| 33 | Egoísta.

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*Narra Alina*

El fin de semana, fué una locura. Vinieron mamá, Diego, Aurora y Josua, su esposo, que por fin tuvo la oportunidad de conocer a Vince.
Creo que nunca había visto a Vince tan feliz, estuvo hablando con todos muy motivado.
Por otra parte, creo que no se irá conmigo a Los Ángeles, a Alison y a los demás, incluidos sus padres, les ha dicho lo mismo que a mí: "no soy un mantenido", "no me iré hasta no tener un trabajo", etc.

En fin, es su decisión, y por más que yo quiera, no puedo arrastrarlo conmigo.
Para rematar, estamos algo distantes desde que le dije que estoy enfadada.

                                    •••

Después de comprobar que no se me quedaba nada, cerré la maleta y la bajé de su cama.
Bajé la maleta y la puse al lado de las demás de los chicos.
Mamá se estaba despidiendo de la señora Charlotte, Josua hablaba con Vince, y Alison con Aurora y Diego, esta estaba aferrada al brazo de este último, sé que le gusta, pero es lo que dice Vince, ella aún es muy niña para salir con Diego.
Cuando la mirada de Vince se cruzó con la mía, se disculpó con Josua y vino hacia mí.

─ yo...-apartó la mirada y acarició su nuca.- no sé que decir.

Asentí.

─ no me gustará regresar a Los Ángeles sin ti, pero respeto tu decepción aunque no la comparta.

─ sólo serán unas semanas.

─ puede pasar de todo en unas semanas -frunció el ceño.-

─ ¿qué quieres decir?

Suspiré.

─ nada, no quiero decir nada.

─ Alina -habló mamá salvándome.-

─ ¿nos vamos?

Todos dijeron que sí. Miré a Vince unos segundos y luego cogí mi maleta.
Él y su padre nos llevaran, unos iremos en el coche de su madre, conducido por él, y en el otro, iran el resto con su padre.

De camino al aeropuerto, me apoyé en la puerta, ni siquiera quiero cruzar mirada con él.
En realidad, no sé porque estoy así de enojada con él...o tal vez sí, debe ser que juntar mi enojo por sus mentiras, que éste fin de semana hallamos estado distantes y el que él no quiera irse conmigo, me ha creado este mal humor.

Cuando llegamos al aeropuerto, cogimos las maletas y salimos.

*Narra Vince*

Entramos al aeropuerto.
Todos se acercaron a la fila para presentar los billetes de avión.

─ ¿es en serio? -miré a Josua.- ¿la dejarás irse así? -los demás estaban en la cola.-

Suspiré.

─ no tengo de otra, sólo serán unas semanas.

Él negó.

─ sí tenías de otra, ella te ofreció su departamento, para que vivan juntos, no es que vaya a mantenerte, porque pondrás dinero cuando encuentres trabajo.

─ lo siento, pero es mi forma de pensar. No dejaré que me paguen nada.

─ eres un egoísta que sólo piensas en ti, ¿qué hay de ella? ¿no te has parado a pensar en cómo debe sentirse? quiere estar a tu lado, y creo que eso te lo ha demostrado durante todo este tiempo, por una vez, pasa del tema del dinero y trata de hacerla feliz, no todo es el dinero, mira cómo vivía con Grayson, con todos los lujos gracias al dinero, pero triste. A ella no le importa el dinero. A parte, ¿no te has fijado en el mujeron que tienes? muchos quisieran ser tú. Conozco a Alina desde nuestros primeros años de universidad, la quiero cómo una hermana, yo cometí el error de presentársela al imbécil de Grayson, que sólo la hizo sufrir, no vayas tú a hacerle lo mismo.

Dió una palmada en mi hombro.

─ ya nos veremos.

Presentó su pasaporte y pasó por dónde los demás habían pasado. Alina se giró a verme. Mordí mi labio por la cara que tiene, y esa cara es por mi culpa, la mujer que amo, se va triste por mi puta culpa.

*Narra Alina*

Me giré y seguí a los demás. Por un momento, quise que se arrepintiera de su decisión, pero no fué así, sólo se quedó ahí parado cómo un idiota.

Me senté al lado de mamá y me puse el cinturón. Ella iba en medio de Diego y de mí. En los asientos de al lado, iban Aurora y Josua.

─ cambiará de opinión -miré a Diego.-

─ no lo hará -solté un suspiro.-

─ lo hará, lo conozco cómo la palma de mi mano, sé que mi amigo es cabezota, pero al final vendrá cuando te eche de menos.

─ ¿y en cuánto tiempo será eso? -pregunté.-

─ lo dices cómo si pusieras en duda lo que siente por ti.

─ es que lo estoy poniendo en duda, Diego, me ha dejado marchar sin ni siquiera arreglar nuestras diferencias, ¿qué se supone que debo pensar?

─ en eso tienes la razón, el imbécil no debió dejarte venir sin que os arreglárais.

─ dejemos el tema, sólo quiero llegar e irme a mi nuevo departamento.

Me recosté en el asiento y cerré los ojos.

DÍAS DESPUÉS.

En esta semana he vivido un caos, primeramente con la mudanza, luego con las reuniones para empezar las clases de la universidad, conociendo a mis nuevos compañeros de trabajo y por último pero no menos importante, con mis sentimientos, Vince ni siquiera se ha dignado a llamar, el imbécil ese.
Estoy tan agotada de todo, a parte, no duermo bien y tampoco es que coma mucho, casi no tengo tiempo para nada, porque cuando por fin me desocupo, aparece alguna otra cosa más que se lleva mi tiempo.
De tanto estrés y cansancio, he tenido varios mareos, incluso dando clases, delante de mis alumnos.

Mi sexi profesora //TERMINADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora