¿Celos? 14

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Pov Natalia

Anoche casi ni dormí por tener mi cabeza ocupada, no sé de dónde saqué tanta valentía para mostrarle una canción así a Alba, no sé que pensará con eso y es que ni yo sé que pensar.

Con Alba tengo una conexión tan bonita, tan especial que me da miedo arruinarlo. Nunca nadie se había adentrado tan pronto en mí como ella, y es que, ella es tan diferente, es tan autentica, es tan mágica que a veces me siento como es un sueño, un sueño que no quiero que acabe. Ella me gusta, puedo decir que me gusta, lo confirme ayer cuando le canté la canción, como me sentí por como ella me miraba, cuando me abraza, cuando me susurra en e oído, cuando sonríe, todo.

Me siento perdida y a la vez más conectada que nunca.

Y me siento feliz cuando ella lo está, como ahora, que no para de reír a carcajadas por alguna cosa que dijo la Mari.

- ¿estás bien, Nat? – dice poniendo una mano en mi muslo. Estaba tan concentrada pensando en ella que ni me había dado cuenta de que estaban casi terminando de desayunar.

- Si churri – pongo mi mano encima de la suya.

- No has comido nada, nena.

- No tengo mucha hambre, pero me tomé un café.

Ella iba a responderme, pero alguien habló primero que ella.

- Natalia, hola.

- Hola, Miriam ¿qué tal?

- Bien, gracias. Oye ¿tienes algo que hacer esta tarde? – niego con la cabeza, Alba quita su mano de mi muslo y Miriam comienza a hablar – veras con las chicas cantaremos juntas el Domingo y quería saber ¿si podías ayudaros con unos detallitos?

- Claro, a sala de Vicky estará desocupada esta tarde, podemos vernos allí si les parece bien.

- Me parece perfecto, gracias guapa – me guiña un ojo y se va a su habitual mesa donde hay dos chicos más que no había visto hasta ahora.

Me vuelvo hacía los chicos y todos tienen cara de pocos amigos, pero ninguno dice nada.

Pov Alba

Joder como carga como me carga esa tía, encima se hace la buena delante de MI Nat.

¿Has dicho mi Nat?

Bueno, lo que sea. El caso es que no tiendo como Natalia puede ser tan ciega y como la otra puede ser tan perra.

- Alba, vamos ya o llegamos tarde a clase – me dice Marilia.

- Vamos Ricurita.

Nos levantamos ambas y Alfonso junto con Sabela, que nos tocó juntos hoy a primera hora. Esta vez no dejo un beso en la cabeza de Nat como es habitual, simplemente nos despedimos en general.

Estamos dejando las cosas sucias en la mesa correspondiente, me volteo y choco con alguien que derrama su zumo en mi camiseta banca.

- Joder, lo siento – digo aún sin saber quién es ya que tengo la vista en mi camiseta.

- Ups, lo siento ¿te manché? – dice con ironía, levanto la cabeza y veo a Miriam frente a mí, le miro con asco y me marcho, no tengo ganas de discutir hoy.

Ahora tendré que ir a la cabaña a cambiarme, se o comunico a las chicas y les digo que le informen a Manu y me voy. Al salir vuelvo a chocas con alguien, levanto la cabeza para disculparme y veo a uno de os chicos que estaba antes con Miriam. Tiene el pelo castaño, ojos cafés, pero no como los de Nat, un tanto alto, pero no tanto como ella claro, un cuerpo tonificado y una bonita sonrisa.

Tu Mirada " AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora