Su Mirada 4

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Ahí estaba.

Ella.

Natalia Lacunza. Con su pelo negro al viento, su flequillo, su piel morena, con sus pequeños dientes formando una enorme sonrisa, con esa nariz que adorna un septum dorado, con los tatuajes de su piel y su mirada.

Dios.

Su mirada.

Esa mirada que hace que te atrape en ella, que hace que te derritas y es que es tan intensa que sentí como una corriente eléctrica recorría mi columna vertebral y llámenme loca, pero sentí como sus ojos cafés se posaron mis ojos dorados por unos segundos, segundos que hicieron que se me erizaran los bellos de la piel, segundo que hicieron que me sintiera en una nube, tocando las estrellas, estrellas que desaparecieron al ver como miraba a todos los demás. Joder. Que ilusa que soy, no sé cómo se me puede ocurrir que Natalia me iba a dedicar segundos solos para mirarme teniendo a chicas más guapas que yo.

- Alba coño, reacciona – dice mi hermana zarandeándome.

- ¿Qué? – digo débil y con la mirada perdida.

- Tata, que te has quedado empanada. Que es Natalia Lacunza, tu Natalia, ¿estás bien con eso? – pregunta y yo me vuelvo a emocionar poniendo una gran sonrisa y asintiendo, miro a mi lado y veo a los chicos tan emocionados que hace que mi sonrisa crezca aún más.

- Así que tu Natalia eh – dice moviendo las cejas de manera sugerente Julia haciendo que me sonroje al instante.

- Hola a todos – dice Natalia interrumpiendo lo que iba a decir – estoy muy emocionada de estar aquí con todos ustedes, espero que este sea un gran verano y poder a prender tanto como ustedes aprendan de mi – joder, si es que están bonita y que sonrisa más mona, pienso de inmediato mientras todos aplauden y corean su nombre – espero que disfruten de esta noche y de este pequeño concierto, aquí vamos primero con Algo Duele Más.

Comienzan a sonar los primeros acordes y que fantasía, todos están expectantes, y es que esta chica cada vez que canta logra crear como una burbuja donde solo se escucha su voz, y te sientes levitando por los aires de lo dulce y acogedora que es. Es tan expresiva que sientes un nudo en pecho cada vez que esta triste, sientes rabia cuando rasga su voz para poner más intensidad.

Cuando la canción acabó volví a la realidad, todos estaban asombrados por la capacidad que tenía por enredarte tanto con su voz y antes de que todos comenzáramos a aplaudir se escucha desde lejos.

- ¡Eso es, tía buena! – miramos a un lado y ahí estaban María, África y Miki, sus mejores amigos, con una mirada orgullosa y secando unas cuentas lagrimas que cayeron. Todos reímos ante su comentario y comenzamos a aplaudir.

- Fantasioso, cariño – gritó esta vez África y volvimos a reír todos incluida ella.

Luego de Algo Duele Más, vino Fire and Gasoline, Ya Te Vas, Gata Negra, Dile y por último hizo que todas mojáramos bragas con Olivia.

- Bueno chicos, espero que lo hayan disfrutado tanto como yo, ahora a seguir disfrutando un poco más y mañana ya nos veremos en las clases, sean buenos conmigo porfi – dijo haciendo un puchero adorable y bajando del escenario y yo creí morir allí mismo. Desde que llegó y comenzó a cantar olvidé que también nos haría clases, me va a dar un chungo, sólo espero no hacer tanto el ridículo frente a ella.

- Joder, fue increíble – dice Marina a mi lado.

- Ya, siento que esto es un sueño ¡AUCH! Pero qué – me queje al sentir que Marta me piñizcaba el brazo.

Tu Mirada " AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora