15. Vamos de compras (Lemon)

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Adrien

El despertador suena, no quiero levantarme, estoy cansado, la semana ha estado complicada, sesiones de fotos, presentaciones en televisión, la grabación de un comercial, vigilar la ciudad y, en casa, pasar mis noches con Marinette.

Aunque de esto último no tengo queja, las noches con ella son increíbles, no me canso de besarla, tocarla y sentirla. Además desde que le propuse matrimonio ha estado más cariñosa conmigo. Tres o cuatro veces por cada noche me tienen agotado.

Estoy solo en casa, ella salió temprano, debe preparar todo para otro comercial que grabaremos, aprovecho estos minutos para descansar.

El intercomunicador suena, me avisan que hay un mensajero esperando para entrar, autorizó el acceso. Con pereza me levanto de la cama, estoy desnudo, busco el pantalón de mi pijama, me lo pongo, y voy a la puerta, el mensajero me entrega un sobre blanco con cintas doradas. Le doy propina y cierro la puerta.

Voy al sofá, Plaga revolotea a mi alrededor, últimamente ya no peleamos tanto, Marinette nos tiene controlados, me causa gracia pensar como nos regaña cuando nos ve discutir.

Abro el sobre, –¡no puede ser, lo había olvidado!– digo en voz alta.

–¿Qué es eso?– pregunta Plaga curioso.

–Cada año, Audrey hace una fiesta antes de la temporada de verano, todos debemos asistir– respondo con desgano.

–Yo voy contigo solo si hay queso– me dice Plaga provocando mi risa.

–Tu iras conmigo aunque no haya queso cerca– .

Hace muecas de descontento, –¿Y cuando es esa fiesta?–, me pregunta.

–Mañana…–

Debo decirle a Marinette, si voy solo será acompañado por ella. Le mando un mensaje, preguntándole si quiere ir a comer conmigo, ella responde que si acordando la hora.

Voy a la ducha, me doy un baño rápido y salgo a buscar mi ropa.

Abro el cajón de la ropa anterior y veo el pequeño bikini de Chat Noir, –mmmm, necesito verla con el puesto– este pensamiento me excita, mi intimidad cosquillea y comienza a tener la reacción natural, aumenta de tamaño.

Logro controlarme, no quiero visitar la ducha de nuevo, cierro el cajón y comienzo a vestirme.

Salgo de mi casa y subo al auto, antes de ver a Marinette pasaré a saludar a papá, hace tiempo que no platicamos.

Llego a la oficina, entro al ascensor y bajo en el piso 5, camino hacia la oficina de papá.

Me acerco a Nathalie, la saludo y pregunto por mi padre, ella me anuncia, papá indica que debo esperarlo.

Me siento en el sofá, tomo una de las revistas de catálogo que hay en una mesita y la hojeo, fotos y más fotos de Félix y mías.

En realidad no somos tan parecidos como todos dicen…

–¡Hola Adrien!– me dice una voz femenina muy familiar.

–Hola Chloe, ¿Cómo has estado?– pregunto, más por cortesía que por interés.

–¡Muy bien, preparándome para la fiesta de mañana!–dice acercándose a mi.

–¿Vas a ir verdad?–, coloca sus manos en mi cuello y comienza a acariciarme.

Detengo sus caricias y retiro sus manos no me gusta su contacto en mi piel, –sabes que debo ir– le respondo de manera seca.

Ella no se detiene con mi rechazo, pone sus manos en mi pecho y me acaricia, –ansío verte en traje de baño, y estoy segura que disfrutarás verme en el mío– intenta parecer sensual pero me molesta.

Reencuentro (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora