| 31 | ¿Lista?

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*Narra Vince*

Tiempo después.

Estoy más que mejor. Mi pelo empieza a crecer nuevamente y estoy volviendo a mi figura de antes, aunque claro está que después de esto tendré que ir al gimnasio.

─ hola -dijo el doctor entrando.-

─ hola -le respondí. Ahora mismo me encontraba sólo, todos se fueron a casa a comer.-

─ felicidades, has superado la enfermedad -dijo sonriendo.-

─ ¿lo dice en serio?

─ por supuesto muchacho, recoge tus cosas, te daremos el alta esta misma tarde.

─ muchas gracias, doctor -ambos nos dimos las manos. Cuando salió, me dí una ducha y cogí mi ropa del armario. Recogí mis cosas y las metí en el bolso que trajo mamá el primer día.-

•••

Todos me miraron atentamente. Sonreí.

─ he superado la enfermedad, me han dado el alta.

─ felicidades hijo -dijo mamá con lágrimas en los ojos. Sonreí y la abracé. Lo mismo pasó con papá y Alison.
Me abracé fuerte con Alina.-

─ felicidades mi amor, sabía que superarías la enfermedad, eres un hombre fuerte -nos separamos un poco.-

─ gracias por estar conmigo y por darme ánimos para seguir, te amo princesa.

─ yo te amo a ti, mi vida -unimos nuestros labios.-

─ oww, que bonitos -sonreimos en medio del beso por el comentario de Alison.- pero vámonos ya de aquí.

─ sí, por favor -pedí yo.-

Con una mano, tomé la mano de Alina y con la otra, cogí el bolso.

Cuando salí, sonreí al sentir el aire frío dar en mi cara.

─ esto es una maravilla -los demás me miraron con una sonrisa.-

Nos montamos en el coche y fuimos a casa. Mamá decidió organizar una comida para el sábado, para celebrar que me recuperé. Así que llamó a Diego, a Aurora y a la señora Charlotte, dijeron que vendrían.

Llevé mi bolso a mi habitación y bajé. Decidimos pasar una maravillosa tarde en familia, jugando a las cartas y tomando chocolate caliente, que mamá hizo.
Nunca había pasado una tarde igual, fué muy divertida.

Para la cena, Alina se fué a la cocina con mamá, Alison y yo pusimos la mesa y luego nos sentamos en el sofá con papá.

•••

Nos despedimos de todos y subimos a mi habitación.
Me desvestí y fuí al baño.
Después de ducharme, salí envuelto en una toalla.
Alina cogió algunas cosas y entró al baño.
Más tarde, salió en ropa interior, cogió una crema y volvió al baño, sólo que esta vez dejó la puerta abierta.
Me acerqué a paso lento al baño. Me apoyé en el marco de la puerta y la miré de arriba a abajo. Estaba delante del espejo poniéndose crema.
Mordí mi labio.

─ eres preciosa, amor -me miró por el espejo y sonrió.-

─ gracias gordito, tú también.

Me acerqué y la abracé por detrás, paró de ponerse crema y me miró por el espejo. Aparté su pelo hacia un lado y besé su cuello con delicadeza.

─ Vince -la interrumpí.-

─ llevo más de un año sin tocarte, no pararé.

─ ¿estás seguro? -sonreí en su cuello y la miré.-

─ princesa, estoy bien, ¿sí? de hecho estoy genial, nunca antes me había sentido así de bien. Ya no estoy enfermo y estás conmigo. No quiero que te preocupes -volví a besar su cuello, cuando gimió, sonreí.-

─ no tenemos condones.

─ mañana te compraré la píldora.

Llevé las manos a su espalda y desabroché su sujetador. Terminó de quitárselo y lo dejó caer al suelo.
Bajé su braga hasta el suelo, levantó los pies y se la quitó.
La doblé hacia el lavabo, apoyó sus codos en este.
Mientras me sacaba el miembro con una mano, con la otra rocé su parte íntima, llevé dos de mis dedos a mi boca y los empapé con saliva. Los llevé a su vagina y los froté en esta.

─ mierda -gimió ella.- apenas me has tocado y ya siento que me correré en cualquier momento.

Sonreí.

─ espero que aguantes unas cuantas rondas, mami.

Sonrió.

─ abre más las piernas -me hizo caso.- ¿lista?

─ sí.

Entré lento en ella, me fijé en cómo mordía su labio con fuerza.
No terminé de entrar completamente, me quedé quieto unos segundos para que se acostumbrase.

─ sigue -pidió.-

Mordí mi labio y salí, volví a entrar, sólo que esta vez con un poco más de fuerza. Estuve entrando y saliendo de ella, iba a un ritmo normal.

─ quiero más, Vince, quiero que vayas más rápido.

Le hice caso.

─ no lo estás metiendo entero -paré y la miré.- quiero todo de ti, amor, entero y rápido.

Sonreí.

─ muy bien.

Tomé su cintura con fuerza y entré de una estocada en ella, esta vez, con mi miembro completamente. Sentía cómo sus paredes vaginales apretaban mi erecto miembro.

─ joder...sí...más...no pares.

Sus gemidos no hacían más que invitarme a follarla duro y rápido.

─ mierda -gimió cuando llegó al orgasmo. Esperó un poco hasta que me corrí. Acaricié una de sus nalgas y me doblé hasta besar su espalda. Salí de ella y la giré hacia mí, tomé su cara con ambas manos y la besé.-

Bajé las manos hasta su cintura y la levanté, rodeó mi cintura con sus piernas y mi cuello con sus brazos.
Me acerqué a la cama y la tumbé yo quedando encima suyo. Me separé un poco y miré sus pechos.

─ no me acostumbraré nunca a que son míos -dije sonriendo y los acaricié.-

Mi sexi profesora //TERMINADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora