CAPITULO 36:

1.2K 118 17
                                    

SERENA:

—¿Ya más tranquilas? —preguntó Darien con un toque burlón, y nosotros aún entre lágrimas y narices húmedas, y asentimos. Luego Darien tomó una de nuestras manos, una en cada una de las suyas, y les dió un suave apretón. —Me gusta verlas así de nuevo. Alegres, juntas... —Mina y yo nos miramos, y entre sonrisas volvimos a abrazarnos más fuerte. Me sentía más ligera, más mejor. Sentía como si un peso enorme se hubiera quitado de mis hombros. Y estaba segura de que Mina se sentía igual que yo. Hace un rato, después de que ya no había soportado verla casi de rodillas frente a mi, la había abrazado, y ella había respondido a mi abrazo, apretándome tan fuerte que casi hizo que mis pulmones colapsaran. Exactamente no supe cuánto fue el tiempo que duramos así abrazadas, llorando, sin dejar de pedirnos perdón, la una a la otra. Después con la ayuda de Darien nos habíamos levantado y sentado en el sofá, juntas y abrazadas tal y como estábamos ahorita. Desde entonces Darien había estado sentado frente a nosotras en el borde de la mesita. Y nos atendía, dándonos pañuelos desechables, y vasos de agua, mientras nos calmábamos. —Si no mal recuerdo, la última vez que las ví llorando así, fue cuando tenían qué... ¿Unos quince años? Fue aquella vez que tuvieron su graduación de secundaria, ¿Lo recuerdan? —Mina y yo nos miramos, y luego nos soltamos a reír, recordando aquél día.

—Si, es cierto. ¡Fuimos tan ridículas!. Íbamos a pasar a la misma preparatoria. Incluso hasta íbamos a estar en el mismo salón, y aún así lloramos como si ya no nos fuéramos a ver nunca —reí recordando lo que Mina había dicho. Suspiró. —¡Ay dios! Siento como si el alma hubiera regresado de nuevo a mi cuerpo. ¿No te sientes tú así? —la miré y asentí sonriente, al ver que no me había equivocado, y había dicho las mismas palabras, que anteriormente yo había pensado. —Se siente tan bien, estar de nuevo juntas —me miró dudosa —porque hemos vuelto, ¿No? —me encogí de hombros.

—¿Eso quieres? —respondí tranquilamente y ella suspiró.

—He sido una perra, lo sé. Ni siquiera tengo el derecho de pedirlo, pero realmente te he extrañado. Y si. Si me gustaría que fuéramos nuevamente las mismas —le sonreí.

—Me alegro. Venía preparada con la intención de agarrarte a duras bofetadas, si no dejabas de ser malcriada —rio.

—Jajaja, me hubiera gustado ver eso —rodé los ojos. Y ella sonriendo se acurrucó nuevamente contra mi, y yo la abracé más fuerte. —Pero me alegro que no haya pasado. ¡Mierda Tsukino! Me has hecho llorar como no tienes idea. Creo que he pagado por lo que te he hecho. ¿O no? —preguntó temerosa.

—Aún estás en deuda. Pero ya iré viendo cómo me lo pagarás —rio nerviosa.

—¡Mierda! Espero que me sea fácil —reímos. Luego soltó un gran suspiro. —No importa el precio que tenga que pagar, me alegro de que estemos juntas de nuevo.

—Se ven bien juntas, otra vez —mencionó Darien y le sonreímos. Luego Mina se enderezó y se separó un poco de nuestro abrazo.

—Esto es una cosa llorosa y maravillosa,... pero bueno. Ustedes han venido aquí a algo —me miró —papá me dio un relato corto antes de que tú estuvieras aquí, de que había estado saliendo con alguien, que la amaba mucho, y que quería presentármela porque quería que yo la conociera. Más nunca me dijo que serías tú. Cómo te dije, lo presentí más nunca me lo dijo —miró a Darien —eso es trampa, papá —Darien rio, y yo hablé.

—Yo así se lo pedí. No quería que te negaras a verme al saberlo. Quería que me tuvieras frente a frente. De hecho, era en serio. Si no aceptabas, ya tenía en mente agarrarte a cachetadas, para hacerte entender —hizo un puchero.

—Lo sé. Y bien me las merezco. Fui tan bruja en aquellos días —suspiró —pero de verdad que no. No lo haría. Al contrario —de pronto nos observó de manera traviesa, alternando miradas entre Darien y yo —bueno, ¿Y ahora que sigue pillines? —Darien sonrió y carraspeó incómodo y yo reí.

𝐴𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑 𝑅𝑜𝑡𝑎🌙 [C̲̲̅̅O̲̲̅̅M̲̲̅̅P̲̲̅̅L̲̲̅̅E̲̲̅̅T̲̲̅̅O̲̲̅̅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora