- Es sobre Alba – digo e inmediatamente me arrepentí.
- ¿Qué pasa con mi niña? ¿está bien? ¿le pasó algo? – dice atropelladamente, sonrío de manera tímida por su reacción.
- No Rafi, quédate tranquila que nada malo le ha pasado y si se pone mal yo la ayudo a estar bien – digo y sonrío, la miro y veo que me mira con una ceja alzada y una gran sonrisa.
- Me gusta como cuidas de mis hijas y de mí, pero sobre todo me gusta tu manera de tratar a Alba – me sonrojo por lo que dice.
- Ella es muy especial.
- Y también te pasa algo con ella ¿Me dirás el qué? – tomo aire un par de veces y cuando creo tener el valor para hacerlo, me interrumpen.
Pov Natalia
- Rafi – dicen y bufo frustrada, me doy vuelta y veo hombre de como treinta años.
- Hola José, ¿pasa algo? – dice ella y me mira dos segundos como pidiéndome perdón por la interrupción.
- No, sólo venía a ver si necesitabas ayuda en algo.
- Tranquilo José, puedes ir a seguir disfrutando afuera que aquí dentro ya me conseguí una buena ayudante – dice caminando a mi lado y pasando uno de sus brazos por mi espalda.
- Bueno, en ese caso ya me puedo ir. Vendremos luego los chicos y yo a preparar el almuerzo y ahí tú te vas a la cabaña a descansar. Recuerda que ese era el trato.
- Lo sé, lo sé. Anda no seas pesado y vete y aprovecha.
José sale del comedor no sin antes despedirse y yo me voy a terminar de barrer, la Rafi sigue con su tarea de limpiar mesas y por un momento pienso que se o olvidó de lo que estábamos hablando, hasta que...
- Te gusta ¿Verdad? – me pilla de sorpresa y me quedo sin saber que decir por un momento hasta que por fin reacciono.
- ¿De qué hablas, Rafi? – me hago la loca.
- Del perro. Hombre ¿de quién más a ser, querida? – rio por lo que dice y ella también.
- A mí no me gusta ningún perro – ella me mira, suspiro – pero puede que un gatito sí – agacho la mirada avergonzada. Joder Natalia, le acabas de llamar a su hija "gatito", que vergüenza.
- Y ¿puede ser que ese gatito del que tú me dices sea rubia, de ojos miel y mida 1,60? – me dice siguiéndome un poco el juego.
- Puede que sí, puede que no ¿quién sabe?
- Tú y yo lo sabemos, cielo. ¿Puedo decirte algo? – yo asiento y ella continua – como persona te digo que luches, que vivas, que te enamores, que pierdes y ganes. La vida es sólo una y no pienses tanto simplemente hazlo. Si la quieres y te sientes bien con ella atrévete y dile lo que sientes y disfruten, dejen de andar jugando a las amigas cuando claramente no lo son. Coño, que hasta yo estoy esperando que albalia sea real.
- ¿Albalia?
- Cosas de Julia y María, esas chicas son de otro planeta – me rio negando. Sí que son de otro planeta – ahora Nat, como madre también te digo que te atrevas, vamos que, a mí, me tienes ganada desde el día uno, pero también te digo que la cuides. Alba es una chica especial, es probablemente la chica más dulce que vayas a conocer y yo no digo esto sólo por ser su madre, lo digo porque es cierto – yo asiento dándole la razón – dale muchos mimos siempre y lo más importante – ella se pone seria de una cosa que hace que me ponga nerviosa – no le hagas daño, mira que muy bien ceas, pero si lastimas a una de mis bebés no vas a tener mundo por donde correr, yo te voy a encontrar y te voy a cortar las piernas sí señor.
ESTÁS LEYENDO
Tu Mirada " Albalia
FanfictionUn campamento de música. Una estudiante que ama la música. Una cantante. Unas sonrisas. Una mirada. Portada creada por @AnnaSanchez_