| 34 | Pequeño ser.

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*Narra Vince*

Cuando mencionaron mi vuelo, nos pusimos de pié y los miré.
Dos semanas, dos semanas me ha llevado tomar la decisión de regresar a Los Ángeles, junto a la mujer de mi vida.

─ cuando llegues, nos llamas.

─ sí, mamá.

─ hazla feliz, se lo merece -dijo Alison.-

Sonreí.

─ eso haré.

─ hijo, esa mujer es buena, ya ha sufrido mucho, si la lastimas, te las verás conmigo. Quiero a Alina cómo una hija.

─ no le haré daño, ella es mi vida, así que tranquilo, viejo.

Nos despedimos y embarqué.

•••

Al llegar fuí directo a casa de Charlotte. Cuando abrió, me miró sorprendida pero luego sonrió.

─ me da mucho gusto verte, Vince.

─ a mí igual, señora Charlotte.

Pasamos y nos sentamos.
Hablamos un momento hasta que le pedí la dirección de Alina, me la dió apuntada en un papel.

─ ella está teniendo unos días agotadores, y eso empieza a pasarle factura.

─ ¿qué le ha pasado?

─ mejor vete a su casa, seguro se alegrará de verte.

Asentí.

Tomé un taxi y fuí a su casa. Cuando llegué, iba a tocar el telefonillo, pero justo acababa de salir una persona, así que aproveché y entré.
Subí a la cuarta planta y me acerqué a su puerta.
Toqué y esperé.
Un minuto más tarde o así, me abrió un chico, fruncí el ceño.

─ ¿tú quién eres?

─ soy Matt, compañero de trabajo de Alina.

Me extendió la mano, la miré unos segundos y luego la acepté.

─ Vince -me presenté.-

─ ¡ah! ya sé quién eres.

─ que bien...¿dónde está Alina?

─ verás, se sentía mal, así que tuve que traerla, ahora mismo se encuentra agachada delante del váter.

─ joder -susurré. Me olvidé completamente de la maleta y entré.-

─ tercera puerta mano derecha -lo escuché decir.-

Avancé a paso rápido por el pasillo. Me preocupé cuando la ví.
Tenía el brazo izquierdo apoyado en la taza del váter, tenía su cabeza apoyada en este.

─ princesa -me miró. Me acerqué y me agaché a su lado.-

─ te voy a matar, Vince.

Habló con dificultad.
Suspiré y besé su frente. Iba a hablarle cuando le dieron ganas de vomitar, mientras lo hacía, sujeté su pelo.

─ ¿te quedas tú con ella, verdad? -lo miré.-

─ sí -le respondí. Alina se limpió la boca y se puso cómo antes.-

─ gracias por ayudarla.

─ ha sido un placer.

─ gracias Matt, hasta mañana.

─ hasta mañana, Alina.

Mi sexi profesora //TERMINADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora