Concierto Final 29

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Pov Natalia

Hoy era el concierto final y también hoy tendríamos nuestra última noche en el campamento. Todos estábamos tristes y ansiosos.

Estábamos en clases puliendo cositas con algunos de los que cantarán, la verdad es que todos son muy buenos y siento que todos se merecen ganar, la mayoría de ellos se me acercó para decirme lo mucho que estaban trabajando para así poder ganar y poder grabar conmigo, no voy a mentir, me hace muchísima ilusión todo esto, tengo muchísimas ganas de saber ya quién será el ganador para grabar una canción. Obviamente si algunos de mis amigos no ganan no importaría, ya que con ellos ya tengo canciones hechas, con Alba tengo como cien canciones que espero que podamos grabar al salir.

Ayer Alba me preocupó bastante y me dolió muchísimo que pensara que yo solo la podría querer como un amor de verano, o sea, es ridículo, está más que claro que no lo es, ella pinta de colores mi vida y espero que siga siendo así por mucho, pero mucho tiempo más.

Faltaban ya tres horas para el concierto y desde la mañana que esto es un caos, gente corriendo para ya y para acá, todos nerviosos, arreglando las últimas cosas, cambiando vestuarios y cuanta cosa más. Álvaro llegaría en dos horas más para hacer las pruebas de sonido y me preocupaba que por cualquier cosa no pudiese llegar a tiempo.

- Dale, Wonka. O te calmas o te golpeo, tú eliges.

- Ay, Mari, me da miedo que no llegue a tiempo.

- Tú tranquila, Nati, él llegará.

- Gracias, Miki.

- Cariños, yo me voy con las chicas y luego con Alba, quedé para ayudarlas con el maquillaje – dice África.

- ¿Vas ayudar a Alba con el maquillaje? – pregunté.

- Sí, ¿Por?

- ¿Por qué no me lo pidió a mí? – pregunté triste.

- ¿Tal vez porque quieres verse guapa para ti? – pregunta África.

- Eso, la rubia quiere ver como se te cae la baba al verla.

- Como te gusta provocarte a la Albita.

- Está bien – digo.

- Tranquila, la dejaré guapísima.

- ¿Más de lo que ya es? – pregunto sonriendo.

- Encoñada – me dice y se va con un maletín en la mano.

- ¿Y yo que hago mientras?

- No lo sé – dice la Mari.

- ¿Ya sabes que te vas a poner?

- Sí, ¿ustedes?

- Yo tengo dudas – dice la Mari.

- ¿Te ayudamos? – pregunta Miki.

- Obvio.

Dice y comenzamos a buscar, la verdad es que la Mari tiene mucha ropa, aunque a la condenada todo le queda bien. Estuvimos mucho rato probándonos ropa, jugando con ella y disfrazándonos hasta que por fin encontramos el conjunto perfecto. Se nos pasó tan rápido el tiempo que ya era hora de las pruebas de sonido. Me fui volando esperando a encontrar a Álvaro y cuando llegué solté un suspiro cuando lo vi con sus rizos y su guitarra.

- Nat – exclamó entusiasmado – cuanto tiempo.

- Guitarrica – digo abrazándolo - ¿Cómo estás?

Tu Mirada " AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora