| 17 | No eres el único.

527 30 1
                                    

*Narra Vince*

Los dos estábamos desayunando en silencio.
Hace varios minutos le pidió a su amiga Aurora que le echase una mano con su madre, preparándole el desayuno.

─ Vince -levanté la mirada del plato y la miré.- ¿por qué quieres que hagamos un trío? yo no quiero tener relaciones sexuales con nadie más que no seas tú.

Solté un suspiro de alivio y sonreí.

─ cómo me alegra escuchar eso.

─ no entiendo, tú propusiste eso.

─ lo propuse por si alguna vez tienes ganas, sé que con Grayson no has conocido nada sobre sexo a parte de lo normal. Lo propuse, pero no me hizo ninguna gracia pensar en que otro hombre te follaría. Yo no podría hacer un trío con otra mujer porque ya tengo a la que quiero delante de mí, pero yo no sé si soy suficiente para ti, si te complazco cómo te gusta, por eso te dije lo del trío.

Sonrió y se puso de pié. Separé mi silla de la mesa. Pasó una pierna por encima de las mías y se sentó encima de mí, cara a cara. Rodeó mi cuello con sus brazos y acarició mi pelo por detrás.

─ cuando me hablaste del trío, pensé que yo te importaba poco cómo para aceptar que otro hombre me follara. No quiero estar con nadie más que no seas tú, en una noche me has dado lo que Grayson no supo darme en nueve años. Además, somos una pareja, para que hagamos algo, los dos tenemos que estar de acuerdo.

Sonreí y cogí su cara con mis manos. La besé, me siguió el beso.

─ me encantas, mujer -hablé pegado a sus labios. Sonrió. Bajó una mano hasta mi bóxer y sacó mi miembro. Sonreí en medio del beso. Cogí mi miembro y lo puse en la entrada de su vagina.- me encanta que estés sin ropa interior.

Sonrió.

─ tomaré nota -habló cerca de mi boca. Se fue dejando caer encima de mí. Antes de llegar al final, se quedó quieta un momento. Los dos sonreímos.
Terminó de sentarse completamente y mordió su labio.- joder, creo que nunca me acostumbraré.

─ mientras más lo hagamos, más te acostumbrarás -mordí su labio y lo chupé. Me empujó por la nuca para besarme mejor.
Empezó a cabalgar mi miembro. Primero, lento, y luego, aumentó el movimiento. La tomé de las piernas y la ayudé.
Mi pene se mojó con su líquido, ella estaba a punto de llegar al orgasmo.-

─ Vince -gimió. Su cuerpo se sacudió unos segundos. Se quedó quieta encima de mí mientras recuperaba la respiración.
No tardó en volver a moverse.-

─ ¿qué haces, mami? -gemí.-

─ tú aún no has llegado al orgasmos, mañana tomaré la píldora.

No tardé en correrme. Eché la cabeza hacia atrás unos segundos, luego la miré. Estaba sonriendo, sonreí y mordí mi labio.

─ eres la mejor.

Me besó nuevamente.

─ me arreglaré para irme.

─ no, pero...-hice puchero. Por más que le pidiese lo contrario, no cambiaría de opinión.- no seré egoísta, tú madre también te necesita.

─ podemos dormir esta noche juntos.

Sonreí.

─ eso lo arregla todo.

Se quitó de encima de mí.

─ vamos a la ducha -dijo alejándose. Mordí mi labio y la seguí.-

                                      •••

Se fué después de ducharnos.
Me iba a quedar en casa, pero Diego llamó y dijo que quería que comiéramos juntos porque hace tiempo no quedamos, sólo nos vemos en la universidad.
Me vestí y fuí en el coche de Alina a recogerlo.
Estaba parado en la puerta de la casa de su madre.
Se acercó y subió.

─ ¿a dónde vamos?

─ a comer y por la noche podemos ir a ver a unas amiguitas -sonreí y negué.-

─ a la única que veré esta noche es a mi mujer.

─ no se va a enterar, hombre.

─ no se va a enterar porque no voy a ver a más nadie que no sea ella -solté un suspiro.- Diego, eres mi mejor amigo, ya te he dicho que esa mujer me tiene perdidamente enamorado, así que cómo mejor amigo que eres, no trates de sacarme de lo correcto, porque terminaré enojándome. Estoy enamorado de Alina, la quiero y la respeto. El pasado es pasado, ahora mi presente y futuro es Alina, entiéndelo.

─ disculpa Vince, no te creía cuando dijiste que dejarías el tema de las fiestas, creía que sólo era un capricho que ya se te pasaría. Si de verdad la quieres, no insistiré en que arruines tu felicidad, porque eres mi mejor amigo y me gusta verte feliz, más si por fin has encontrado a alguien que te ha movido el corazón.

Sonreí.

─ bien, gracias.

Fuimos a un restaurante a comer. Él se bebió algunas copas, yo no bebí nada porque conduciría.

A la salida del restaurante, me hizo entrar a un bar.
Pero claro está, que el único que bebía era él.

─ sabes, yo también quiero encontrar a una mujer cómo la tuya.

─ la encontrarás, te lo aseguro.

Se bebió un chupito y negó.

─ no lo creo. Quiero que sea cómo Alina, con ese culazo que se le ve delicioso con esas faldas que usa, y sus pechos, dios, se ve tan sexi con esas camisas ajustadas que us -lo interrumpí.-

─ Diego, estás hablando de mi mujer, respeta por favor -dije enojado.-

─ perdona amigo, pero es la verdad, no eres el único que babea por esa mujer. Todos los chicos están cómo locos por follársela.

─ lo sé, ¿crees que no me doy cuenta cómo la miran los demás? y ya deja de tomar, porque si dices algo indebido de ella, te partiré la cara, y no quiero porque sé que estás borracho.

Alejé el chupito de su boca.

─ levanta que nos vamos.

─ pero Vince -lo interrumpí.-

─ nos vamos.

Mi sexi profesora //TERMINADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora