𝐴𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑 𝑅𝑜𝑡𝑎🌙 [C̲̲̅̅O̲̲̅̅M̲̲̅̅P̲̲̅̅L̲̲̅̅E̲̲̅̅T̲̲̅̅O̲̲̅̅]

CAPITULO 38:

SERENA:

—Creo que se cansaron de esperar —murmuró Darien, haciendo que me ruborizara. —¿Quien crees que haya sido? —me encogí de hombros, sintiéndome realmente avergonzada. —En fin. Quien haya sido, se llevó un buen espectáculo, ¿No? —continuó provocándome, guiñándome un ojo.

—¡Darien!! —chillé y el soltó una risa —deja de decir esas cosas —susurré señalando mis bragas en su bolsillo —¿Me las devuelves? —él continuó riendo.

—No lo creo mi amor —depositó un beso en mis labios, mientras acariciaba mi mejilla con sus nudillos. Divertida con su actitud tan juvenil, rodé los ojos, al tiempo en que resignada a estar sin bragas, bajaba y recolocaba la falda de mi vestido. Sintiéndome algo incómoda al no llevar ropa interior, y al sentir mi sexo aún húmedo y palpitante por él y nuestro reciente encuentro.

—¿Dime dónde estabas?. Cuando Rei me desocupó te busqué y no te vi por ningún lado —murmuré, mientras él se daba prisa en arreglarse sus ropas.

—Mina me llamó. Pero como no la escuchaba, tuve que salir. Me preguntó que porqué había tanto ruido y le dije que estábamos en la fiesta de tu hermana —se explicó.

—Yo también salí y no te vi —me sonrió

—En cambio yo si los ví. Y estuve presente, oculto, escuchando todo lo que hablaban —fruncí el ceño.

—No entiendo. Si estabas presente, ¿Porqué querías saber dónde estaba, y de qué hablamos? —se encogió de hombros.

—Quería que tú me lo dijeras —murmuró acercándome y besándome.

—¡Que odioso eres! Sabes que yo te contaría todo —asintió.

—Si, tienes razón. Lo sé. Pero en parte quise hacerlo porque fue mi estrategia de seducción para esta noche. No me digas que no te mojaste más, de solo imaginar que estaba yo celoso, y tú en problemas, ¿Eh? —solté una risita, sabiendo que era verdad. —Además te atreviste a amenazarme —mi expresión risueña cambió a una de duda.

—¿Que? No, no, no. ¿Cuándo? —me ayudó a subir los tirantes de mi vestido.

—¿Cuándo? Cuando bailábamos. Me dijiste "luego no te quejes" —resoplé.

—Fue solo una expresión. No lo dije en serio —se encogió de hombros.

—Bueno, quería asegurarme de que no lo hicieras. Porque, ¿Si sabes que eres mía, no? —reí cuando apretujó mi trasero y pegó mi cuerpo más al suyo. Amaba cuando se mostraba así de posesivo.
Lo abracé por el cuello y le di un beso.

—Claro que lo sé. ¿Que no te lo acabo de demostrar? —sonriéndome, capturó mis labios y me besó tiernamente.

—Si. Y de que manera... —susurró suspirando y yo reí sobre sus labios —te amo.

—Y yo a ti —me sonrió, e hizo a un lado mi cabello, acariciando mi cuello. Resoplé al ver su mirada traviesa —Dejaste marca, ¿No es así? —sonrió aún más. Me giré de nuevo hacia el espejo, hice de lado mi cabello, y jadeé al ver la enorme marca en mi cuello —¿Pero qué... ? ¡Oh Darien!! —chillé horrorizada y el ya no pudo evitar seguir tan serio y se echó a reír. —¡Oye pero no te rías! ¿Cómo puede ser posible que me hagas algo de este...de este tamaño? —lo encaré y cuestioné algo malhumorada.

—En ese momento no te molestó. Es más ni me dijiste nada mi amor. No sé porqué quejarse ahora —lo miré mal y siguió riendo.  —Yo que tú, debería pensar en dejarte el cabello suelto, al menos por unos días —resoplé. Se acercó a mi, entrelazó nuestras manos, y al ver que se acercaba nuevamente a mi cuello, quise alejarme pero el rio, deteniéndome, y demostrándome que solo me daría un beso en el área donde estaba la marca —Aún así estás preciosa. Piensa que es un buen recuerdo de la noche que volvimos a estar juntos —lo miré y no pude seguir molesta con él. A fin de cuentas, era solo una marca. Si, una marca que debía ocultar a lo mejor por más de una semana, pero en algo tenía razón. Como él lo había dicho, era una marca que quedaría como recuerdo vivo de esta noche. Me giré entre sus brazos y lo besé.