Reencuentro (+18)

33. El día llegó (Lemon)

Marinette

Estoy nerviosa, después de 2 meses esperando por fin ha llegado el día, me levanto de la cama lentamente, no quiero despertar a Adrien, hemos estado patrullando juntos, aunque no todas las noches, últimamente me he sentido cansada, supongo que es por el estrés que estoy viviendo, el trabajo en Agreste's se ha duplicado, además sigo con el proyecto de mi empresa, la demanda en contra de Félix me tiene nerviosa, y la organización de la boda es la cereza del pastel.

Adrien me comento hace unos días que parece que he bajado de peso, razón por la cual, me obligó a sacar cita con el médico.

Mi agenda está a reventar y llevarla en orden me ha costado mucho trabajo, así que contrate a una asistente, su nombre es Diana.

Reviso mi agenda en el teléfono, hoy tengo prueba de colección para niños de Fin de Año, después revisión de la colección de zapatos para invierno, comida a las 02:00 de la tarde y de ahí debo ir al juzgado.

El juicio contra Félix es hoy, debo acudir, declarar nuevamente, y esperar la sentencia del juez.

El abogado me ha comentado que lo mas que puedo aspirar es a que sentencien a Félix por un año, esto por el enfrentamiento en el bar, los acosos laborales solo alcanzan para una multa de 2000 euros máximo y trabajos comunitarios, además por supuesto de la sanción que la empresa quiera imponer, odio las leyes, no es posible que no puedan protegernos de un delito tan común, al final somos las victimas las más perjudicadas, afortunadamente para mí, tuve el apoyo de mi suegro, pero no en todos los casos es igual.

Elijo de mi guardarropa un traje sastre de falda recta y saco color gris, es un tono neutro, que mi abogado sugirió que llevara, mis zapatos son tacones en color nude.

Me doy una rápida ducha, mi maquillaje es discreto, no llevo muchos accesorios, y mi pelo lo dejo suelto, estoy terminando de vestirme cuando veo que Adrien despierta.

—Gatito, buenos días, ¿dormiste bien?—

—Si hermosa, siempre que estoy contigo duermo excelente—

Me acerco a la cama, le doy un pequeño beso y le digo que debo irme, tengo que llegar temprano a la oficina, para no atrasarme con las actividades.

—Marinette, no puedes irte sin desayunar algo— me dice Adrien al momento de entrar a la ducha.

—Lo sé, no te preocupes, paso por algo de camino a la oficina— abro la puerta de la ducha para encontrarme con la sorpresa de un Adrien desnudo, de espaldas, me tomo mi tiempo para admirar su cuerpo, solo de verlo estoy comenzando a excitarme, no sé qué me pasa, no puedo evitarlo, es como si fuera una adolescente con las hormonas alteradas.

Inconscientemente me muerdo el labio, estoy imaginando todo lo que podríamos hacer en la ducha en estos momentos.

—Princesa, sé que soy extremadamente atractivo y que no puedes dejar de admirarme, pero si no sales de esta ducha en este momento, vas a llegar tarde a tu trabajo, y de eso me voy a encargar yo...— me dice Adrien con una voz tan sensual, que logra hacerme sonrojar.

Me acerco a él, suavemente lo giro, quedando cara con cara, lo jalo hacia mí y lo beso, y descaradamente, acaricio su trasero.

Antes de que pueda reaccionar salgo del baño con una sonrisa en los labios, escucho a Adrien dentro de la ducha pronunciar mi nombre y comenzar a reír.

—¡Te amo!— le grito antes de cerrar la puerta.

—¡Yo también te amo!— me responde Adrien.

Bajo al estacionamiento donde ya me esperan Paul y Nick, el primero conduce el auto y el segundo va de copiloto, ambos armados, ya estoy acostumbrada a su presencia, siempre amables y serios, hacemos una parada en la cafetería donde, por medio del auto drive, pedimos el desayuno, ambos piden un café americano, mientras yo, siento un terrible antojo por un mocachino acompañado de un muffin de chocolate, además de un yogurth natural con fruta.