CAPÍTULO 30:

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SERENA:

Había dudado en venir, después de todo lo que había pasado, pero no podía simplemente pasar de página. Yo no solía ser una persona vengativa. Si. Odiaba ser tan estúpida, como para dejar que me vieran la cara, pero aunque se hayan equivocado, eran dos personas. Eran seres humanos que se encontraban entre la vida y la muerte. Además apreciaba mucho a doña Esther y a su esposo, y no quería ni imaginar la angustia que sentían en estos momentos tan difíciles. A pesar del coraje y la desilusión que me llevé de ambos, necesitaba hacer a un lado mis remordimientos, y brindarles apoyo a ese par de personas que siempre han sido estupendas conmigo. Darien no se había marchado de mi lado. Ha estado presente, y no me ha dejado sola ni un momento, para no tener que estar cerca de Andrew. Pues éste a pesar de que los rozones de bala que había sufrido eran superficiales, no había querido quedarse en una cama a recuperarse, y había firmado una alta voluntaria, con tal de estar al pendiente de lo que pasaba con Lita. De pronto, un doctor alto de cabello oscuro, se acercó hacia nosotros.

—Familiares de la señorita Kino? —todos nos pusimos de pie, pero la señora Esther y su esposo, que eran los familiares directos, fueron los que se acercaron más al doctor.

—Nosotros, doctor. Somos sus abuelos —respondió el abuelo de Lita, y el doctor asintió, y colocó sus manos detrás de su espalda.

—Mi nombre es Nicolás Kumada. Soy el médico que está atendiendo a su nieta, y vengo a darles detalles sobre su estado de salud.

—Un gusto, doctor. Mi nieta, está bien, ¿Verdad? —cuestionó don Armando al ver la seriedad del doctor, a lo que éste suspiró e hizo una ligera mueca.

—Lamento mucho tener que dar esta noticia. Lo siento, pero no. Su nieta llegó al hospital en un estado muy grave. Al perder mucha sangre,  mientras intentábamos remover la bala que infortunadamente había tocado uno de sus órganos, y por poco logra tocar y lastimar su columna vertebral. Tuvimos complicaciones en la sala de operaciones, por suerte, logramos estabilizarla pero su estado de salud, es delicado. —¡Dios, que horrible! Todos estábamos en shock con la noticia, pero eran los abuelos de Lita, los más afectados, pues abrazados, rompieron en un escandaloso llanto. — Fue una misión aún más complicada, debido a su reciente embarazo —todos lo miramos en estado de shock. En el rincón más apartado, sin perder detalle de todo lo que él doctor decía, Andrew lloraba y sufría en silencio con el rostro escondido entre sus manos, pero al momento de escuchar la palabra embarazo, enderezó la cabeza mirando también al doctor, y su rostro se volvió más pálido de lo que ya estaba.

—¿Embarazo, doctor? —preguntó la señora Esther, en un susurro.

—Así es. Los exámenes de sangre arrojan que su nieta está de pocas semanas de gestación. Afortunadamente la bala no afectó en nada a el feto, ya que aún es muy pequeño, y logramos estabilizarla debido a la hemorragia. Más no se sabe si logre sobrevivir el bebé. Por lo pronto, lamento informar que tuvimos que inducirla a un coma —la señora Esther y su esposo, lloraban amargamente.

—¿Pero, se pondrá bien doctor? ¿Cuánto tiempo estará en coma?

—Por lo pronto le daremos más de una semana, para que su cuerpo se recupere. Pasando estos días, veremos el avance que tiene, y si está mejor, y nada se complica, le quitaremos el medicamento para lograr que despierte de nuevo. Pero debo advertirles. Aún no sabemos que síntomas, o que lesiones vaya a tener al despertar. O si el bebé sobrevivirá. También cómo les comenté, la bala estuvo a nada de tocar su columna vertebral, y puede que no genere problema, pero también puede que su cuerpo lo recienta, y al principio cause problemas para poder mover la mitad de su cuerpo. Pero todo necesitará tiempo —después de dar las lamentables noticias, el doctor se fue, dejándonos más tristes que nunca. Era una injusticia. Lita era igual de joven que yo. Y a pesar de que se equivocó, y se enamoró, de quién se pudiera decir que no debía, no era para merecer esto. Furioso, el esposo de la señora Esther, la soltó, fue hasta Andrew, lo agarró de el cuello de la camisa, y lo levantó de su silla, a pesar de saber que el también estaba herido.

𝐴𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑 𝑅𝑜𝑡𝑎🌙 [C̲̲̅̅O̲̲̅̅M̲̲̅̅P̲̲̅̅L̲̲̅̅E̲̲̅̅T̲̲̅̅O̲̲̅̅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora