CAPÍTULO 25:

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SERENA :

—¿Serena? —¡Oh diablos! Era Rei. Lo que me faltaba. Todavía no podía recuperarme de todo lo ocurrido con Darien, y ahora tenía que dar explicaciones. Y como era de esperarse, al verme sollozando, en un seguro muy mal estado, y además discutiendo con Darien, se preocupó y corrió a tratar de protegerme. —¿Serena, que ocurre, estás bien? —miró mi labio manchado de sangre y lo fulminó con la mirada —¿Este idiota te ha hecho daño? —negué, mientras miraba a Darien casi fugazmente.

—No Rei. Estoy bien.

—¡No, no lo estás! Dime qué está pasando. —luego miró a Darien con recelo —y dígame ¿Usted quien es? —Darien iba a hablar pero yo no lo dejé.

—No tiene importancia, Rei. ¡Vámonos a casa! Ya no tengo nada que hacer aquí. —Darien inmediatamente negó.

—Te equivocas, Serena. Aún no hemos terminado. Aún queda mucho por hablar. —cerré los ojos para abrirlos de inmediato. Rei no era tonta. Y de inmediato, al igual que Andrew, hizo conjeturas, y furiosa lo encaró.

—¿Tu eres el bastardo? —Darien solo se sorprendió con la actitud agresiva de Rei y le frunció el entrecejo. Pero esa fue toda la respuesta que Rei necesitó para sin darle tiempo a reaccionar, acercarse peligrosamente a él, y asestarle un rodizallo en sus partes nobles, haciendo que éste cayera al suelo y se arrodillara de dolor. Jadee horrorizada, sintiendo yo también extrañamente ese agudo dolor que el debió sentir. —¿Te dolió? ¡Que bien! ¡Porque te lo mereces, hijo de perra! —escupió furiosa, para luego acercarse de nuevo a mi, me abrazó por los hombros, y me hizo caminar, dejando a un adolorido Darien atrás.

—¿Que mier...? ¡Serena!! —por inercia, al escucharlo hablar, me giré —¡Te aviso que no  voy a dejar de insistir! Ya no pienso dejarte escapar. —Rei quiso volver al ataque, pero yo la detuve y se lo impedí. Aún así, le escupió sus últimas palabras con desprecio.

—¡Tú te acercas un solo centímetro a ella, y haré que lo poco que queda de tu hombría, se reduzca a cenizas. —él resopló.

—¿Quién demonios eres tú? ¡Nadie me va a impedir que vuelva a verla!

—¡Yo imbécil, soy la que te cortará las pelotas, ya te lo dije! Serena no está sola. ¡Nunca más!. Así que puedes irte a buscar a otra para que sea tu diversión. —me instó a caminar, dejando a Darien atrás. Él no dejaba de llamarme, de gritarme que no se daría por vencido, pero hacía hasta lo imposible por ignorarlo, tratando de concentrarme en amansar a la bestia que tenía por hermana, que amenazaba con volver a ahí, y cumplir su promesa.

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—¡Ah, no! Nada de que estoy cansada, he tenido muchos altibajos hoy y no se que tantas estúpidas patrañas más...¡Nada! ¿Me escuchas? Ahora mismo nos dirás a mamá Ikuko y a mi, ¿Qué diablos está pasando? ¿Y qué mierdas quería ese tipo? —mamá solo me miraba asustada sin saber de quién hablaba Rei. Pues
al llegar a casa, inmediatamente quise huir a encerrarme en mi habitación, pero Rei no me lo permitió, y ahora exigía respuestas. En el fondo sabía que les debía una explicación, y más porque supe que la primera impresión que mamá tuvo de mi al momento en que entré a casa, también fue fatal. Se le miraba asustada. Suspiré. Sabía que no tenía elección más que decirles lo que había pasado.

—El...el era... —balbucee nerviosa, y suspiré, así que después de mirar a mi madre, decidí ir directo al grano —me topé con Darien, mamá. —como era de esperarse, ella abrió sus ojos en demasía.

—Ese es el imbécil, ¿Cierto? —inquirió Rei, y yo no pude evitarlo. A pesar del tensó momento, solté una risita nerviosa al escucharla. —¿Que diablos te causa gracia? —resopló molesta.

𝐴𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑 𝑅𝑜𝑡𝑎🌙 [C̲̲̅̅O̲̲̅̅M̲̲̅̅P̲̲̅̅L̲̲̅̅E̲̲̅̅T̲̲̅̅O̲̲̅̅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora