| 13 | ¡Ay dios mío!

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*Narra Alina*

Terminé de hacer el desayuno y volví a su habitación.
Me tumbé a su lado, en la cama.

─ cariño -no se movió. Me acerqué a él y besé uno de sus hombros, estaba durmiendo boca a abajo. Esta vez se movió.- despierta dormilón.

─ ¿Alina? -se frotó uno de los ojos.-

─ ¿esperabas a alguien más? -sonrió.-

─ no esperaba a nadie, es sólo que me sorprende que estés aquí.

─ quería verte -se puso boca a arriba.-

─ vaya gustazo despertar y verte -sonreí.- dame un beso.

Me acerqué y lo besé. Mientras nos besábamos, me puse encima suyo con una pierna a cada lado, lo que conllevó a que mi vestido se subiese. Él fue bajando las manos. Sonrió en medio del beso cuando dejó sus manos en mi culo, el cuál se encontraba al descubierto.
Su miembro no tardó en reaccionar debajo de mí.
Me separé y lo miré.

─ ¿quieres un mañanero?

─ ¡Vince! -grité sonriendo.-

─ ¿qué? estás semi desnuda encima de mí, claramente iba a reaccionar.

Negué sonriendo y me quité de encima suyo.

─ no -se quejó.-

─ he hecho el desayuno, así que levántate -me bajé de la cama.-

─ ¡ay dios mío! -acomodé mi vestido bajo la atenta mirada de él.- eres tan sexi. Tengo ganas de arrancarte ese tanga, y ese jodido vestido no hace más que calentarme el doble.

Sonreí.

─ ¿te gusta la ropa interior?

─ ¿qué si me gusta? -se bajó de la cama.- me fascina cómo te queda, aunque claro está que debes verte mucho mejor desnuda.

Sentí mis mejillas arder. De alguna manera esto me da vergüenza.

─ no tengas vergüenza -acarició mi mejilla.-

─ hace años que no me decían nada así, que no me sentía sexi. Grayson fué apagando ese lado. Pero tú, en cuestión de días, has hecho que me sienta la mujer más sexi del mundo.

─ es que eres la mujer más sexi del mundo -susurró para luego besarme. Sonreí en medio del beso.- no quiero que te estés acomplejando ni que tengas vergüenza. Eres una mujer preciosa, Alina, y yo haré que te des cuenta de eso.

Sonreí.

─ eres un encanto, cariño -sonrió y besó mi mejilla.-

─ voy al baño.

─ está bien.

Él fue al baño y yo a la cocina. Tardó mucho en venir. Sonreí al verlo, se ve tan sexi con sus tatuajes y en calzoncillos.

─ ¿por qué has tardado tanto?

─ porque estaba descargando a mi amigo -dijo sonriendo. Negué sonriendo.- no iba a aguantar más tiempo así -se acercó y me abrazó. Lo abracé por la cintura y puse mi cara en su pecho. Cuando besó mi pelo nos separamos.-

Nos sentamos en la mesa y empezamos a desayunar.

─ gracias por esto, princesa -dijo cuando terminamos.-

Sonreí.

─ quería consentir un poco a mi novio.

Sonrió.

─ ven aquí -me levanté y me acerqué a él. Separó su silla de la mesa y me invitó a sentarme encima suyo, así lo hice. Pasé un brazo por su cuello cuando me abrazó y apoyó la cabeza en mi pecho.- me hace tan feliz que estés conmigo.

─ oh, cariño -dije sonriendo. Lo abracé con los dos brazos y besé su pelo.- a mí también me hace muy feliz que estés conmigo, hace varios años que no era así de feliz.

─ me alegra saber que te he devuelto la felicidad -besó mi pecho y volvió a apoyar la cabeza en este.- en vacaciones viajaré a New York a ver a mi familia, suelo ir todas las vacaciones. ¿Te gustaría ir conmigo?

─ ¿de verdad?

─ por supuesto, quiero que conozcan a mi mujer. Aunque te aviso de antemano, Alison es muy celosa conmigo, puede que al principio no le caigas bien.

Fruncí el ceño.

─ ¿quién es Alison?

─ mi hermana, tiene dieciséis años.

Sonreí.

─ de acuerdo, pero estoy segura de que terminaremos llevándonos bien.

─ eso espero -estuvimos en silencio durante unos segundos.- ¿hace cuánto se conocen Grayson y tú?

─ hace nueve años, pero llevamos siete casados.

─ sonará cruel, pero me alegro de que no haya funcionando, ese imbécil no supo darte lo que necesitabas, y yo sí lo haré.

Cogí su cara con mis manos y lo besé. Cuando nos separamos, nos quedamos cerca.

─ ¿cómo va el tema del divorcio?

Suspiré.

─ no lo sé, tengo que preguntarle al abogado.

─ de acuerdo -apartó unos mechones de pelo de mi cara.- ¿quieres tener hijos?

Aparté mi cara.

─ ¿qué pasa?

─ nada, es que...-me tomó de la barbilla e hizo que lo mirase.-

─ tú querías tener hijos y Grayson no, ¿es eso, verdad?

─ ¿cómo lo has...-me interrumpió.-

─ llevaban casi una década juntos, es raro que no acabaras embarazada.

Suspiré.

─ yo quiero tener hijos, él no.

─ ¿entonces por qué te casaste con él?

─ porque me prometió que más adelante sí tendríamos, pero era mentira.

Agaché la cabeza.

─ Vince...¿tú si quieres tener hijos?

─ te daré todos los hijos que tú quieras -lo miré. Estaba sonriendo.- si quieres diez hijos, pues tendremos diez hijos.

─ pero dentro de cuatro o cinco años.

─ será cómo tú quieras, princesa.

Sonreí y lo besé.

Mi sexi profesora //TERMINADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora