Reencuentro (+18)

19. Yo estoy contigo (Lemon)

Adrien

Vamos hacia la casa, estoy furioso, pero trato de no demostrarlo, Marinette se ha quedado dormida.

Pienso en lo ocurrido en la fiesta, todo estaba bien, incluso con la pequeña charla con mi madre. Hasta que acompañe a Nino al sanitario, al salir alcance a ver a Marinette, Félix la tenía acorralada contra la mesa, estaba tratando de besarla, ella luchaba por soltarse de su agarre sin conseguirlo.

Esquivando a todo aquel que se ponía en mi camino llegué hasta ellos, Félix estaba a punto de besar a Marinette, que mantenía los ojos cerrados y lloraba.

Lo jalé para alejarlo de ella, estuve a punto de golpearlo, pero recordé el lugar donde estábamos, no podía hacer una escena y que apareciera en las noticias.

Me acerqué a Félix, destilaba alcohol, -Félix te lo advertí, aléjate de Marinette- le dije en tono amenazante mientras apretaba mis manos para no pegarle.

Él solo reía, -¡Bah, no vale la pena!- me dijo con burla. -En otra ocasión será-

Se alejó de nosotros sin darme tiempo de reaccionar ante estas palabras de provocación.

Me concentro en manejar, ya casi llegamos al apartamento de Nino, donde él y Alya se quedarán, No quiero pensar más en lo que sucedió, porque solo hace que mi enojo aumente, debo ponerle un alto a Félix, no puedo permitir que acose a Marinette, amenazarlo no sirve de nada, debo pensar bien que es lo que haré.

Me detengo frente al edificio donde mi amigo vive, Alya y él se despiden de nosotros, espero a que entren para arrancar el auto con dirección a nuestro apartamento.

-Princesa..., ¿cómo te sientes?- pregunto con cautela.

Marinette suspira, -estoy bien- me responde mirando a través del cristal de la ventana.

No lo está, pero no quiero insistir, me preocupa verla así, espero hablar con ella mañana.

Llegamos a casa, dejo el auto en el lugar asignado para mí, salgo del mismo, tomo la maleta y abro la puerta del copiloto, extiendo mi mano para ayudar a Marinette a descender. Me dirige una tierna sonrisa.

La noto cansada, la sostengo de la cintura, caminamos al ascensor y subimos a nuestro piso. Entramos a mi apartamento, dejo la maleta en la habitación, Plaga va directo a la cocina, con cuidado ayudo a mi novia a despojarse de la ropa. La guío a la ducha.

Abro la llave para templar el agua. Marinette entra a la regadera. Me quito la ropa y entro con ella. Quiero consentirla, cuidarla, hacerla olvidar el mal rato.

Lavo su cabello mientras Marinette cierra los ojos, está disfrutando de la ducha, su semblante se relaja. Sonríe. Le doy un suave beso en los labios.

Enjabono su cuerpo, paso la esponja para tratar de quitar el cansancio que tiene. Enjuago el resto del jabón hasta que ella abre los ojos.

-Ahora es mi turno...- me dice sonriendo.

Me lava y enjuaga el cabello. Comienza a pasar la esponja por mi cuerpo con una mano, con la otra comienza a estimularme, la miro sorprendido.

La veo hincarse, su mirada se dirige a la mía mientras hace que mi parte más sensible entre en su boca, yo jadeo en respuesta a sus caricias.

Mi idea era solo tener un baño relajante y tranquilo, lo cual por supuesto no es lo que sucede, pensé que solo quería relajarse y tranquilizarse después de lo sucedido en la fiesta.

Recargo mi espalda en la pared, ella me sigue observando y no me atrevo a cortar el contacto visual que tenemos, es demasiado excitante verla introducir mi intimidad en su boca, por lo que estoy a punto de llegar.