1. Ataque en el Teatro Gleming

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El detective Connor Prouds, uno de los investigadores que integraba el famoso trío de Scotland Yard —el más joven, por cierto— festejó su nuevo triunfo y tomó todo el dinero que le correspondía con una enorme sonrisa.

—¡Ja, tomen eso! ¿Quién diría que yo sería tan exitoso en los juegos?

Un anciano bizco y medio calvo, que estaba sentado a la mesa, miró al joven entre asombrado y confundido. Enseguida desvió su mirada hacia el mimo que actuaba en el escenario del majestuoso Teatro Gleming.

—Detective Prouds, por el amor de Dios, lo estoy buscando desde hace largos minutos —susurró Willie O'Brien con candor. El diminuto O'Brien (un hombre de muy baja estatura, cabello corto y pelirrojo), era otro de los detectives que conformaba el reconocido trío de Scotland Yard. O'Brien era, en realidad, el jefe del trío. Sobre sus orejas se apoyaban unos grandes anteojos de marco cuadrangular—. Le recuerdo que esto no es una casa de juego.

—Sí, O'Brien, ya estoy bien al tanto de eso —dijo Connor mientras hacía a un lado su cigarro—. Pero estos hombres me han invitado a jugar, y ya ve que me estoy llevando mucho dinero. ¿Lo ve o no?

—Sí, sí, ya veo. Pero hemos sido enviados aquí para continuar la investigación de los detectives de la agencia Sheeran. Prouds, un asesino en serie está suelto en Londres, probablemente muy cerca de este teatro. Y debemos detenerlo antes de que cometa su próximo asesinato. Deberíamos encontrar al señor Walter Dunger.

—Oh, enhorabuena, detective —dijo el hombre de estatura media, cabello castaño, ojos marrones y rasgos finos que estaba sentado junto al anciano bizco. Del otro lado del anciano había otro hombre, que era rubio, tenía ojos verdes y un bigote particular, y fumaba una pipa. A su vez, del otro lado del señor Dunger había un hombre muy alto, con ojos negros y mucha barba, y que usaba un monóculo negro en su ojo izquierdo. Los cuatro hombres estaban vestidos con pantalones y sacos formales y de colores oscuros—. Me complace decirle que lo ha encontrado.

—¿Encontrado a quién? —interrogó Prouds con el ceño levemente fruncido y un aire distraído.

—A Walter Dunger. Se trata de mí. No sabía que ustedes eran los detectives. Me alegra mucho encontrarlos.

—¿Está diciéndome que todo este rato estuve jugando con usted?

—Así es.

—Pues no parece usted muy preocupado, teniendo en cuenta que es la próxima víctima del Asesino de la Máscara —observó el joven detective. El señor Dunger soltó una risita irónica e intentó mostrarse confiado.

—Oh, estoy completamente seguro de que ese hombre no podrá entrar a mi teatro. ¿Han visto los guardias de seguridad que he colocado en las puertas? Y me han costado menos de lo que esperaba. Además, me informaron desde Scotland Yard que los enviarían a ustedes. He oído mucho sobre ustedes. Bueno, creo que todo el mundo lo ha hecho. Ustedes resuelven todos los casos que se les presentan, ¿no? Bueno, entonces podrán con este. Me dan cierta, eh, seguridad.

—Señor Dunger, está usted presionándonos. Sin embargo, es bien cierto que somos los hombres más capaces que existen en este país. En este continente, me atrevería a decir. O quizás en este mundo —dijo Prouds, que era bien conocido por su soberbia. El detective O'Brien revoloteó los ojos disimuladamente.

—Ya ve —asintió el dueño del teatro—. Además, reitero, los guardias de seguridad que están en la puerta impedirán que entre cualquier desconocido. Debo admitir que el hecho de que esa lista saliera a la luz me ha dado tiempo para prepararme. ¡Nadie podrá conmigo!

El señor Dunger se refería a una lista que había sido entregada a la policía por un desconocido. En ese papel se mencionaban todos los nombres de las personas asesinadas hasta ese momento por el Asesino de la Máscara, y el señor Dunger era el último en la lista. De forma inmediata, Scotland Yard envió al talentoso trío de investigadores a resolver el caso antes de que el Asesino se cobrase a su última víctima. La agencia de investigación Sheeran, por lo tanto, pronto se vio desplazada.

El Asesino de la MáscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora