CAPÍTULO 32:

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DARIEN:

El escenario frente a mi, claramente no me lo esperaba. No terminaba de entenderlo. Hace un momento había estado con Amy, la amiga y compañera de Mina, quien había venido a buscarme personalmente para decirme acerca de una cena sorpresa que quieren hacerle a mi hija con motivo de su cumpleaños, y un segundo después, una enfuruñada y muy molesta Serena, estaba con nosotros, casi exigiéndome en silencio explicaciones, mientras a ella la fulminaba con la mirada. Pero no iba a negar, que a pesar de no comprender esta incómoda situación, me gustaba ver esa reacción en ella. Me daba un soplo de esperanza, entre tanta neblina de confusión a la que me ha arrastrado últimamente, ya que así es como últimamente me he sentido. Pues hace unos días por un momento me había hecho ilusiones cuando al saberse lo que el idiota de su prometido le había hecho, pensé que iba a elegirme a mi como su nuevo prospecto. Como su única salvación. Pero no fue así. Estando en el hospital, ella aún preguntaba por el, a pesar de conocer, y ver con sus propios ojos que le había sido infiel con su compañera de trabajo. Y eso no me había dado muy buena espina. Pues me dejaba claro que a pesar del engaño, aún tenía sentimientos por el chico. No podía competir contra eso, pero aún así seguía aferrado a la orilla del bote en naufragio, en busca de una esperanza. Ella quería aún estar conmigo y seguir conociendo a ese Darien que yo no le había permitido. Y lo hice. Lo he hecho hasta la fecha. He dado lo mejor de mi, con tal de demostrarle que he cambiado y que no soy el mismo. Pero si después de dar mi mejor esfuerzo, ella aún así no quiere saber de mi, más que como su amigo, simplemente y con dolor, la dejaría ir. Pues no soportaría ser solo su amigo, después de haberla tenido completamente para mí. Lo comprendo. Me equivoqué. ¿Pero quién en esta vida no lo hace? Creo haber pagado ya caro mi error. Me he rebajado a hacer cosas que jamás en mi vida he hecho, y todo lo hice por amor. Pero también tengo un límite, una dignidad y un orgullo de hombre, que no pienso dejar que pisoteen, por mucho que yo esté enamorado. Espero y ella pueda entenderlo. Y aunque admito que he estado temeroso este tiempo, sobretodo estos últimos días, por su actitud aún distante, insegura, y algo fría, la actitud que en este momento tiene, me tenía gratamente confundido. Me gustaba que estuviera aquí, y más porque no me lo esperaba. Me encantaba que en silencio, con la mirada furiosa y ojos entrecerrados, casi pidiera explicaciones de lo que la amiga de Mina y yo hacíamos. Aunque no estuviéramos haciendo nada malo, y aunque ella (aparentemente) no tuviera derecho a pedir explicación alguna, pues prácticamente aún no somos nada. Admito que si, me molesta un poco la desconfianza que tenía hacia mi, pero su inseguridad también me llena de un regocijo interno que simplemente no puedo explicar.

—¿Serena? ¿Que haces aquí? —cruzó molesta sus brazos sobre su pecho.

—¿No te agrada que este yo aquí? ¿He arruinado algo, acaso? —no pude evitarlo. Sonreí, y eso la hizo enfurecer más. A tal grado de que, si las miradas mataran.... Yo en este momento estaría frito. La amiga de Mina que estaba junto a mi, carraspeó incómoda.

—Señor Chiba, creo que mejor me iré. Un gusto conocerlo. Espero contar con su presencia el viernes —asentí aún sonriente, dejando por un momento de ver a Serena, para prestarle mi atención a ella.

—¡Si, claro, Amy! Encantado de conocerte. ¡Cuídate! —sabiendo que provocaría más instintos asesinos en bunny, volví a despedirme de la amiga de Mina, con un beso en la mejilla. La chica tímida se despidió nuevamente de ambos murmurando bajo, un "con permiso", y caminando a la salida del edificio. Me quedé mirando a la chica, hasta que ésta salió, y volví a mirar de nuevo a Serena, quien estaba callada. —Serena, no me has respondido. ¿Qué haces aquí? —en sus ojos aún seguía esa molestia, ese enojo, pero también miraba lo cristalizados que se estaban poniendo, a causa de sus prontas lágrimas. Me sentía un miserable por como la estaba torturando en vano. Pues nada me costaba ser sincero y explicar quién era la otra chica, y lo que pasaba, antes de hacerla sentir mal. Pero digamos que en el fondo ya estaba un poco harto, y cansado de sus niñerías. Sabía bien que la había lastimado. Sabía bien que merecía su desconfianza. Pero esto no podía seguir asi. Debía acabar. Y si para lograrlo debía darle un motivo, lo haría. Quería que volviera a actuar como la mujer fuerte, valiente, atrevida que tanto me gustaba. Quería que dejara de ser la versión de esta chica temerosa a todo, que no se arriesgaba a nada, por el mismo miedo a no querer salir lastimada. Quería que fuera de nuevo aquella chica atrevida que tanto me suplicó aquella noche, para que cometiera la locura de hacerla mía por primera vez. Y si solo con esto. Causándole celos y desconfianza, voy a obtenerla de nuevo, me arriesgaré.

𝐴𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑 𝑅𝑜𝑡𝑎🌙 [C̲̲̅̅O̲̲̅̅M̲̲̅̅P̲̲̅̅L̲̲̅̅E̲̲̅̅T̲̲̅̅O̲̲̅̅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora