Nervios y Dudas 28

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Pov Alba

Faltaba ya una semana, ósea, siete días para que acabara el campamento y estaban todos tristes y ansiosos por el concierto final. Sabela cada vez que me hablaba de aquel concierto le brillaban los ojos, se notaba emoción en cada poro de ella y eso me entusiasmaba aún más.

Lamentablemente no todos podían cantar en ese concierto, hace dos semanas los profesores dijeron que escogerían a las mejores voces para aquel concierto y hace una semana que nos presentamos todos para ser evaluados. A muchos de mis amigos los dejaron fuera del concierto y eso los puso a ellos y a nosotros muy tristes. A mí por suerte sí que me escogieron.

- Estoy tan nerviosa por el concierto – hablé.

- Ya, y yo – dijo Damion.

- ¿Las canciones tienen que ser compuestas por ustedes? – preguntó África.

- Así es – dijo Natalia – y la persona ganadora grabará una canción conmigo. mejor premio que ese no puede haber.

- Ella importante – dijo Miki.

- Oye – dijo mi morena haciendo un puchero.

- Es un bebé – dice Alfonso.

- Oye y volviendo al tema de las canciones – dijo África - ¿cómo se llaman sus canciones?

- La mía se llama "Vas a quedarte" – dice Aitana.

- "No me despedí" se llama la mía – dijo Julia.

- "Luna" se llama – dijo Mimi.

- "Hay algo en mí" – dice Miriam con una sonrisa.

- Alba ¿Y tú? – pregunta Alfonso al ver que me quedé callada.

- Mi canción se llama "El Desarme" – dije – creo que cantaré esa.

- ¿Crees? – me preguntó Damion.

- Es que estoy entre dos. Hoy le mostraré la otra a Capde a ver que dice.

- ¿Y cómo se llama la otra?

- Se llama "Quimera"

- ¿Quimera? – preguntaron.

- Sí, es un monstro de tres cabezas.

Después de que le expliqué lo que era Quimera y de que estuviéramos haciendo de vagos, cada uno se fue a ensayar la canción y los que no la tenían, fueron a ayudar para los preparativos para el concierto.

Seis días quedaban ya, la cuenta regresiva iba muy rápido y yo cada vez estaba más nerviosa, de los puros nervios a veces falla en cosas fáciles de la canción y es que era primera vez que cantaba una de mis canciones en público, Capde trataba de calmarme y de que disfrutara de ello y justo lo que trataba de hacer, pero es que las chicas que estuvieron el año pasado me habían descrito con tanta emoción el concierto final que no podía evitar estar nerviosa, quería que todo estuviese perfecto y tenía miedo de que la canción no fuera del agrado de todos.

- De verdad tienes que calmarte – dijo mi madre.

- Ay, Rafi. Es que no puedo.

- Todo saldrá bien – dice ella – solo tienes que disfrutar.

- Eso – dice Nat – hazle caso a tu sabia madre.

- Ya verás lo bien que te sale, rubita – dijo María.

Tu Mirada " AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora