36. Milán

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Adrien

Milán, Italia, es una hermosa ciudad debo decirlo, no es la primera vez que estoy aquí, prácticamente cada evento de moda mi padre me hacía venir, pero este viaje es diferente, este viaje es emocionante, divertido y sobre todo romántico.

Mi hermosa prometida está conmigo aquí, ambos venimos en plan de trabajo, aunque eso no me impedirá disfrutar del viaje y hacerlo especial, nuestras actividades están perfectamente ordenadas y coordinadas, prácticamente tenemos los mismos espacios libres por lo que he decidido que la llevare a conocer la ciudad en plan romántico.

Después de la visita al médico de hace dos semanas Marinette está un poco distanciada conmigo, yo creí que habíamos resuelto el problema en la charla que tuvimos, al parecer me equivoqué.

Sé que me emocioné al suponer que tendríamos un hijo, y me decepcioné al escuchar que no era así, pero lo que ella no entiende es que embarazada o no, la amo, que haría cualquier cosa por ella, y que no estoy enfadado o triste por lo sucedido.

Tengo que aceptarlo, la idea de una mini Marinette me ilusiona, una pequeña con sus hermosos ojos azules y cabello obscuro, y, aunque ahora no sucedió, no descarto la posibilidad en un futuro.

Ahora debo convencer a mi prometida de que lo que dije en el hospital es verdad.

Con ayuda de Rose he reservado una cena en DaVic Ristorante Guerrini , uno de los mejores restaurantes de la ciudad, la llevaré después de la presentación ante la prensa que tenemos mañana.

Iremos a conocer la Catedral de Milán, al Palacio Real, también quiero que vea La Ultima Cena de Leonardo Da Vinci... tantas cosas por visitar y tan poco tiempo disponible.

Mi madre ha venido con nosotros, al parecer como parte de su contribución a la organización de la boda, le regalará el vestido de novia, lo confeccionarán en los talleres de la empresa que se encuentran en esta ciudad.

Nada más bajándonos del avión tuve que acudir a una entrevista, y la presentación de la nueva fragancia para caballeros. Marinette fue con mi madre a conocer una de las tiendas que tenemos en la ciudad, en total hay 4, dos para dama, una para caballero y una para niños. Mamá es la encargada de la parte comercial, por lo que aprovechará para verificar el montaje de las exhibiciones en todas las tiendas.

Ahora estoy en nuestra habitación, una hermosa suite, esperando por la llegada de las mujeres Agreste, este tiempo me ha servido para organizar los paseos que daré con Marinette.

Un suave beso me despierta, ¿en qué momento me quede dormido?, abro los ojos esperando ver a Marinette, pero no es ella, es mi madre quien extrañamente me ha besado en la mejilla como cuando era niño.

—Madre, ¿Qué haces aquí...?, ¿no se supone que estarías trabajando?—

—Adrien, ya son las 08:00 de la noche, ¿Cuánto tiempo llevas dormido?—

Tomo mi teléfono para verificar la hora, en efecto, son las ocho, llevo 3 horas durmiendo, le sonrío a mi madre y me levanto de la cama, ingreso al baño para enjuagarme la cara y despertar completamente. Aun me parece extraño que haya sido mamá y no Marinette quien me despertó.

—Hijo, Marinette esta con tu padre en la sala de juntas, desde que llegamos están revisando los diseños de la presentación, de hecho por eso estoy aquí, ella te estuvo llamando pero no le respondiste— me dice mamá en respuesta a mis pensamientos, a veces creo que es capaz de leer mi mente.

—Papá es increíble, ¿no la piensa dejar descansar?— digo con reproche.

—Ya lo conoces, es un perfeccionista, y por lo visto Marinette es muy similar a él— responde mi madre con una risita, le doy la razón, Marinette es perfeccionista.

Reencuentro (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora