| 18 | Que se jodan.

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*Narra Vince*

Cuando llegamos a su casa, su madre salió a ayudarme.

─ lo siento Vince -dijo su madre cuando lo dejamos en su cama.-

─ no se preocupe, es mi mejor amigo, no lo dejaría tirado en ese estado. Cuando despierte, dígale que tenemos algunas cosas de las que hablar.

─ está bien.

Salí y fuí a casa. Dejé las llaves en la entrada.
Me quité la camiseta y la tiré al sofá.
Fuí a la cocina, bebí agua y luego me dirigí a la habitación.
Sonreí cuando la ví, estaba durmiendo boca a abajo. Nuevamente tenía una de mis camisetas puestas, estaba en ropa interior y destapada.
Miré su culo un momento, normal que anden todos de putos pervertidos.
Llevé las manos al vaquero y lo bajé quedando en boxers.

─ pero que se jodan, ese culo es mío y nadie más lo tocará -susurré.-

Me subí a la cama y me acerqué a ella.
Besé una de sus nalgas y luego pasé a la otra.
Bajé su tenga con cuidado de despertarla, al quitárselo, lo lancé al suelo y separé un poco sus piernas.
Mordí mi labio mientras pasaba mis dedos por su sexo.
Me acerqué y primero le dí un beso para luego empezar a lamer.
No tardó en reaccionar, movió su cuerpo según lamía su parte íntima.

─ Vince -gimió. Sonreí sin apartar mi boca de su sexo.
Levantó un poco su culo, aproveché y me puse boca a arriba, levanté más su cintura y me puse debajo de ella. Se sentó dejando su vagina en mi boca.
Me miró sonriendo.
Mordí con cuidado y luego succioné.-

─ joder -se quitó mi camiseta quedando completamente desnuda. Apretó sus pechos y se movió en mi boca.
Sin duda, verla desde aquí abajo y saber que le provoco estos gemidos, que yo la hago feliz, que ha decidido estar conmigo y con nadie más, me hace el hombre más feliz del mundo.
Mi mujer, que es la mujer más hermosa que he visto, podría estar con cualquier otro, y sin embargo, está conmigo. Sólo le pido a dios que yo si pueda hacerla feliz y darle los hijos que quiere, porque ella merece ser la más feliz de todas.-

Cuando se corrió, absorbí todo su líquido. Me miró mientras mordía su labio.
Apartó su vagina y se puso completamente encima de mí. La abracé por la cintura y sonreí al ver la forma en la que me miraba.

─ ¿qué pasa?

─ eres increíble. Nunca había estado en esa postura.

─ ¿te ha gustado? -acaricié su mejilla.-

─ sí, me encanta todo lo que me haces.

─ me alegra escuchar eso. Te daré todo lo que me pidas y me dedicaré a hacerte las mujer más feliz del mundo.

─ amor -sus mejillas se pusieron un poco sonrojadas.- soy la mujer más feliz del mundo desde que estamos juntos -habló cerca de mi boca. Bajé mis manos hasta su culo y lo apreté.-

─ mi culona -dije sonriendo. Se apartó antes de besarme.-

─ ¿culona?

─ sí, ¿no has visto tu culo?

─ es normal, cómo el de todas -negué sonriendo.-

─ veo que no eres consciente de lo que ese enorme culo provoca cuando pasas por algún lado.

─ ¿qué provoca?

─ ¿en serio no lo sabes?

─ no, dime.

─ creí que te habías dado cuenta de cómo te miran todos los chicos en la universidad. Cuando pasas cerca, están que babean, y no sólo por tu culo, dios te ha dotado de unos buenos pechos, pechos que resaltan mucho cuando vas con camisas ajustadas -sus mejillas se pusieron más rojas.- y no voy a mentir, a mí también me tienes babeando.

─ la diferencia es que tú eres mi novio. Creo que dejaré de ir con ese tipo de ropa a la universidad.

─ ¿por qué? es normal que te miren, estás para comerte completamente, que decidas cambiar de ropa, no ocultará tu precioso cuerpo y lo hermosa que eres. A mí en especial me gusta cómo te vistes. Eres preciosa y tienes derecho a vestirte cómo tú quieras, no dejes de vestirte así por cómo te miran, lo importante es que no te toquen.

Mordió su labio sonriendo.

─ me encanta tu mentalidad. Me haces sentir muy bien.

Giré dejándola debajo.

─ tienes que aprender a quererte más, mami, si te vieras con los ojos que yo te veo, te enamorarías de ti misma.

Sonreí cuando empezó a reírse.

─ te lo digo en serio -hablé cerca de su boca cuando se calmó. Le dí un beso pequeño y me separé.- ¿cenaste?

─ no, te estaba esperando.

─ de acuerdo. Yo haré la cena -me quité de encima y le extendí mi camiseta. Se la puso y se bajó de la cama.-

─ ¿mi tanga?

─ allí -señalé el suelo. Miró y luego me miró a mí.- ¿qué? yo sólo pensaba en comerte, me daba igual dónde acabara la ropa -sonrió y negó con la cabeza. Se acercó y lo cogió. Observé cómo se lo ponía.- te follaría ahora mismo, pero eso conllevaría a una cadena de sexo durante toda la noche, y no se puede porque luego tengo que estudiar un rato.

Sonrió y se acercó. Me abrazó por la cintura y me miró.

─ aguantaré hasta el fin de semana siguiente.

─ yo no -dije sonriendo.-

─ ya veremos que haremos -dijo sonriendo.-

Le dí un beso pequeño y luego la tomé de la mano.
Una vez en la cocina, la tomé de la cintura y la senté en el encimera.

─ ¿dónde estabas? -me preguntó.-

─ fuí a comer con Diego y luego fuimos a un bar.

─ ah.

─ se emborrachó y lo llevé a su casa.

─ ¿tú no bebiste?

─ yo andaba con tu coche, no podía tomar. De todas formas, no iba a tomar, hoy tengo que estudiar hasta tarde, mañana tengo exámen.

En este capítulo he puesto un gif, ¿pueden decirme si lo ven? Porque he tenido varios problemas para ponerlo, no me dejaba.
Cuando entro al capítulo para comprobar si está, a veces está y otras no.
Díganme plis

Mi sexi profesora //TERMINADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora