Sonreí.

── ¿también trabajas los fines de semana?

── no, así que prepárate para aguantarme todos los fines de semana.

No pude evitar reír.

── es lo que más deseo -dije al fin. Me miró a los ojos durante unos segundos, estaba sonriendo de una forma muy bonita.-

── gracias por estar conmigo, Alina.

── gracias a ti por insistir tanto hasta que al final me conseguiste -apoyó su frente en la mía.-

── ¿cómo no iba a hacerlo? haces que mi corazón vaya más de prisa -me besó nuevamente.- iré a despedirme de tu madre.