14. ¿Le dije qué...? (Lemon)

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Marinette

Estamos iniciando el verano, después de la charla que tuvimos con el señor Agreste, Félix a dejado de molestarme, lo que me ha permitido concentrarme mejor en el trabajo.

Gracias a las fotografías en traje de baño, obtuve un dinero extra, lo he guardado porque quiero adelantar pagos de mi apartamento.

Hoy recibí un sobre, dentro traía una invitación, Alan ve mi cara de desconcierto y se acerca a mí, –oh no esperaba que también estuvieras invitada– me dice.

–¿Invitada a qué?– pregunto sorprendida.

Alan me explica que todos los años, antes de la temporada de ventas de verano, Audrey hace una fiesta para presentar en vivo los diseños de verano, los que tuve que modelar.

La fiesta se hace en la casa de descanso de Audrey, a las afueras de París. Al parecer el hecho de aparecer como modelo de está colección me hace merecedora a tan distinguida invitación.

–No cualquiera recibe una de estas, ni se te ocurra rechazarla– me dice Alan como consejo, aunque a mí, me ha parecido más una advertencia.

Guardo la invitación en mi bolso, de momento no es importante. Tengo trabajo que hacer, después estar en casa de mis padres, y, si Adrien puede, pasamos la noche juntos.

Últimamente no nos hemos visto mucho, tiene presentaciones que hacer, sesiones fotografías, y por supuesto su trabajo extra de héroe, me siento un poco triste, aunque tampoco he hecho mucho por verlo, no quiero presionarlo, aunque en ocasiones me da miedo que regresemos a la situación en la que estuvimos al inicio, él con cambios de humor y yo con dudas todo el tiempo.

Salgo de la oficina directo a casa para cambiarme, no es una gran cena pero papá nos quiere llevar a un restaurante y quiero estar presentable.

Elijo un vestido arriba de la rodilla, color negro con detalles en rojo, zapatillas y bolso, me doy una rápida ducha y me visto, me maquillo y salgo del apartamento.

Cierro la puerta de mi casa y presiono el botón del ascensor, el timbre suena y la puerta se abre.

–Hola princesa– me dice Adrien saliendo del ascensor, –¿Dónde vas?–.

Lo miro con cara de que no puedo creer esa pregunta.

–¿Es en serio Adrien?, te dije que hoy tenía una cena con mis padres– le respondo con excesiva agresividad.

–Lo siento, lo olvide, ¿Quieres que vaya contigo?–me pregunta.

–¡No!–, de nuevo sueno agresiva, –papa va a llevarnos a cenar fuera, dijo que era noche familiar–, le digo tratando de suavizar mi tono de voz.

–Oh ya veo, ¿No soy parte de tu familia entonces?– me dice dolido.

–No es eso…, Adrien yo no…–

–No te preocupes, no pasa nada, disfruta tu cena–me dice enfadado. Sin darme tiempo de disculparme o decir algo más entra a su apartamento.

Vuelvo a presionar el timbre del elevador, que no se había movido de nuestro piso, la puerta de abre y entro.

–¡Genial Marinette, genial!– digo en voz alta recriminándome por lo sucedido.

No se que me pasa, últimamente está todo bien, demasiado tranquilo, tengo un trabajo estable, mi relación también lo es, no me quejo, pero…

En fin, ya arreglaré las cosas con Adrien cuando vuelva.

Tomo un taxi y voy a casa de mis padres, vamos a cenar a un nuevo restaurante italiano. Platicamos un rato después de la cena y salimos del lugar.

Reencuentro (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora